
La premiada caricaturista Ann Telnaes escribió el siguiente artículo el pasado 4 de enero tras renunciar al diario The Washington Post como reacción por la censura de un dibujo suyo.
Por Ann Telnaes
He trabajado para el Washington Post desde 2008 como dibujante editorial. He tenido retroalimentación editorial y conversaciones productivas y algunas diferencias sobre caricaturas que he presentado para su publicación, pero en todo ese tiempo nunca me han censurado un dibujo debido a quién o a qué apunté con mi pluma. Hasta ahora.
Mi caricatura cancelada critica a los multimillonarios jefes de tecnología y medios de comunicación que han estado haciendo todo lo posible para ganarse el favor del presidente electo entrante Trump. Recientemente ha habido múltiples artículos sobre estos hombres que tienen lucrativos contratos gubernamentales y también tienen intereses en eliminar regulaciones que llegan a Mar-a-Lago [Residencia de Donald Trump en la Florida]. El grupo dibujado en la caricatura incluía a Mark Zuckerberg, fundador y CEO de Facebook y Meta; Sam Altman, CE CEO de la IA; Patrick Soon-Shiong, editor del LA Times; la compañía Walt Disney y ABC News; y Jeff Bezos, propietario del Washington Post.
Si bien no es raro que el responsable de las de páginas editoriales se oponga a las metáforas visuales dentro de una caricatura cuando el editor cree que no está claro el mensaje previsto por el dibujante, no fue el caso respecto a esta caricatura. Para ser claros, ha habido casos en los que se han rechazado bocetos o se han solicitado revisiones, pero nunca debido al punto de vista inherente al comentario de la caricatura. Es un cambio de juego... y peligroso para una prensa libre.
A lo largo de los años he visto a mis colegas de otros países arriesgar sus medios de sostenimiento e incluso su vida para exponer injusticias y responsabilizar a los líderes de sus países. Como miembro de la Junta Asesora de la Fundación de Caricaturistas de la Libertad, con sede en Ginebra, y exmiembro de la junta de los Derechos de los Humoristas Gráficos, creo que los caricaturistas editoriales son vitales para el debate cívico y tienen un papel esencial en el periodismo.
Habrá gente que diga: "Oiga, usted trabaja para una empresa y esa empresa tiene el derecho de esperar que los empleados adhieran a lo que es bueno para la empresa". Eso es cierto, excepto que estamos hablando de organizaciones de noticias que tienen compromisos públicos y que están obligadas a alimentar una prensa libre en una democracia. Los propietarios de tales organizaciones son responsables de salvaguardar la prensa libre y celebrar a un autócrata solo traerá como resultado socavar esa libertad de prensa.
Como dibujante editorial, mi trabajo es señalar responsabilidades a los poderosos y a las instituciones. Por primera vez, mi editor me impidió realizar ese trabajo crítico. Por tal razón he decidido dejar el Post. Dudo que mi decisión cause mucho revuelo y que más bien sea descartada porque soy solo una dibujante. Pero no dejaré de exponer la verdad a través de mis caricaturas, pues bien se dice que la democracia muere en la oscuridad.
Gracias por leer esto.
