SOAT en Colombia: ¿qué hay detrás del fracaso en descuentos a motos y otros vehículos?

El ministro de Transporte, William Camargo, sorprendió esta semana al país al advertir en un medio radial que el descuento en las tarifas del Seguro Obligatorio para Accidentes de Tránsito, SOAT, para motos y vehículos de servicios públicos podría ser eliminado, pese a que el ministerio de Hacienda había prorrogado la medida por un año más hace una semana. 

Para Camargo, es necesario revisar si ese descuento, que se estableció en enero de 2023 para aliviar la carga a los conductores de los vehículos en las categorías beneficiadas, ha servido para disminuir los índices de siniestralidad y las cifras de evasión que tanto afectan la financiación del sistema. 

Aunque el funcionario aclaró que es una decisión que le compete únicamente al ministerio de Hacienda y a la Superintendencia Financiera, dijo que se debe verificar el “correlato” que existe frente a la disminución de la siniestralidad o al aumento del recaudo por cuenta de más personas comprando el seguro obligatorio, ya que, hasta el momento, eso no se ha evidenciado. 

Lo dicho por el mintransporte va en la misma línea de opinión que tienen los expertos en movilidad, quienes aseguran que la medida “fracasó”. De acuerdo con las cifras de 2023, los accidentes de tránsito protagonizados por motociclistas aumentaron el año pasado; en cambio, la cobertura por no evasión se mantuvo estable.

¿Un incentivo perverso? Los números sobre accidentalidad en motos

Según el observatorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, ANSV, hasta noviembre del año pasado las muertes viales aumentaron en un 2,39 por ciento, pero las de los motociclistas lo hicieron en un 7,67 por ciento, con respecto a 2022. El informe detalla que todas las categorías bajaron frente al año inmediatamente anterior, menos las motos, que siguen representando un grave problema en materia de seguridad vial. 

Darío Hidalgo, profesor e investigador de transporte y logística de la Universidad Javeriana, le dijo a CAMBIO: “Las motos son el principal actor vial con fallecidos en la vía y el principal riesgo para peatones. Por esa razón, el SOAT descontado no es consistente con el mayor nivel de riesgo generado por los motociclistas. Al final, el incentivo es perverso”.

Hidalgo añadió que, si bien el Gobierno Nacional buscó, a través del mecanismo de descuento del seguro, una compensación focalizada por el aumento de precio de gasolina, también esperaba que aumentara el número de propietarios que pagan el SOAT. “Esto segundo no ocurrió y al final quedó un desbalance entre el costo de las atenciones y los ingresos por concepto de esa póliza”.

El experto opina que fue una medida populista para evitar las reacciones negativas de los moteros y taxistas, pero que terminó afectando a los propietarios de carros particulares, quienes absorbieron el mayor costo del SOAT, aunque generaran un riesgo menor. 

Según los datos de la ANSV, los motociclistas representan el 62 por ciento de los muertos en las vías. En total, Colombia registra un promedio de 22 muertos viales cada día, de los cuales 14 son conductores de motos. Ese panorama, para Hidalgo, es grave si se tiene en cuenta, además, que el 44 por ciento de los 1.593 de los peatones fallecidos por siniestros viales murieron en interacciones con esa clase de vehículos. 

Este no es un fenómeno exclusivo de Colombia. En América Latina y el Caribe las motocicletas representan más de la mitad del parque automotor; y, según el más reciente reporte anual de seguridad vial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, durante la última década la región registró un incremento de siniestros con motociclistas involucrados y superó la media mundial de fallecimientos en ese tipo de transporte. 

El caso de Colombia es más grave. Según la OCDE, la tendencia de los últimos diez años muestra que en nuestro país se ha incrementado el número de fallecidos en un 50 por ciento, mientras que en la región el incremento llega al 20 por ciento durante el mismo periodo. 

Por eso, para Stalin Rojas, director del observatorio de logística y movilidad de la Universidad Nacional, el aumento en las tarifas del SOAT debe hacerse y para todos por igual porque el objetivo de este seguro es cubrir los costos de atención en salud, que también suben anualmente. 

El experto coincide en que la estrategia del Gobierno de darle un subsidio o un beneficio a algunas categorías no funcionó porque no hay mayor cobertura, la venta de pólizas no ha aumentado, el número de siniestros ha subido, los ingresos no se han incrementado y, en cambio, sí hay más costos para el sistema de salud: “Si se sigue haciendo lo mismo, no se podrán obtener resultados diferentes en 2024”.

¿Qué alternativas hay para que el SOAT sea, de verdad, obligatorio?

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Rojas propone que el mecanismo para evitar la evasión y aumentar la  cobertura, sea el de incorporar el SOAT en la compra de las motos. Aunque es consciente que de esa forma se podría encarecer el valor de dichos vehículos, dice que esa es la única forma para garantizar que todos los motociclistas cumplan con la obligación de tener su seguro para accidentes. 

“La palabra obligatorio debe empezar a tener sentido y por eso hay que tomar medidas para que todo el mundo cumpla. Por ejemplo, para las renovaciones anuales, se debe pensar en controles en vía mucho más fuertes, también en multas más agresivas o incluso que el SOAT llegue a los hogares como una especie de impuesto predial o una factura que no se puede dejar de pagar”.  

El debate por la continuidad del descuento en las tarifas del SOAT sigue vivo. En contravía de lo que opina su colega de transporte, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y el superintendente financiero, César Ferrari, consideran que se debe mantener el descuento para aquellos sectores que han resultado tan afectados con la situación económica nacional. 

Esa fue la razón para prorrogar el subsidio, pese a que diferentes estudios han considerado que es antitécnico y que le costó al país un poco más de 850.000 millones de pesos el año pasado. 
 
Por su parte, Gustavo Morales, presidente de Fasecolda, dijo que ya hay instalada una mesa institucional en donde se están revisando los temas de fraude, evasión y las medidas que se tomarán para reducir los índices de siniestralidad vial en Colombia, que, como está visto, superan en mucho a los del resto de la región.