Robo de energía en el Caribe: ¿un problema sin solución?
17 Abril 2024

Robo de energía en el Caribe: ¿un problema sin solución?

Más allá de la difícil situación que afrontan los usuarios por el alto costo del servicio, las empresas operadoras señalan que el robo de energía también tiene una alto impacto en el precio final.

Crédito: Foto Pablo David

La ciudadanía reclama acciones urgentes por parte de las autoridades locales y nacionales debido al grave impacto social y económico del alto costo del servicio de energía en esta región. ¿Cuánto pesa el robo de energía en estos sobreprecios?

Por: Rainiero Patiño M.

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El problema alrededor del servicio de energía en la Región Caribe se ha convertido en una suerte de avalancha que parece ser indetenible. La conjugación entre los viejos problemas de la red heredados por los antiguos operadores, las fallas en el servicio y las altas tarifas de las facturas son una explosiva fórmula que ha generado, incluso, masivas protestas en diferentes ciudades.

Buscar soluciones al problema y su impacto general en diferentes sectores sociales y de la economía no da espera. Uno de los puntos principales que los representantes de los usuarios piden revisar es la ecuación por medio de la cual se establece el precio final. “Pagamos la luz o comemos”, es una de las consignas más escuchadas por estos días en las calles.

Más allá de los altos precios que se generan por la cadena de producción y distribución, otro de los factores que encarece las facturas, figuran los robos o fraudes que algunos ciudadanos hacen al sistema con diferentes y “creativas” técnicas, que van desde la instalación de redes paralelas o la realización de pequeñas obras de ingeniería casera”.

En esa cadena también se presentan pérdidas, algunas de ellas técnicas, las que se producen de manera normal en la red, actualmente llegan al 11 por ciento. Y a esto se suma un 21 por ciento que se da por defraudación o robo de energía; es decir, que la gente la consume sin pagarla.

En este momento las pérdidas de energía que se registran, por ejemplo, en el Atlántico, Magdalena y La Guajira equivalen a un 11 por ciento de pérdidas técnicas y un 15 por ciento de pérdida adicionales: se pierden 120 pesos por robos o fraudes. Los operadores, como Air-e, que tiene a cargo tres departamentos de la región, dicen que para mejorar los indicadores trabajan, incluso con campañas pedagógicas, en contra del delito de robo de energía, porque esto termina encareciendo las facturas, incluso para aquellos ciudadanos que no roban.

Las estrategias para solventar el robo, sin embargo, podrían ser simples pañitos de agua tibia para un problema tan grave. Por eso, la ciudadanía ha venido reclamando acciones y medidas puntuales de parte de las autoridades locales y nacionales, que hasta ahora parecen hacerse los de la vista gorda.

 

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