"Mancuso, no siga chantajeando al país”: las revelaciones de Pitirri en entrevista con CAMBIO
28 Abril 2024

"Mancuso, no siga chantajeando al país”: las revelaciones de Pitirri en entrevista con CAMBIO

Jairo Castillo Peralta, conocido como Pitirri.

Crédito: CAMBIO

Jairo Castillo Peralta, conocido como Pitirri, testigo clave de la parapolítica, le dice al exjefe paramilitar que destape su caja fuerte y que diga la verdad sobre el crimen de la fiscal Yolanda Paternina, que fue declarado de lesa humanidad. Pide protección para la hija de la funcionaria y cuestiona a Salvador Arana por no decirle la verdad a la JEP.

Por: Alejandra Bonilla Mora

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Jairo Castillo Peralta lleva más de 20 años declarando ante la justicia sobre las relaciones de los ganaderos y políticos con los grupos paramilitares en Sucre. Pasó de vender gallinas y tener un lavadero de carros, a tener un carné de seguridad del B2. 

En entrevista con CAMBIO, Pitirri asegura que detrás del asesinato de la fiscal investigadora de la parapolítica Yolanda Paternina, están el exsenador Álvaro García, los exgobernadores de Sucre Salvador Arana y Eric Morris, y los hermanos Eder y Jeovanny Pedraza. 

Desde Canadá, en donde vive asilado con su familia, Castillo explica en detalle cómo empezó a trabajar con la fiscal Paternina, cómo se negó a retractarse de sus declaraciones contra importantes políticos y paramilitares y cómo le avisó a la valiente fiscal que la iban a matar. Además, dice que el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso está usando a la Jurisdicción Especial para la Paz para enviar mensajes a las personas que le lavaron el dinero y le dice, a él y a Salvador Arana, que es hora de decir la verdad y entregar “la caja menor”. 

CAMBIO: Usted alcanza a avisarle a Yolanda Paternina que la iban a asesinar. ¿Cómo se dio la relación con la fiscal? 

Jairo Castillo Peralta: Yo venía de ser comerciante. Estuve preso tres meses y cuatro días en la cárcel de Sincelejo y, cuando salí, me encontré con unos sargentos amigos míos de la Infantería de Marina. Me dijeron que yo venía de una zona caliente en donde operaba la guerrilla, que había una recompensa (por dar información) y que ellos me podían introducir como investigador. Me dieron un carné del B2 y era como un agente secreto. Me mandan donde Joaquín García, un ganadero que había sido secuestrado por la guerrilla tres veces y que había sido rescatado. Este hombre se frustró porque la guerrilla no lo dejaba quieto y empezaron a formar grupos paramilitares del 95 al 96. Ahí participó Miguel Nule Amín, Eduardo Chaui, Víctor Guerra de la Espriella, el hijo de La Gata (Enilce López), Javier Piedrahita y muchos ganaderos de Sucre. (En ese momento) Mancuso no estaba por ahí porque ellos fueron directamente a hablar con Carlos Castaño para organizar unos grupos en los Montes de María, en donde ellos tenían sus haciendas. Llego a ser jefe de seguridad y es en donde empiezo a conocer cómo se tejía un manejo entre el Ejército, fiscales, abogados y ganaderos.

CAMBIO: Usted se vuelve un correo humano. ¿A quién entregaba los mensajes?

J.C.P.: Como Joaquín García era el líder, él me decía: 'vaya donde el senador fulano y dígale esto'. En aquel tiempo no había celulares con cámara, no había celulares ni pa' grabar voz. Jairo Castillo tenía todo pendiente y de lo que podía sacarle copia, le sacaba copia. Eso me hizo dar a conocer con políticos, con senadores, con todos los ganaderos duros porque Joaquín García era como 'el papá de los ganaderos' en Sucre. Cuando él se va con orden de captura por las primeras masacres, –todavía no había pasado la de El Salado– queda (a cargo) Rudolf Paffen. Él me pone a manejarle todos los movimientos: él como tesorero y yo como un sapo (mensajero). 

CAMBIO: ¿Puede decirnos quién dio la orden de matar a la fiscal Yolanda Paternina?

J.C.P.: Hay que dar una explicación. Nunca las damos y por eso esto sigue en cadena, porque los que mandan a hacer los trabajos están quietecitos. Y, (en cambio), cogieron a un poco de payasitos que llegaron de último a comer alpiste, pero no: hay que buscar quién produjo el alpiste para poder acabar con la delincuencia en Colombia. Cuando yo digo que sé cómo mataron a la fiscal Paternina es porque hasta grabaciones tengo de cómo se manejó la estrategia para acabar las denuncias de Jairo Castillo.

CAMBIO: ¿Qué pasó?

