María Jimena Duzán
20 Febrero 2022

María Jimena Duzán

Cuídese Petro

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Gustavo Petro, el candidato que puntea en las encuestas, debería andar con cuidado en esta recta final porque hay pasos de animal grande merodeando su campaña.

Sus enemigos están en plena forma. El primer hecho preocupante sucedió a principios de enero de este año, cuando Petro empezó a despegarse del lote de los demás candidatos en las encuestas. De manera sorpresiva, aparecieron varios empresarios extranjeros, de perfil desconocido pero muy interesados en financiar su campaña. Supimos también que varios de estos empresarios eran de nacionalidad mexicana y que lograron hablar incluso con miembros de la campaña de Petro para comunicarles que querían aportar dinero. En vista de que se trataba de empresarios desconocidos, sin huella digital, la campaña optó por cerrarles la puerta y afinar aún más el protocolo de entrega de dinero. Así me lo confirmaron.

Estos hechos coincidieron con una información que llegó a oídos del candidato por la misma época, según la cual habría un plan en marcha para enlodar su aspiración presidencial y demostrar que era financiada con dinero de Maduro. Armando Benedetti, uno de los voceros de la campaña de Petro que supo de esto, me contó que quienes los alertaron del plan también les dijeron que “para lograr ese objetivo, iban a utilizar a gente cercana a Piedad Córdoba”, la defensora de Maduro que aspira a una curul al Senado por el PH y sobre la que gravitan varios escándalos que la tienen en el ojo del huracán.

Hace unos pocos días se produjo otro hecho que corrobora esa información que llegó a la campaña. Se trata de la captura de Álvaro Córdoba, hermano de la exsenadora, con fines de extradición por delitos como tráfico de armas y narcotráfico. Poco se sabe de esta captura. No se conoce la acusación en su contra ya que la justicia gringa tiene hasta 60 días para que sea revelada. Lo que sí se sabe, es que en esta captura también aparecieron otros misteriosos empresarios mexicanos. Según el relato de la exsenadora, estos sujetos llegaron hace cuatro meses a Medellín y a través de una líder que era conocida de Piedad, le pidieron una cita. Córdoba les respondió que era mejor que se reunieron con Álvaro, su hermano.

Desde el inicio, los empresarios insistieron sin éxito en que querían conocer a Córdoba y a Petro porque tenían el deseo de financiar sus campañas. Sin embargo, sí estuvieron presentes en el acto que Piedad Córdoba hizo en diciembre pasado en el Hotel Tequendama en el que anunció su aspiración al Senado y al que asistió Gustavo Petro. Allí los mexicanos se tomaron muchas fotos y es bastante probable, según la propia Piedad Córdoba, que se hayan fotografiado hasta con Gustavo Petro.

Al parecer los mexicanos también tuvieron tiempo para reunirse con el hermano de Piedad por lo menos en cuatro oportunidades. La última de ellas fue hace más de diez días, en una casa en el barrio de El Poblado. La exsenadora asegura, según lo relatado por su hermano preso, que los mexicanos llegaron con un maletín lleno de dinero y le dijeron que era para financiar su campaña y la de Petro pero que su hermano rechazó de plano la oferta. Según esa versión, los mexicanos, molestos, se levantaron y se fueron con todo y tula. Cuando Álvaro Córdoba salió de la casa fue capturado por la Sijin y de acuerdo con versiones de uno de los otros capturados conocidos por Piedad Córdoba, uno de los mexicanos estuvo en el operativo.

Piedad ha dicho que esta operación era de entrampamiento y que iba dirigida principalmente a enlodar a Gustavo Petro. Yo traté de indagar con mis fuentes en la DEA, pero no tuve mayor suerte. Tampoco he podido hablar ni con el hermano de Piedad Córdoba ni con las dos personas que fueron capturadas en la operación.

Lo que sí es cierto es que a Gustavo Petro lo están acechando.  Sus enemigos han encontrado en Piedad el flanco más vulnerable de su campaña y ella, que es un manojo de contradicciones, les está ayudando. Cada vez que insiste en negar cualquier relación con Alex Saab pese a que hay evidencias de sobra que dicen lo contrario, cada vez que defiende a Maduro sin hablar de las redes de corrupción, vuelve más vulnerable a Gustavo Petro. Debería renunciar a su puesto en la lista del PH antes de que los demonios que está reviviendo se la devoren. Petro debería darse esa pela.

Con Piedad o sin Piedad, la realidad es que hay un sector del poder en Colombia que quiere frenar a como dé lugar la candidatura de Gustavo Petro. Sus pasos de bestia grande ya se empiezan a sentir.  Cuídese, Petro.  Lo tienen en la mira.

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