Wilson, el perro comando que encontró a los niños y al que ahora todos quieren encontrar

En la primera foto conocida de Wilson se le ve con la mirada de cachorro vacilante y con un pañuelo amarillo amarrado a su cuello. A esa edad, no superior a los tres meses, distinguir entre un cachorro y otro no es fácil, por eso los adiestradores les ponen distintivos de colores a los perros para saber cuál es cual.

Por pura casualidad los adiestradores escogieron un pañuelo amarillo para identificar a Wilson de sus hermanos. Quienes creen en los significados de los colores aseguran que el amarillo es el color de la suerte, suerte con la que espera contar el equipo de avezados militares que ahora busca a Wilson entre la maraña y el rastrojo de la selva de Guainía, una de las más espesas y adversas del mundo.

No todos los perros tienen el mismo temperamento, de una camada que puede tener entre 8 y 10 ejemplares probablemente solo uno se convierta en un rescatista espectacular, con suerte a veces dos.

Los perros como Wilson son sometidos a exigentes pruebas y entrenamientos, son perros que no se desestabilizan fácilmente y permanecen imperturbables hasta alcanzar lo que sus adiestradores  piden. Finalmente eso es lo que los motiva, complacer a su amo. Los belga malinois son perros extremadamente fieles y suelen profesar obediencia a un solo guía.

Wilson es un pastor belga Malinois, dicha raza es originaria de la ciudad belga de Malinas. Cómo otras razas de trabajo son perros criados y adiestrados para tareas específicas.

Como su nombre lo indica los pastores belga eran utilizados para labores de pastoreo, cuidado y conducción de rebaños. Pero con el paso de los años, las extraordinarias habilidades de estos caninos, hicieron que sus adiestradores los entrenaran para otras tareas como guardia y búsqueda.

“ Es un perro pastor más pequeño y más delgado, lo que lo hace muy ágil. Tiene un olfato bastante bueno, son magníficos rastreadores y tienen un estado físico envidiable. Para que un belga malinois se canse es algo complicado. Son excelentes en labores de guardia y protección. Son perros enormemente fieles a su amo, de hecho son de un solo amo. Son fáciles de entrenar, por eso se utilizan para labores de defensa, búsqueda antidrogas y rastreo” le explicó a CAMBIO el veterinario Guillermo Forero.

Wilson nació y fue entrenado por la Brigada de Ingenieros Militares del Ejército. Desde hace 27 años el Ejército Nacional trabaja en el entrenamiento de perros para labores de seguridad y rescate, de hecho es una de las fuerzas armadas del mundo con mayor número de binomios caninos. Como binomio canino se conoce la dupla entre perro y adiestrador. En total 17.000 binomios de este tipo han sido entrenados por el Ejército colombiano.

El entrenamiento de un perro de este tipo dura entre 12 y 14 meses y existen cinco especialidades, detección de sustancias, desminado humanitario, rastro e intervención, rastro específico y búsqueda y rescate.

Wilson, al igual que su colega Ulises, se graduó en rastro e intervención. Esta especialidad tiene 14 meses de entrenamiento y son perros capaces de descender con su adiestrador desde un helicóptero, al igual que en soga y rapel. También reciben entrenamiento en superación de obstáculos y trabajan con destreza tanto en el campo cómo en la ciudad. Son lo más parecido a un Rambo perruno.

Los históricos hallazgos de Wilson y Ulises

El pasado 1 de mayo la avioneta Cessna C206 tripulada por el capitán Hernando Murcia Morales se fue a tierra. En la última transmisión enviada el comandante de la aeronave alertaba “mayday, mayday, tengo el motor en mínimas”. Después no se supo más.

Inmediatamente se iniciaron las labores de búsqueda en la zona y 15 días después Wilson encontró los restos de la aeronave.

Allí estaban los cadáveres de tres adultos, incluyendo el de la madre de los niños, de los cuales no había rastro alguno. Pero seguir el rastro es la especialidad de Wilson, dos días después en medio de la maraña encontró el tetero de Cristin, la niña más pequeña.

El país apenas podía darle crédito al hallazgo, que los niños hubieran sobrevivido y que estuvieran solos y avanzando por la selva era una historia difícil de creer. Ulises, el otro compañero de promoción de Wilson encontró también un improvisado cambuche fabricado por los niños  para guarecerse de las inclemencias de la feroz selva.

En este tipo de trabajos los perros no van al lado de su guía. A ellos se les da un objeto con el olor de la persona que buscan y se arrojan presurosos a encontrar su objetivo. Ulises fue dado de alta de la operación porque hace unos días fue encontrado deshidratado y vomitando.  Pero de Wilson nada se sabe. Sus guías que confían en su tesón y pericia tenían la sospecha de que seguramente estaban con los niños.

Los rescatistas encontraron a los menores pero a Wilson no.

Wilson jugó con los niños

Sin embargo, la tesis de los guías tenía mucho de razón. En rueda de prensa en el Hospital Militar, la directora del ICBF Astrid Cáceres reveló que Lesly, la mayor de los niños, dijo que Wilson estuvo con ellos y que incluso jugaron con el animal, que después se perdió de nuevo en la selva. Comunidades indígenas en la zona lo han visto y también un grupo de rescatistas de la Defensa Civil que intentaron atraerlo con juegos pero el perro siguió su camino.

Todo indica que Wilson está desorientado y el tiempo corriendo en su contra.

La operación esperanza continúa

El general Pedro Sánchez quien lidera el Comando Conjunto de Operaciones Especiales, aseguró “Wilson es un comando y a un comando no se le deja atrás”. Hace cinco días llegó un equipo de experimentados militares a relevar a sus compañeros. Ya encontraron a los niños pero su misión continúa. Son 106 militares que ahora deben rastrear y encontrar al quizá mejor perro rastreador del país.

Saben que Wilson está desorientado y dando vueltas. El ejército ya dispuso veterinarios en la zona para atender al valiente peludo en la eventualidad de que lo encuentren.