Hay un nombre que se viene escuchando en los corrillos del poder y que sirve para abrir puertas. Se trata de Andrés Sarabia, un joven cristiano de no más de 26 años y a quien la vida parece haberle cambiado desde que Gustavo Petro llegó al poder y decidió depositar toda su confianza y su gobierno en Laura Sarabia, su todopoderosa hermana.
Andrés era un joven de clase media, hijo de una familia de oficiales de la Fuerza Aérea. Tras un fugaz intento por seguir los pasos de su padre, se retiró de la Fuerza Aérea y entró a estudiar administración de empresas en el Politécnico Grancolombiano. Siguiendo los pasos de su hermana, Andrés hizo sus primeros pinos en la UTL del entonces senador Armando Benedetti. Allí ocupó el puesto que dejó su hermana en enero de 2022 cuando ella renunció y se fue a trabajar con Benedetti, quien acababa de ser nombrado jefe de campaña de Gustavo Petro. Andrés duró en esa UTL hasta que se terminó la legislatura.
Habiendo ya conocido los hilos del poder, pidió pista entre los nuevos congresistas que formaban parte de la alianza que había llevado a Gustavo Petro al poder. Recomendado por Andrés Hernández, que era el jefe de comunicaciones de Gustavo Petro y mejor amigo de Sarabia, aterrizó en la UTL de Santiago Osorio, quien acababa de ser elegido representante a la Cámara por el Partido Verde. Hasta ese momento, el sueldo de Andrés Sarabia era igual al de cualquier miembro de UTL. Es decir, no superaba los siete millones de pesos mensuales. Fuentes cercanas a él confirman que llevaba una vida cómoda pero modesta en un apartamento arrendado en Chapinero en el que vivía con su novia y por el que pagaba dos millones de pesos. Entonces se movía en un Renault Logan Negro 2008, y era considerado como un joven muy pilo en su trabajo.
A los ocho meses, Sarabia le renunció al representante Osorio con el argumento de que su presencia en el Congreso podría traerle problemas a su hermana Laura y que, por eso, había optado por dedicarse al sector privado. Esta decisión de salir del Congreso e iniciar su paso al mundo de los negocios fue el comienzo de su carrera como lobista. En esa condición entró a varias dependencias del Estado sin que nadie dijera nada. Seguramente muchos funcionarios lo recibieron por la fuerza de su apellido y bajaron la cerviz porque no se sintieron capaces de cerrarle las puertas al hermano de la dueña de Colombia.
Sobre las andanzas de Andrés Sarabia impera el miedo a decir, a contar. En todas las conversaciones que he tenido con las fuentes que he abordado les he sentido el temor a quedar expuestos. Cuentan las cosas que saben de primera mano pero se mueren del susto de lo que les pueda pasar si lo denuncian públicamente. Varias de esas voces se han ido del país.
Teniendo en cuenta que este es un tema de interés público, he optado por formularles un derecho de petición a Laura Sarabia y a su hermano Andrés.
Para Laura Sarabia:
1. ¿Es cierto que cuando usted recibe a los empresarios que quieren hacer negocios con el Gobierno, los remite a que se entiendan con su hermano Andrés?
2. ¿Es cierto que Andrés les exige a esos contratistas el 30 por ciento de comisión por todos los negocios que se concreten con el Estado?
3. ¿Usted sabe en qué oficina despacha hoy su hermano y cuáles son sus socios?
4. ¿Conoce o sabe usted de esas reuniones de su hermano con empresarios y contratistas?
5. ¿Conoce usted la oficina en que se concertan esas reuniones?
6. ¿Usted sabe de una jugosa suma que se habría pagado por la gestión que su hermano habría hecho en la consecución de un contrato millonario de la empresa Helistar con Ecopetrol?
7. ¿Es cierto que Jaime Ramírez, su padrino de matrimonio y actual enlace de presidencia con el Congreso, sirve también de correo humano para incidir ante las entidades por los contratos que estaría pedaleando su hermano lobista?
8. ¿Es cierto que usted nombró a Diana Valencia, esposa de Jaime Ramírez, como vicepresidente de la Fiduprevisora y que fue ella la que firmó todos los contratos corruptos de la Unidad de Gestión del Riesgo?
9. Daniela Valencia fue retirada de su cargo hace poco. ¿Esa decisión fue del presidente o fue suya?
10. ¿A usted le parece aceptable que su hermano Andrés se valga del poder que usted tiene para beneficiarse como lobista?
11. ¿Es cierto que usted nombró por seis meses a su hermano Andrés en la UTL de Armando Benedetti a escondidas de él?
12. ¿Es cierto que usted despide funcionarios y ministros que intentan investigar lo que usted hace?
13. ¿Son en realidad siete mil los dólares que fueron robados de su apartamento?
14. ¿Sabe el presidente Petro que su hermano es lobista y que anda por las entidades públicas y con grandes empresarios buscando contratos?
15. ¿Usted se ha reunido con el señor Mario Fernández Alcocer?
16. ¿Usted ha tenido algo que ver con el nombramiento de los directores seccionales de la Dian en Barranquilla o Buenaventura?
Para Andrés Sarabia:
1. ¿A qué se debe el salto en su nivel de vida y el incremento en su tren de gastos?
2. ¿Es cierto que ahora viaja en aviones privados a conciertos en Aruba y que vive en un apartamento lujoso en la 92 con 11 y anda en carros de alta gama?
3. ¿Cuál es su relación con David Cure y su empresa Método y Derecho?
4. ¿Es cierto que usted despacha desde la oficina de esa empresa situada en el parque de la 93?
5. ¿Es cierto que usted, en esa oficina, cuadra “bonificaciones y honorarios” con empresarios mandados por su hermana y que les pide a ellos el 30 por ciento de todo lo que ganen?
6. ¿Sabe si esas “bonificaciones” son pagadas en efectivo?
7. ¿Es cierto que para justificar los pagos se redactan contratos de asesoría jurídica y de acompañamiento estratégico para vestirlos de legalidad?
8. ¿Cuál es su relación con Helistar, la empresa de aviación que ha sonado últimamente porque está detrás de un contrato millonario con Ecopetrol?
9. ¿Es cierto que usted recibió un pago millonario por su gestión en la consecución de ese contrato?
10. ¿Qué relación tiene usted con el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa?
11. ¿Conoce usted a Andrés Ávila, el exdirector de la SAE de Iván Duque, el mismo que salió a relucir en los audios relacionados con el escándalo de “Las Marionetas”?
12. ¿Es cierto que usted está utilizando el dinero de las bonificaciones para incidir en el Congreso en lo relacionado con el ascenso de los militares?
13. ¿Es cierto que usted tiene injerencia en la contratación de la Agencia Logística de las Fuerzas Militares a través de uno de sus mayores contratistas que es Carlos Niño?
14. ¿Usted ha informado de todas estas operaciones a su hermana Laura Sarabia?
Estos interrogantes no son sindicaciones, pero se derivan de la información recogida y de un interés público innegable. Creo en la importancia de que Laura y su hermano Andrés se pronuncien públicamente para que el país conozca sus respuestas.
Laura Sarabia ha sido muy hábil para que ni la justicia ni los medios la miren. Sin embargo, el proceder de su hermano debería estar en el centro del debate público. No se entiende que un presidente como Gustavo Petro, que prometió acabar con la corrupción, permita que la mujer más poderosa del Estado, tenga a un hermano trabajando como lobista. Más grave aún es ver lo que les sucede a todos los funcionarios que han intentado ponerle un tatequieto a Laura: terminan defenestrados y alejados de la corte, tachados de corruptos y de traidores.
¡Despierte, señor presidente!