Así nacieron las empresas más grandes del mundo

Apple: así nació la manzana global

La empresa de la omnipresente manzana tiene el histórico honor de ser la primera en alcanzar un valor de mercado de tres billones de dólares, lo que equivale a la suma del producto interno bruto de la mitad más pobre de todos los países del mundo. Apple, que es hoy un gigante de tecnología e innovación, nació en un garaje. 

En 1971, Steve Wozniak, un veinteañero que desde pequeño se interesó por la electrónica, diseñó junto a su vecino, Bill Fernández, su primera computadora, a la que llamaron Cream Soda. Wozniak, quien ya trabajaba para Hewlett-Packard, mostró a sus superiores su invento, pero estos no le dieron importancia y lo dejaron en libertad para desarrollarlo por su cuenta.

Para esto, Wozniak y Fernández invitaron a Steve Jobs, a quien conocieron en la Homestead High School, en Cupertino, y los tres eran miembros del club informático Homebrew Computer Club. Jobs de inmediato vio una oportunidad de negocio, así que unieron esfuerzos y creatividad para diseñar la computadora llamada Apple I, presentada en 1975. Para financiar el desarrollo, Jobs vendió su carro y Wozniak su calculadora programable HP.

Así, montaron su taller en el garaje de la casa de la familia Jobs, ubicada en el 2066 de la calle Crist Drive de Los Altos, California. Allí produjeron unas 200 unidades de la Apple I, que vendieron sin mucho esfuerzo en tiendas de electrónica locales a 666,66 dólares cada una.  

Amazon: el rey del e-commerce

Al igual que Apple, Amazon nació en un garaje en Seattle, Estados Unidos, en 1994. En ese entonces, Jeff Bezos, quien todavía tenía algo de cabello, decidió renunciar a su cargo como vicepresidente en la empresa de gestión de inversiones D.E. Shaw and Co para dar el salto a las ventas digitales, atraído por las altas expectativas de crecimiento que mostraba el sector en aquellos años.

Entonces, hizo un análisis de los productos con mayor potencial de comercialización on line, y finalmente se decidió por los libros. Junto a su esposa MacKenzie Scott –hoy divorciados– y con un capital de apenas 10.000 dólares convirtió en bodega el garaje de su casa en el barrio West Bellevue de Seattle.

El 5 de julio de 1994 abrió su tienda de libros en línea con el nombre de Cadabra, pero al poco tiempo descubrió que esa palabra se confundía con “cadáver”, así que lo reemplazó por Amazon. El crecimiento fue exponencial, dándole razón a los análisis de negocio hechos por Bezos: en 1996 la tienda ya acumulaba más de 2.000 visitas diarias, en 1997 salió a bolsa de valores a 18 dólares por acción (hoy cada título vale 138 dólares), y en 1998 la revista Time nombró a Bezos como Persona del Año por popularizar las compras en línea.

Actualmente, el emprendedor de Seattle es uno de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna de 163.000 millones de dólares, y su empresa Amazon tiene un valor global de mercado por encima del billón de dólares.

Tesla: el milagro eléctrico

A diferencia de los fundadores de Apple y Amazon, el dueño de Tesla, el sudafricano Elon Musk, ya era millonario cuando nació la compañía. De hecho, Musk ya había creado varios emprendimientos hiper exitosos que le dieron fama y fortuna desde muy joven.

A los 10 años ya sabía programar, a los 12 diseñó su primer videojuego llamado Blastar y a los 28 puso en el mercado su primer negocio multimillonario: la innovadora plataforma de pagos PayPal. El dinero que obtuvo con esta compañía le permitió convertirse en un inversionista de Silicon Valley enfocado en negocios de internet, energía y aeroespaciales.

Así fue como Musk conoció en 2003 la empresa AC Propulsion, que ya llevaba algunos años desarrollando tecnologías para vehículos eléctricos en California y que se encontraba probando las prestaciones de un innovador carro llamado TZero.

Musk se interesó en las investigaciones de AC Propulsion e invirtió en la empresa para impulsar un nuevo desarrollo: el Roadster, presentado en 2006 y que se convirtió en el primer éxito de la naciente Tesla, al aumentar la duración de las baterías y reducir los costos de producción.

AC Propulsion continuó operando en la sombra como fabricante de equipos para otras compañías. El TZero, por su parte, no pasó de ser un prototipo, pero fue el inicio de la revolución mundial de los carros eléctricos y de Tesla como la empresa líder. Y Musk no se ha detenido: en su portafolio, además de Tesla, suma SpaceX, Starlink, Neuralink, OpenAI y X –antes Twitter–, y en su cuenta bancaria ya acumula un capital de 192.000 millones de dólares.

Meta: del campus al mundo entero

Facebook tuvo su inicio en 2003, cuando Mark Zuckerberg era un joven estudiante de Harvard y tuvo la idea de crear una versión digital del anuario estudiantil que permitiera algunas interacciones. Es decir, una red social para su universidad. 

Una vez publicada la primitiva plataforma inicial, llamada Facemash, lanzaron una actividad que consistía en elegir a las personas más populares basándose en su físico. Con 22.000 visualizaciones en dos días a Zuckerberg se le encendió el bombillo.

Fue así como en 2004 The Facebook entró en funcionamiento escalando su éxito a las universidades de la llamada Ivy League –las más prestigiosas y elitistas de Estados Unidos– y luego, en septiembre de 2006, la plataforma se abrió a todo el mundo. Para 2009 ya era la red social más utilizada, dejando rezagada a MySpace y obligando a Twitter a cambiar su modelo.

Facebook Inc pasó a llamarse Meta en 2021, un nombre que cobija mejor su enorme ecosistema de negocios que incluye inteligencia artificial, publicidad online, bigdata y otras redes como Instagram y Whatsapp. Y el tímido Zuckerberg es hoy uno de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna calculada en 97.000 millones de dólares.

Google: la máquina de hacer millones

La historia de Google comenzó en 1995, cuando Larry Page cursaba su doctorado en Computer Science en la universidad de Stanford. En ese momento, la internet estaba en pleno crecimiento, surgían páginas nuevas cada segundo, y Page notó que este desarrollo desmesurado estaba trayendo también caos, y los motores de búsqueda del momento (Altavista, Yahoo!) se quedaban cortos.

Fue por eso que decidió enfocar su proyecto de investigación en la solución a una pregunta: ¿Cómo establecer una jerarquía entre todas las páginas web para que el motor de búsqueda arroje resultados más relevantes? La respuesta que encontró Page –con la ayuda de Sergey Brin, otro estudiante brillante que a sus 19 años trabajaba en data mining, y de Scott Hassan, profesor de la universidad y experto en programación– fue, al mismo tiempo, la semilla de Google: un extraordinario algoritmo que le puso orden a la internet, llamado Page Rank. 

Page y Brin salieron de Stanford con empresa nueva: Google, cuyo primer dominio fue google.stanford.edu. Para completar su primer servidor, como carecían de presupuesto, utilizaron piezas de Lego, y de allí surgieron los colores que se utilizan en el logo de la compañía, que hoy ha pasado a llamarse Alphabet y es la cuarta empresa más grande del mundo, con un valor en bolsa de 1,14 billones de dólares.

Peso a Peso, Paso a Paso es una colaboración periodística entre Cambio y Bancolombia para la educación financiera.