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Muerte de Matthew Perry: ¿Cómo funcionan las infusiones de ketamina para tratar la depresión?
Días antes de su muerte, el actor conocido por su papel en 'Friends', Matthew Perry, habría acudido a una clínica que utiliza infusiones con ketamina como terapia para tratar la depresión. Le contamos en qué consiste este tratamiento y cuáles son sus riesgos.
Por: Redacción Cambio
En la búsqueda constante de terapias innovadoras para abordar la depresión y otros trastornos mentales, la infusión de ketamina ha ganado popularidad en Estados Unidos como un enfoque prometedor.
El tratamiento consiste en la administración de dosis reducidas de la sustancia, tradicionalmente utilizada en quirófanos, a través de vías intravenosas en clínicas especializadas.
Aunque hay investigaciones que respaldan su eficacia, la falta de regulación en estas clínicas ha desatado preocupaciones y ha llevado a la reciente controversia relacionada con la muerte del actor Matthew Perry.
Perry, quien falleció el 28 de octubre, había recibido una infusión de ketamina días antes de su muerte y su deceso fue catalogado como un accidente debido a los "efectos agudos de la ketamina" encontrados en su organismo. A pesar de haber hablado abiertamente sobre su historial de abuso de sustancias, el actor llevaba 19 meses sobrio.
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¿Más cara la cura que la enfermedad?
A pesar de su potencial para mejorar la salud mental, la ketamina plantea riesgos, especialmente para aquellos con antecedentes de trastornos por consumo de sustancias.
Los médicos especializados en infusiones de ketamina argumentan que las dosis administradas son considerablemente menores que las utilizadas en entornos quirúrgicos, y la administración se lleva a cabo en sesiones supervisadas por profesionales médicos y de salud mental. Sin embargo, este tipo de tratamiento no es apto para personas que han presentado cualquier tipo de adicción a estupefacientes.
Expertos como el Dr. Peter Grinspoon y el Dr. Fahmi Farah dijeron al medio US Today que el uso de la ketamina fuera de un entorno médico controlado, podría ser altamente adictivo y significar peligros inminentes para la salud.
Aunque estudios de 2019 respaldan el uso de la esketamina, una variante aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. para tratar la depresión resistente al tratamiento, la comunidad médica subraya la necesidad urgente de regulaciones más estrictas para garantizar la seguridad y eficacia de la ketamina como tratamiento para la salud mental.
La línea entre la promesa terapéutica y los riesgos potenciales plantea preguntas cruciales sobre el futuro de este controvertido tratamiento médico.