La plantada de Petro a Santos en Cartagena no pasó a mayores

La cumbre en Cartagena que citó el presidente Gustavo Petro pudo haber salido mal. La intención del mandatario era oír a los expertos, mandar el mensaje de que la implementación de los acuerdos de La Habana es una prioridad del Gobierno y recibir consejos sobre la estrategia de paz total. Entre los asistentes estaban el canciller Álvaro Leyva; el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda; Rodrigo Londoño, excomandante de las Farc y jefe del partido Comunes; Carlos Ruiz Massieu, jefe de la Misión de Naciones Unidas en Colombia; el ministro de Justicia, Néstor Osuna; los exnegociadores Óscar Naranjo y Humberto de la Calle; los exministros Yesid Reyes y Juan Fernando Cristo, entre otros. Pero, sin duda, el invitado central de la reunión era el expresidente Juan Manuel Santos. Gustavo Petro, quien no se ha caracterizado por su puntualidad y cumplimiento, dejó plantados a sus invitados. El Gobierno mandó el mensaje de que Petro no podía llegar porque estaba reunido con el ministro de Defensa y, además, había puesto el avión presidencial a disposición de los viajeros afectados por el cierre de las aerolíneas. Hubo una enorme molestia entre los presentes, pues sentían que Petro les había salido con una excusa no válida. Algunos de los asistentes le dijeron a Santos que si se sentía incómodo con el desplante podía marginarse de la reunión. El expresidente Santos decidió no tomarse a pecho la plantada de Petro y dijo “no importa. Vinimos a trabajar. Arranquemos”.