Crédito: Fotoilustración de Yamith Mariño
¿Todos quieren con Yahir Acuña?: el alcalde investigado por paramilitarismo que ahora es gurú de la seguridad urbana
Si hay un alcalde con cuestionamientos en Colombia es Yahir Acuña. Las investigaciones en su contra por presuntos nexos con el paramilitarismo han golpeado su imagen a nivel nacional. Sin embargo, en menos de un año como mandatario de Sincelejo, Acuña se convirtió en un 'experto' de la seguridad apoyado en algunas estrategias polémicas y cifras con matices.
Por: Redacción Cambio
Una búsqueda rápida en la web o en la memoria de cualquiera sobre el nombre de Yahir Acuña quizás genere una avalancha de adjetivos; investigado, cuestionado, polémico y controversial son algunos de ellos. Sin embargo, al negrito -como lo conocen en Sucre- eso no le impidió ganar el año pasado la Alcaldía de Sincelejo, una ciudad que, según dice Acuña, hoy es la más segura del país.
Al menos una vez a la semana, Acuña aparece en fotos y videos con gorra y rodeado de militares y policías. La seguridad se convirtió en su estandarte y en la clave de su popularidad. Incluso por encima del fútbol, pues se llevó a Águilas Doradas a jugar a la capital sucreña.
Según algunas encuestas, replicadas por la misma alcaldía y hechas por firmas de la región, la popularidad de Acuña iguala o hasta supera la de otros mandatarios del Caribe, como la del mismo Alejandro Char. En esos sondeos, el alcalde de Sincelejo no baja de 80 por ciento de aprobación.
Incluso, en agosto pasado el ministro de Defensa, Iván Velásquez reconoció que Sincelejo es la única capital de la región Caribe que ha disminuido las cifras de homicidio en lo que va de 2024 a diferencia de Barranquilla, Cartagena, Montería, Valledupar, Santa Marta y Riohacha.
Acuña no perdió la oportunidad para sacar pecho por su gestión en la capital de Sucre a propósito de las declaraciones del ministro.
Lo paradójico es que, dos meses antes, el mismo Velásquez le pidió al alcalde Acuña desmontar el polémico bloque de seguridad que montó; un grupo de hombres motorizados y vestidos de negro que patrulló la ciudad durante varios días generando revuelo nacional.
“La Alcaldía de Sincelejo debe desmontar de inmediato este ‘frente de seguridad’, que nos devuelve a épocas superadas del paramilitarismo, precisamente en una región que sufrió sus más graves impactos”, escribió el ministro en su cuenta de X.
Acuña explicó que se trataba de un grupo de exmilitares y expolicías dedicados a cuidar los parques de la ciudad y no todos estaban armados. Pero las investigaciones en su contra por supuestos nexos con paramilitares alimentaron las críticas al alcalde y excongresista.
La luna de miel de Acuña con la seguridad urbana
La salida en falso del bloque de motorizados no le impidió a Acuña seguir con el autobombo de su modelo de seguridad. Por ejemplo, a comienzos de agosto, en una llamativa rueda de prensa y hablando frente a un backing publicitario gigante con una fotografía suya entre uniformados de la Fuerza Pública, dijo que “Sincelejo se posiciona como la ciudad más segura del país”.
En ese acto, junto a los altos mandos de la Policía local, Acuña mostró un comparativo de cifras entre el periodo enero-julio de 2023 y 2024. Según la información divulgada, la mayoría de los siete delitos de mayor impacto registraron bajas importantes en la ciudad.
Entre estos fueron destacados los homicidios intencionales que, según esas cifras, bajaron de 97 a 39 casos; es decir, el 64,9 por ciento. Además, la extorsión pasó de 30 a 26 casos; el hurto a comercios de 174 a 98 casos; el hurto a residencias de 137 a 90 casos, con una reducción del 34,3 por ciento, mientras que el hurto a personas pasó de 877 a 438 casos.
El mandatario insistió en que esa reducción es el resultado de una combinación de estrategias, como la colaboración armónica entre las distintas instituciones, la activación de cámaras, la iluminación de puntos claves, la instalación de botones de pánico y alarmas y servicios de vigilancia, el trabajo de inteligencia, el cerramiento de lotes enmontados, los programas sociales comunitarios, los patrullajes permanentes y, principalmente, las acciones del denominado Bloque de Búsqueda contra el Multicrimen, especialmente contra las bandas.
Incluso, para no dejar cabos sueltos y fortalecer la convivencia ciudadana, Acuña ha impulsado -entre otras estrategias- el retorno del Manual de Urbanidad de Carreño, una guía publicada por primera vez en 1853 para comportarse ‘bien’ en público y en privado.
Luego, a finales de agosto el mayor Walter Rangel, comandante de la Estación de Policía de Sincelejo, y el alcalde, entregaron un nuevo balance comparativo y dijeron que la disminución de los homicidios intencionales llegó al 64,7 por ciento.
Así, las ruedas de prensa para anunciar cifras se han vuelto un ritual casi que quincenal para Acuña. La comparación de cifras y la celebración de la disminución de estas entre 2023 y 2024 ha sido de lo más cantado en Sincelejo en lo que va del año, sobre todo en el tema de homicidios.
Sincelejo: ¿seguro que es tan segura?
