Con serenata a Fico y llamado a “resistir”: Vicky Dávila inició su gira en Medellín haciendo equilibrismo entre la campaña y el activismo

“¿Cuál es su vallenato favorito?”: esa fue la pregunta más incómoda que le hizo Vicky Dávila al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, durante más de una hora de entrevista. El resto de la charla fue un ir y venir de elogios y oportunidades para que el mandatario de la segunda ciudad más importante del país presentara los logros de sus primeros ocho meses de administración. 

Y como si faltaran dudas, al final de la conversación Dávila sorprendió a Gutiérrez con una serenata de un trío de cuerdas que interpretó “Soy Colombiano”, el bambuco de Garzón y Collazos. Ambos cantaron abrazados y animaron al público a unirse al coro. “Le traje un regalito”, dijo la periodista antes de darles paso a las guitarras.

Sí, todo esto pasó en un foro que -desde antes de realizarse- parecía estar más cerca de un evento proselitista que de una iniciativa periodística. Tantas fueron las especulaciones, editoriales de otros medios y columnas críticas contra la directora de Semana, que en cuanto ella entró al auditorio Fundadores de la Eafit, tocó el tema con el micrófono en la mano, aprovechando una pausa de la transmisión virtual.

“Quiero dejarles sembrado un mensaje en su corazón: yo estoy aquí como periodista, como lo que soy; una periodista con 33 años de carrera profesional. Pero una periodista que no es indiferente en medio de la circunstancia que está viviendo el país”, dijo Vicky Dávila.

Las palabras de Dávila se mezclaron con los aplausos y vítores de los asistentes al evento. Contratistas y funcionarios de la Alcaldía de Medellín, de Comfama, empresarios, concejales gobiernistas, estudiantes curiosos y militantes del Centro Democrático y Creemos, el movimiento político de Federico Gutiérrez. 

Todos esperaron durante tres horas para que llegara Vicky, por lo que los paneles que la precedieron solo fueron anécdotas. Al fin y al cabo, la personalidad superó al medio y por ello el evento se promocionó en los días previos como #VickyPorColombia.

En las primeras filas estaban, por ejemplo, Jaime Arizabaleta, militante del uribismo y activista digital, quien llegó al evento solo a ver la entrevista de Vicky a Fico y saludar a la directora de Semana. Lo propio ocurrió con Andrés ‘el Gury’ Rodríguez, concejal del Centro Democrático, y Santiago Perdomo Montoya, de Creemos. 

Al evento también llegaron otras voces influyentes entre los sectores de derecha en Antioquia, como Carlos Mario Estrada Molina, exdirector del Sena en el gobierno Duque y exdirectivo de empresas como Epm, Colpatria, Teleantioquia y Av Villas. En el auditorio también se vio a Marco Antonio Velilla Moreno, exmagistrado del Consejo de Estado, quien es uno de los 22 aspirantes para ser el candidato de la Corte Suprema para reemplazar a Margarita Cabello en la Procuraduría.

El auditorio también contó con la presencia de parte de las bases del uribismo y del fiquismo -si es que aquello existe-. Ediles, edilesas y otros líderes del Centro Democrático y Creemos permanecieron en sus sillas durante todo el evento. 

“Vine a ver a Vicky, me gusta como candidata pero se tiene que medir con los otros del partido”, le dijo a CAMBIO *Clara, una militante uribista que asistió al foro. Para ella tener el aval de ese partido implica “primero dar la pelea” con otros que vienen calentando motores como Paloma Valencia, Paola Holguín, María Fernanda Cabal y Miguel Uribe Turbay.

Y aquello no es una mera especulación de una militante entusiasta. La misma Vicky Dávila -antes de subirse al escenario- le dedicó un trino al senador Uribe Turbay, criticó una de sus publicaciones y aprovechó para hablar de jornada laboral, innovación y emprendimiento. Carambola de tres bandas.

Otro simpatizante del partido de Álvaro Uribe dijo: “Vicky no me convence, no podemos tener memoria corta en el partido. Pero si el presidente Uribe dice que es ella, será ella”.

Lo cierto es que no hay nada cierto. Es decir, nadie tiene la certeza de que Vicky será candidata, y si lo es, por cuál ruta lo hará ¿Un partido o una recolección de firmas con vaca incluida para conseguir recursos? 

Más allá de eso, la primera parada de Vicky en Medellín no es una coincidencia. Antioquia y su capital se convirtieron en símbolos de resistencia al gobierno de Gustavo Petro. El gobernador del departamento, Andrés Julián Rendón, y el mismo Fico no han huido a las confrontaciones con el presidente. “Yo no me voy a dejar desconcentrar, tenemos claro para dónde vamos”, dijo el alcalde.

Por ello, tanto Fico como Vicky hicieron de la palabra “resistencia” un mantra del evento. “Si Medellín y Antioquia resisten, Colombia se salva”, dijo Gutiérrez, mientras que Dávila apuntó: “Tenemos que resistir. Ya hay un daño, viene más daño pero de esta vamos a salir, vamos a salir unidos”. 

Lo paradójico es que -en estos tiempos de campaña prematura- los sectores de oposición siguen fragmentados, mientras que Vicky toma la delantera arropada en la ambigüedad de su rol como “periodista que no es indiferente”, tal como ella se define.

La primera estación en Medellín dio una muestra de lo que la gira nacional de Dávila puede significar: un posicionamiento "sin querer queriendo" para 2026 y con una relación costo-beneficio muy favorable, pues, como lo demostró el caso de la capital paisa, la plataforma fue patrocinada por la alcaldía, Epm, Confama y el Área Metropolitana.  

Vicky por Colombia ya arrancó, pero nadie tiene claro en dónde y en qué va a terminar.