Petroleras se niegan a desacelerar su explotación para evitar una catástrofe climática

Luego de que la semana pasada los observatorios a nivel mundial registraron las temperaturas globales más elevadas de la historia, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) –el apartado científico de las Naciones Unidas– ha emitido una alerta inminente: si no se reducen con urgencia las temperaturas globales, los eventos climáticos catastróficos se acelerarán. 

El 7 de julio fue el día más caliente jamás registrado, con una temperatura media global de 17,25 grados Celsius, lo que lo pone 0,3 grados por encima del último día más caluroso jamás registrado, que ocurrió en 2016. Sin embargo, justo el 4 de julio, ya había propasado ese mismo récord, lo que hizo que esa semana fuera la que tuvo temperaturas más elevadas a lo largo de la historia. 

Una de las alternativas que, de acuerdo con la OMM, podría frenar con contundencia el aumento de la temperatura, sería reducir la explotación de combustibles fósiles, como el gas natural y el petróleo. Sin embargo, Shell, la compañía petrolera más importante del mundo, se niega a reducir su explotación. Otras compañías petroleras en el mundo también se niegan a parar. 

¿Por qué importa bajar la temperatura? 

Desde 1979, una serie de satélites y boyas marinas alrededor del mundo monitorean las temperaturas globales. Así, se ha podido llevar un registro exacto de las fluctuaciones climáticas que, en años recientes, han alertado sobre una posible catástrofe climática. 

La temperatura global es importante porque, incluso cambios menores en ella, pueden terminar por destruir entornos ambientales delicados, como los polos antárticos. Este año, la OMM también aseguró que la capa antártica alcanzó su nivel más delgado a finales de junio, por las crecientes temperaturas globales. De continuar el aumento de la temperatura, la capa antártica podría terminar de perderse, incrementando así los volúmenes globales de agua y sepultando ciudades costeras. 

Apenas estamos iniciando lo que podría convertirse en el Fenómeno del Niño con temperaturas más elevadas que hayamos registrado, lo que podría derivar en graves sequías, incendios forestales, pérdidas de cuerpos de agua, inundaciones como las que ya se han vivido en diferentes partes del mundo y graves oleadas de calor. Por ello, la OMM asegura que, si no se detiene ya el aumento de temperatura, todos esos eventos catastróficos podrían acelerarse y empezar a ocurrir en uno o dos años. 

¿Qué dicen las empresas petroleras? 

Pese a que las compañías petroleras han empezado a reconocer en años recientes su responsabilidad sobre el cambio climático, y que incluso Shell –la compañía petrolera más grande del mundo– aseguró que reduciría poco a poco su producción desde 2021 hasta 2030, su actual CEO parece haber cambiado de opinión en una reciente entrevista. 

Durante la entrevista, que fue publicada el mismo 6 de julio por la BBC, Wael Sawan, el actual CEO, aseguró que no serían capaces de decrecer la explotación pues eso significa una crisis económica a nivel global que no se podrían permitir. 

Esa afirmación significó que diversas organizaciones a nivel global cuestionaran su posición: Greenpeace internacional publicó los resultados financieros de Shell, donde mostraron que, desde que se inició la guerra de Ucrania, esta compañía ha duplicado sus ganancias.