La carrera contra el tiempo de la reforma a la salud

La reforma a la salud es el proyecto que más problemas le está dando al Gobierno Petro por la falta de respaldo de los partidos de la coalición y por los tiempos que cada vez son más cortos para su trámite en el Congreso.

El plan inicial del Ejecutivo fue citar a los congresistas a sesiones extraordinarias, que iniciaron el 6 de febrero pasado; sin embargo, para esa fecha todavía no se había radicado la reforma a la salud, por lo que el texto final no se conocía. Solo el 13 de febrero, una semana después, el proyecto fue radicado.

La situación ya había sido advertida por el presidente del Congreso, Roy Barreras, el 30 de enero de este año, después del consejo de ministros que se hizo en Villa de Leyva.

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“Desde hace siete meses les pedí a los ministros, a las ministras anunciadas y a la ministra de Trabajo que prepararan los textos. No tienen tiempo parta estar ahora apenas afinando los textos. Si tenemos la obligación de cumplir la directriz del presidente Petro de hacer las reformas sociales que el pueblo reclama, necesitamos que las radiquen el 6 de febrero para ganarnos mes y medio porque, si no, físicamente el tiempo no va a alcanzar”, sostuvo Barreras en ese momento.

Luego, en la sesión plenaria del 7 de febrero, Roy volvió a referirse al retraso de los ministros con la radicación de las reformas y dejó claro que por lo menos en un mes no se citaría a sesiones plenarias:

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“Si los necesitamos antes de marzo, maravilloso, pero como no están las reformas radicadas, digo, las reformas sociales, dependerá de que el Gobierno las radique. Por ahora, creo que nuestra próxima sesión plenaria será, quizá, en un mes”, dijo el senador con inconformismo.

La preocupación del Ejecutivo y de Barreras de aprovechar el periodo de extras para tramitar cuanto antes la reforma se hizo evidente en la insistencia del Gobierno de tramitarla como ley ordinaria, a pesar de la petición de varios congresistas de hacer el trámite como una ley estatutaria. El proceso como estatutaria habría impedido la discusión de la reforma en las sesiones extras del Congreso.

Sin embargo, el riesgo jurídico que corrió el Gobierno con esta decisión parece que cayó en saco roto, pues la reforma tendrá más retrasos de lo previsto.

Los tiempos se le aprietan cada vez más a la reforma a la salud

Al retraso de una semana en la radicación del proyecto se sumaron los días que tomó saldar el debate jurídico acerca de la pertinencia de tramitarlo como ley ordinaria, por lo que solo el 20 de febrero pasado sesionó la Comisión Séptima de la Cámara, en donde fue presentada la reforma a la salud, catorce días después del inicio de las sesiones extraordinarias.

En esa sesión, sin embargo, los comisionados aprobaron una proposición de varios representantes que supone un nuevo alargamiento en el tiempo de trámite. Se trata de la realización de seis audiencias públicas en varias ciudades del país con el objetivo de socializar el proyecto y recibir los comentarios de los ciudadanos y grupos de interés.

Según el cronograma aprobado, las audiencias se llevarán a cabo entre el 9 de marzo y el 17 de abril. Según la proposición, mientras no se realicen esas audiencias no se podrá radicar la ponencia del proyecto para su primer debate.

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“La convocatoria a audiencias públicas se hace con efectos de conocer de primera mano las consideraciones, observaciones, y aportes de las entidades, gremios y personas en quienes pueda incidir la propuesta legislativa del asunto”, dice la proposición.

Estos eventos se llevarán a cabo en Yopal, San José del Guaviare, Barranquilla, Cúcuta, Arauca, Mitú y Duitama. Los congresistas firmantes de esa preposición –encargados de coordinarlas– son los liberales Hugo Archila, Germán Rozo y Héctor Chaparro. También el conservador Alexander Quevedo y los militantes de Cambio Radical Betsy Pérez y Jairo Cristo.Camilo Ávila, del Partido de la U, tiene a su cargo la audiencia en Mitú. Todos los anteriores partidos han manifestado reparos y críticas a la reforma.

El presidente de la Comisión Séptima, Agmeth Escaf, le dijo a CAMBIO que, si bien este cronograma “será más amplio”, porque se van a hacer más audiencias en otros territorios, esto no afecta los tiempos de la reforma. El representante del Pacto Histórico expresó que van a aprobar la reforma a tiempo, “así toque trabajar de domingo a domingo”. Además, aseguró que sí es posible desarrollar el primer debate del proyecto durante la realización de las audiencias.

Sin embargo, para el representante del Centro Democrático Andrés Forero el plan del Gobierno es tramitar la reforma "a contrarreloj", pues quieren dejarla aprobada antes de finalizar el periodo legislativo en junio.

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"El tiempo es muy corto para tramitar una reforma tan sensible e importante y con unas posibles consecuencias tan graves. El Gobierno está equivocado y es posible que esto se demore mucho más. Es probable que ni siquiera salga de la Cámara en el primer semestre", dijo el congresista.

La reforma a la salud tendrá su primer debate en la Comisión Séptima antes de pasar a una segunda discusión en la plenaria de la Cámara de Representantes. Hasta el momento, ya se escogieron los ponentes y coordinadores del proyecto, quienes harán el trabajo de socialización regional en las audiencias públicas programadas. Después presentarán los informes de ponencia para el primer debate. Se espera que los informes estén listos a mitad de marzo, cuando empiecen las sesiones ordinarias del Congreso. Lo anterior supone que, para ese entonces, la reforma a la salud empiece a compartir agenda en la Comisión Séptima con otros proyectos, como las reformas alternativas que han presentado partidos como el Centro Democrático.

Según el marco normativo, entre el primer y segundo debate deben transcurrir por lo menos ocho días. Lo más probable es que la discusión se haga artículo por artículo y no en bloque, por lo que los debates en comisión y en plenaria serán extensas. El proyecto tiene 152 artículos y 65 páginas.

De ser aprobado en la Cámara, pasará a un tercer debate en la Comisión Séptima del Senado. Entre la segunda y la tercera discusión deben pasar por lo menos 15 días hábiles. Por último, ocho días después de su aprobación en la comisión, la iniciativa debe llegar a la plenaria del Senado. Además, hay que tener en cuenta la semana santa a mediados de abril, en la que seguramente no se citará a sesiones, y los debates de las otras reformas del Gobierno, como la laboral y la pensional.

También se está a la espera de la resolución a la acción de tutela interpuesta por varios representantes a la Cámara contra el presidente de esa corporación, David Racero, en la que piden que la decisión de tramitar la reforma a la salud como ley ordinaria o estatutaria sea tomada en la plenaria de la Cámara. La tutela ya fue admitida por el Juzgado 15 laboral de Bogotá y la decisión se debe tomar antes de finalizar esta semana.