Sin embargo, aunque las reducciones en las cifras son reales, hay que tomar los porcentajes con pinzas y con algunas precisiones. El motivo principal es que Sincelejo vivió el año pasado una situación de orden público excepcional, la cual fue documentada por las mismas autoridades locales.
La historia dice que una guerra sanguinaria entre el Clan del Golfo y la banda local conocida como Los Norteños provocó en las calles de Sincelejo un aumento del 73 por ciento en los casos de homicidios, disparándolos de 89 en 2022 a 154 en 2023, provocando una tasa de 50,6 homicidios por cada 100.000 habitantes.
El enfrentamiento en las calles, generado por la negativa de Los Norteños a seguir pagando comisión a sus antiguos exjefes y la lucha despiadada por el control de las rentas ilegales, dejó 52 muertos entre ambos bandos e hizo que Sincelejo entrara en el puesto 25 de las ciudades más violentas del mundo, según el ranking de la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (CCSPJP).
Para algunos, la disminución del número de homicidios no es más que el reflejo del triunfo y dominio actual del Clan del Golfo sobre las otras estructuras criminales y sobre el territorio. Y la fama del modelo de Acuña no es más que “una campaña mediática”, construida por el mandatario y respaldada por algunos altos mandos de la Policía local. Una fuente que ha investigado durante años el tema de seguridad en Sincelejo, quien prefirió guardar el anonimato, le dijo a CAMBIO que todo es “una falacia”.
La fuente fue más allá y señaló que, entre otras cosas, se habla de un acuerdo privado entre la alcaldía de Acuña y los líderes de distintas bandas de Sincelejo, para entregarle dinero a cambio de que no cometan crímenes.
“Hay reiteradas denuncias que jóvenes miembros de reconocidas pandillas y bandas son citados al teatro municipal José Luis Quessep, después de la 10 de la noche, para hacer reuniones en las que se les entrega dinero. Pero, eso no sale en los medios, porque aquí nadie habla de eso, hay mucho miedo”, contó la fuente investigadora.
En su relato, el experto en el tema de orden público en Sincelejo señaló que, contrario a lo que se vende en los titulares, en las calles principales de la ciudad “casi no se ve a la Policía patrullando”, pero, la ciudadanía vive “en un estado de terror muy parecido al de los años más terribles del paramilitarismo”.
“La gente de la zona sur, en donde se concentra la mayor pobreza, dice que se está armando una ‘bomba de tiempo’, porque algunos de estos jóvenes estarían usando el dinero recibido para comprar más armas”, explicó al referirse a los supuestos acuerdos del alcalde con las bandas locales.
El alcalde ha rechazado tajantemente esos señalamientos de un pacto con la criminalidad para permitir una especie de 'paz armada' en Sincelejo.
Por su parte, un periodista local, quien también pidió la reserva de su nombre para salvaguardar su integridad, aseguró que “hay que reconocer la reducción de las cifras de criminalidad en la ciudad, pero la delincuencia no desapareció de Sincelejo ni de Sucre, la pregunta es: ¿a dónde se fueron y en qué están trabajando en silencio?”.
El investigador Luis Fernando Trejos, de la Universidad del Norte, afirma que los cuestionamientos frente al modelo de seguridad sui generis propuesto por Acuña tienen relación también con su pasado por investigaciones por señalados vínculos con el paramilitarismo y, en este sentido, “se ha generado la percepción en parte de la ciudadanía de que el mandatario tiene interés en promover nuevamente grupos de justicia privada”.
Trejos también dijo que lo que se debería esperar de un mandatario es que apunte a fortalecer la Policía Nacional y las demás instituciones oficiales, no que contrate a un grupo de seguridad privada para que preste funciones policiales: “También llama la atención que algunos mandatarios locales, han manifestado su intención de copiar el modelo de Sincelejo, aunque después algunos hayan reculado o cambiado de opinión. Y esto se puede deber al gran costo político que implicaría este tipo de medidas”.
El académico se refiere al anuncio que hizo hace unas semanas el gobernador de Bolívar, Yamil Arana, sobre replicar algunos “métodos” del modelo de seguridad de Sincelejo.
El anuncio -que agradeció el mismo Acuña- generó críticas y cuestionamientos en medios regionales a la Gobernación de Bolívar, pues el fantasma del famoso grupo de motorizados de Sincelejo sigue rondando. La polémica obligó al secretario de Seguridad del departamento, Manuel Berrío, a aclarar que no se va a replicar el modelo de Acuña.
“Nosotros desde la Secretaría de Seguridad no tenemos interés alguno en implementar el modelo de seguridad de Sincelejo. Estuvimos en Sincelejo porque es una ciudad que en 8 meses ha mejorado sus indicadores de seguridad y convivencia ciudadana. Estuvimos escuchando los avances que ha tenido una administración municipal”, dijo Berrío.
A pesar de la echada para atrás de Arana, el modelo de Acuña no ha dejado de ser atractivo para otros mandatarios, no solo en seguridad sino también otros programas como el Programa de Alimentación Escolar, elogiado por el alcalde de Cartagena, Dumek Turbay.
Está por verse si las polémicas del alcalde de Sincelejo le permiten seguir consolidándose como el mandatario referente del Caribe colombiano. La hora de la verdad para Acuña llegará cuando tenga que comparar sus propias cifras de seguridad y, entonces sí, mirarse al espejo.