Mascota de apoyo emocional: ¿cuándo las recomiendan los profesionales?

Las mascotas de apoyo emocional han sido recomendadas por los profesionales médicos cuando sus pacientes sufren de trastornos mentales como la ansiedad y la depresión, también en casos de trastornos del espectro autista. Estos animales reducen una gran carga de estrés en sus dueños y los ayuda a soportar las dificultades que enfrentan por culpa de sus enfermedades.

Sin embargo, muchos se preguntarán para qué tipo de situaciones es conveniente tener mascotas de apoyo emocional. Según la popular plataforma Laika, es necesario que la persona esté en un proceso terapéutico en psicología o psiquiatría.

El profesional quien lleve el tratamiento del paciente es quien, por lo general, recomienda tener una mascota de apoyo emocional. No obstante, si el paciente considera que una mascota de apoyo emocional podría ser beneficioso para su vida, podría consultarlo con su terapeuta.

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Así mismo, es aconsejable que las mascotas de apoyo emocional acompañen a personas con:

• Ansiedad.
• Depresión.
• Dificultad para controlar la ira.
• Trastorno de pánico.
• Estrés postraumático.
• Fobia social.
• Agorafobia.
• Autismo.

También, el equipo de PsicoAbreu, una red de especialistas en psicología clínica, aclara que que las mascotas de apoyo emocional no necesitan de adiestramiento específico, pero es recomendable que sepan seguir órdenes sencillas como estarse quieto, no morder o responder a su llamada, ya que, de no ser así, podría representar un factor de estrés para su dueño.

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“Sin estas características básicas, lo que se suponía que era un paseo tranquilo y relajante podría resultar una situación estresante. Además, no debe suponer una amenaza o ser peligroso para el resto de personas”, explican en su sitio web.

¿Qué debe incluir el certificado de apoyo emocional?

El certificado de apoyo emocional debe ser elaborado un profesional de la salud mental. El documento debe incluir la firma original del profesional de la salud o número de matrícula, información sobre la condición física o psicológica por la cual se necesita el acompañamiento de la mascota, una declaración de que el animal hace parte del tratamiento y un certificado de obediencia básica de la mascota.