La ‘olmedopolítica’ y las mociones de censura amenazan la reforma pensional

Crédito: Crédito fotografía: Colprensa.

4 Junio 2024

La ‘olmedopolítica’ y las mociones de censura amenazan la reforma pensional

La reforma pensional se prepara para su último debate en el Congreso de la república. Aunque está a un paso de pasar a sanción presidencial, el escándalo de la UNGRD y las maniobras de la oposición pueden precipitar su hundimiento por falta de tiempo.

Por: Andrés Mateo Muñoz

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En poco menos de 20 días se acabará el periodo legislativo. Si para ese entonces la reforma pensional está aprobada estaremos en presencia de un milagro político. Pero si, por el contrario, el proyecto está hundido, será el cierre de la legislatura más desafortunada para el gobierno de Gustavo Petro.

La ponencia para el cuarto y último debate de la pensional ya está radicada. Su discusión comenzará esta semana en la plenaria de la Cámara de Representantes y el Gobierno entra con mayorías gracias a sus acuerdos con el Partido Liberal y el Partido de la U. 

En los dos últimos debates de la pensional, esas dos bancadas fueron leales a lo acordado y no le negaron ni un voto al Gobierno. Algo parecido sucedió con los conservadores, quienes respaldaron el proyecto en el debate de la Comisión Séptima de la Cámara.

Sin embargo, el desafío está en que el Gobierno quiere hacer modificaciones de última hora al proyecto para que sea más fiel a la propuesta original y menos a la medida de los partidos tradicionales.

El ingrediente UNGRD puede amargar el trámite del proyecto

Hasta el momento, Olmedo López y Sneyder Pinilla, exdirectivos de la UNGRD, han limitado sus revelaciones a entrevistas con medios de comunicación. No han aportado pruebas contundentes, pero sí han sacudido a la opinión pública al lanzar algunos nombres de funcionarios y congresistas. Los representantes Wadith Manzur y Andrés Calle, así como los senadores Iván Name y Julio Elías han estado en boca de Pinilla y López. Todos han negado cualquier participación en el entramado de corrupción.

Aunque la justicia no está ni cerca de comprobar la responsabilidad de estos congresistas y otros más, en la política es a otro precio. La sospecha sobre los parlamentarios basta para que se pretenda marginarlos de las votaciones y frenar el trámite de las reformas. Por ejemplo, el Centro Democrático presentó una acción popular ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo para frenar el trámite de la reforma pensional y laboral hasta que no haya un pronunciamiento judicial sobre el escándalo de la UNGRD.

Si bien el recurso del Centro Democrático tiene pocas probabilidades de prosperar, no será el único camino para torpedear el debate de la pensional. Bancadas de oposición y otros interesados por fuera del Congreso alistan una avalancha de recusaciones en contra de varios congresistas. Con ellas pretenden que la Comisión de Ética evalúe si están impedidos para votar al estar nombrados en las entrevistas y matrices de colaboración de Olmedo López y Sneyder Pinilla.

Las recusaciones se han convertido en una de las armas utilizadas por la oposición y la coalición de Gobierno en medio de la disputa política en el Capitolio. Así pasó con el proyecto para prohibir las corridas de toros y en el debate de la reforma a la salud.

Cualquier ciudadano puede presentar una recusación en contra de un congresista. Estas deben pasar a estudio de la Comisión de Ética, quien decide si el recurso procede o no. Como es común, esa comisión no suele aprobar ninguna recusación. Sin embargo, el objetivo de la oposición no es ese. La idea es que se pueda frenar el debate lo suficiente para que la pensional se quede con los votos, pero no con el tiempo para aprobarse.

Según la agenda de la Cámara, el último debate de la pensional comenzará este 4 de junio. Por reglamento, el Gobierno tuvo que esperar una semana después de la aprobación en tiempo récord en la Comisión Séptima de la Cámara. Es decir, a la reforma pensional le quedan dos semanas para ser discutida, aprobada y superar la conciliación entre Senado y Cámara. Una carrera épica para alquilar balcón.

Además, la pensional no corre sola. La plenaria de la Cámara tiene cerca de 30 proyectos en cola y la tarea de elegir contralor junto al Senado. Cada congresista pujará para que sus proyectos no se hundan en la recta final y harán lobby por sus respectivos candidatos a ese órgano de control. 

Las mociones de censura

En el arsenal de la oposición también están las mociones de censura. En días pasados, se radicaron varias en contra de cuatro ministros. Los opositores ya citaron a cuatro y la bancada independiente a uno. Las cuentas van así:

  • El ministro de Defensa, Iván Velásquez
  • La ministra de la Igualdad, Francia Márquez
  • El ministro de Minas, Andrés Camacho
  • El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo (citado por la bancada independiente)
  • El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco (citado por la oposición) 

Los congresistas de la oposición han reconocido que, si bien las citaciones son para mostrar inconformidad con la gestión de estos funcionarios, también son una estrategia para frenar la reforma pensional. Así lo dijo el representante del Centro Democrático, Juan Espinal.

"No queremos que esta reforma pensional pase en la Cámara y vamos a utilizar todos los medios que nos habilita la Ley Quinta para que esto no sea una realidad", dijo Espinal.

Por ello, el malestar en el Pacto Histórico no tardó en manifestarse. Uno de los congresistas que se pronunció fue David Racero: "Meter cinco mociones de censura para sabotear la reforma pensional negándole la posibilidad a los adultos mayores de tener pensión, es la jugada más vil, ruin y baja que tiene el Centro Democrático y algunos de los que se llaman 'independientes'", dijo Racero.

Si bien el Gobierno todavía tiene el sartén por el mango en el Congreso, por lo menos con la reforma pensional, no tiene mucho tiempo para mantenerla en el fuego. Es probable que si la pensional no logra ser aprobada en esta legislatura, no vuelva a haber un ambiente político tan favorable como el de ahora en lo que le queda a la administración Petro.

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