Cómo prepararse financieramente para la llegada de un bebé
- Noticia relacionada:
- Finanzas Personales
- Ahorro
La alegría de recibir a un nuevo miembro de la familia también trae sus angustias: pañales y teteros todo el día, noches en vela, visitas al médico, chupos, coches, juguetes, pañitos, compotas, cuentas y cuentas por pagar…
En nuestro país existe un refrán que dice que “cada niño nace con el pan debajo del brazo”, como un consuelo frente los golpes financieros de la paternidad. Pero quizá no sea tan cierto. La verdad es que el nacimiento de un bebé obliga a la familia a hacer ajustes profundos en su economía: reducir, gastar con inteligencia, ahorrar, planear el futuro…
Preparar las finanzas familiares para la llegada de un bebé es una tarea que requiere responsabilidad y organización. Por eso, acá encontrará algunos consejos que le ayudarán a enfrentar el gran momento.
Haga un presupuesto detallado
Este es el primer paso, que debería darse inmediatamente después de enterarse de la buena noticia. La recomendación es que haga primero un presupuesto detallando los gastos que requiere la llegada de un bebé a casa, y luego modifique el presupuesto general de la familia incluyéndolos.
Sea muy detallista al contabilizar los gastos del bebé y considérelos a corto, a mediano y a largo plazo. Por ejemplo, los rubros inmediatos son los que se registran desde el embarazo hasta los primeros meses, como atención médica y medicamentos, ropa, pañales, alimentación y otros suministros necesarios. En cuando al mediano plazo, ya no serán pañales sino quizá el cuidado del niño, el jardín infantil y los primeros pasos educativos; y a largo plazo entran asuntos tan importantes como el colegio y la universidad.
Contemple gastos únicos como la decoración de la habitación del bebé o la compra de la silla para el carro, así como gastos recurrentes como el seguro médico y educativo. Es importante hacer una investigación previa para conocer todos estos gastos de una manera realista.
Evalúe sus gastos actuales
Luego del presupuesto viene el ajuste. Si usted ya ha tenido hijos debe saber que este momento de la vida produce un inevitable desajuste financiero, y lo mejor para enfrentarlo es revisando los gastos mensuales y determinando en qué áreas puede recortar para hacer espacio para los nuevos gastos.
En este sentido, el primer esfuerzo debería ser priorizar el pago de deudas con intereses altos –como tarjeta de crédito–, adelantar en lo posible el abono a otros créditos y ponerse en contacto con las entidades financieras acreedoras buscando una mejora en las condiciones de sus créditos.
Ahorre con anticipación
Si su presupuesto se lo permite, empiece a ahorrar desde el día en que recibe la gran noticia. Tenga presente que su esquema financiero cambiará y que la llegada del bebé implica no solo gastos programados y recurrentes, sino además gastos extraordinarios e inesperados. Por eso, contar con una base de ahorro les dará a usted y a su pareja la tranquilidad necesaria: si van a pasar la noche en vela, que no sea por angustias de dinero.
Metas enfocadas al bienestar
Lo más importante de ahora en adelante es el bienestar familiar, por lo que la planeación financiera debe estar enfocada en cubrir no sólo necesidades básicas, sino además renglones como la salud, la recreación, las vacaciones, las herramientas tecnológicas y demás productos y servicios que pueden aportar al desarrollo de los hijos y la familia.
La mejor inversión que se puede hacer es la educación de los hijos. Por eso, incluso desde la llegada del nuevo integrante de la familia se puede comenzar el plan para garantizar su educación en el futuro, que puede incluir la toma de un seguro educativo o un ahorro programado.
Compre de manera inteligente
Un niño requiere muchas cosas: ropa, chupos, teteros, coche, caminador, cuna, ropa de cuna, elementos de aseo, juguetes, útiles de cocina… La lista es interminable y costearla puede ser imposible.
Por eso, póngale inteligencia a las compras. Por ejemplo, puede buscar descuentos y ofertas, recibir regalos y donaciones de familiares y amigos, o acudir a la compra de usados. Esta última opción es una práctica muy frecuente y en el mercado existen numerosas tiendas (físicas y online) que ofrecen todo de segunda mano y en perfectas condiciones.
La recomendación es restringir las compras para evitar lo innecesario. Muchos papás primerizos se dejan llevar por la emoción y la urgencia del momento, y terminan con montañas de artículos que nunca utilizan. Por eso, no tema pedir ropa heredada o accesorios en préstamo.
Hable de dinero con su pareja –y con otros padres–
Uno de los motivos de conflicto más frecuentes entre parejas con la llegada de sus hijos es el desajuste financiero, pues puede pasar que no se compartan las mismas ideas sobre la economía y el ahorro. Por eso, para conservar la armonía cuando más se necesita es fundamental tener conversaciones de pareja y llegar a acuerdos sobre el manejo del dinero.
Es importante tomar decisiones grandes: quién se quedará en casa cuidando al bebé, si es necesario mudarse a un espacio más grande, cómo se pagarán las deudas actuales… Por eso, además, no está de más pedir consejo a amigos o familiares que tengan más experiencia, ya sea como padres o en asuntos financieros.