Reforma a la salud: se enreda la fórmula para que reviva en el Senado

Aunque ya han pasado semanas desde que la reforma a la salud se hundió en la Comisión Séptima del Senado, su agonía se ha prolongado gracias a una inusual estrategia del Gobierno. Horas después de que se archivara el proyecto, los senadores Wilson Arias y Ferney Silva apelaron la decisión, un mecanismo contemplado en el reglamento del Congreso, pero poco utilizado.

Los argumentos de los dos senadores del Pacto Histórico se basan en que algunos congresistas de la comisión que hundió el proyecto, así como sus partidos, recibieron financiación por parte de EPS e IPS. Según Arias y Silva, los senadores que recibieron recursos de empresas con intereses en el sector salud estaban impedidos para votar la reforma a la salud. 

El presidente del Congreso, Iván Name, le dio trámite a la apelación y, como lo dice el reglamento, creó una comisión accidental para que estudie el recurso. Esa comisión estaba conformada por los presidentes de las siete comisiones constitucionales del Senado. 

Sin embargo, en la última semana tuvo su primera baja sin ni siquiera haber sesionado, pues el senador conservador Germán Blanco renunció a pertenecer a esa comisión. La razón de Blanco es que podría estar en un conflicto de interés porque su esposa es gerente de una IPS. Así las cosas, la comisión accidental tendrá seis senadores, ya que Blanco no será reemplazado. Los congresistas que definirán la suerte del proyecto son:

• Lidio García (Partido Liberal).
• Jaime Durán (Partido Liberal).
• Efraín Cepeda (Partido Conservador).
• Martha Peralta (Pacto Histórico).
• Juan Felipe Lemos (Partido de la U).
• Gustavo Moreno (En Marcha).

Las esperanzas del Pacto Histórico están puestas en la recién mejorada relación entre el Gobierno y el Partido Liberal, que ha permitido el avance de la reforma pensional. Si esa bancada decide apoyar mayoritariamente la reforma a la salud a cambio de modificaciones, el proyecto podría superar la comisión accidental.

Según el plazo que le dio Iván Name a la comisión, esta tiene que presentar un informe una semana después de ser instalada. Allí se decidirá si la apelación procede a discutirse en la plenaria o se rechaza. El problema para el Gobierno es que a la fecha la comisión no ha tenido su primera reunión. 

Además, según conoció CAMBIO, algunos senadores que conforman esta célula legislativa optarán por declararse impedidos y a otros los recusarán, como es el caso de Martha Peralta. La senadora del Pacto Histórico estaría impedida para pertenecer a la comisión accidental por haber participado en la votación que hundió la reforma a la salud.

Los impedimentos y las recusaciones tendrán que someterse a votación en la plenaria del Senado, lo que retrasaría el trámite por lo menos dos semanas más. Esa corporación tiene una congestión de proyectos entre iniciativas del Gobierno y de los congresistas.

Por ejemplo, después de terminar el trámite de la reforma pensional, el Senado tendrá que votar otra vez el informe de conciliación del Plan Nacional de Desarrollo por orden de la Corte Constitucional. Es decir, si la reforma a la salud revive, no le alcanzaría a superar su último debate en la plenaria del Senado antes del 20 de junio, por lo que de todos modos se hundiría.