J.C.P.: A mí me hacen un atentado. Me mandan a matar Salvador Arana (gobernador de Sucre 2001-2003), Álvaro García Romero (senador) y los hermanos Pedraza (Eder y Jeovany), porque habían detectado que yo estaba pasando informes al CTI. La orden que dieron fue asesinarme por una masacre que no les dejé hacer en Tomala. Iban a hacer una masacre de 45 personas, cayera pelao', cayera joven, viejo, lo que fuera. Un año después me hicieron un atentado. Estuve entre la vida y la muerte y ahí llega la fiscal (Yolanda) Paternina. Llega a la clínica y me dice: 'usted está dispuesto a hablar'. Le dije: 'necesito seguridad para hablar porque ya estos enemigos se me vinieron encima todos'. Me dice: 'Yo le doy protección'. Yo le dije: 'esto no es hablando, yo le voy a dar resultados'. Nos fuimos a hacer allanamientos a la finca El Amparo entre Achí y Majagual, (otro) en Majagual en una base que tenían los paramilitares a tres cuadras del comando de Policía e hicimos allanamientos en otras casas en San Marcos. (...) Ahí empezamos a descubrir todo el complot que había entre Ejército, Policía y los grupos paramilitares.

CAMBIO: ¿Ese grupo de Eder Pedraza, alias Ramón Mojana, intentó persuadirlo para que se retractara?

J.C.R.: Cuando ese grupo se da cuenta que yo los tengo denunciados, no sabían qué hacer. Tenían una hermana que era abogada (y ella) empezó a decir: 'nos hablamos con un juez, tú das una retractación, nosotros salimos libres, tú te vas y te van a poner preso. Te damos un dinero, te compramos la casa que tienes en Sincelejo y tú verás qué haces'. Esto lo estoy hablando porque tengo las grabaciones, con voz de ellos, tengo la voz del juez cuando hacen el trato. Porque una cosa es inventar y otra cosa es tener pruebas. Yo les dije: 'vamos a hablar con el juez y, si acepta, ahí estamos tratando'. Voy donde la fiscal (Paternina) y le digo: 'doctora, póngase pilas porque me han propuesto defraudar el proceso'. Me dijo: '¿tú vas a hacer eso?'. Yo le dije: 'no señora, no lo voy a hacer. Le estoy advirtiendo todas las estrategias que se están armando'. Sin embargo, cuando los Pedraza llegan, junto a la abogada y el abogado corrupto pa' inventar la película de cómo iban a defraudar a la fiscal, yo no llego a la cita. En medio de todo este escándalo, la protección me sale y me voy para Bogotá.

CAMBIO: ¿Perdió el contacto con ellos?

J.C.R.:  Era una protección liviana. Me mandan a Luis Navarro, que está muerto. Él dice: 'Te manda a decir Arana, con el Gordo (Álvaro García) que ellos se reunieron con la Gata, con Morris, con todos los que tú embalaste, para recoger un dinero. Tú te retractas y te vas del país'.  Eso era pura mentira, apenas me dieran el dinero me asesinaban. (...) En el segundo reencuentro conmigo, me dice: 'vengo con la última propuesta. Te mandan a decir que, si tú no te retractas, a ellos no les queda otro camino sino matar a la fiscal (Paternina) para que el proceso pierda la fuerza y el fiscal que está al lado de ella, va a romper todas las denuncias que tú has hecho'. ¡Mire eso! Gonzalito creo que se llama ese fiscal. Entonces dije: '¿Cómo así? A esa señora no la pueden matar'. Él dice: 'es que no hay otro camino. La única manera es matar a la fiscal, se pierde tu proceso y a ti también te van a matar porque tú no aceptas'.

CAMBIO: ¿Qué hizo?

J.C.R.: Apenas el tipo se fue, llamo a la fiscal Paternina, cosa que demostré en la Fiscalía. Yo le aviso que la van a matar porque yo no me voy a retractar: 'Pida protección doctora porque a usted la van a asesinar'. Sin embargo, ella guardaba la duda de que no se iban a meter con ella.

CAMBIO: Los paramilitares finalmente asesinaron a Partenina en agosto de 2001 y usted pasa a un programa de protección de testigos. ¿Quiénes están detrás del asesinato?

J.C.R.: Primero, las personas que ya nombré: los políticos, los gobernadores, porque esa es la orden que me llega a mí, por medio del contacto que ellos me mandan para negociar...

CAMBIO: Entonces, estamos hablando de Eric Morris, de Salvador Arana y de Álvaro García....

J.C.R.: (Asiente) Y los hermanos Pedraza. En ese momento los más implicados eran ellos, porque estaban construyendo los bienes con la plata del grupo paramilitar. Estos son los que empiezan a negociar conmigo y por eso me atrevo a decir quién dio la orden. Mancuso dice que no sabe, Arana dice que no sabe. ¡Claro, es una fiscal, todo el mundo no se va a tirar esa sábana encima! Pero para mí está claro quiénes fueron los que dieron la orden. La orden la dio Ramón Mojana en la parte militar y en la parte económica Jeovanny Pedraza, su hermano, y Salvador Arana. Los senadores y estos políticos le dan la orden a los Pedraza, (ellos) le piden el trabajo a Rodrigo (Mercado, alias Cadena), y como a Rodrigo también lo estaba investigando la fiscal, lo aceptaron todo. Por eso a mí me gustaría que Mancuso diga la verdad, que se centre en decir la verdad: Él se llena el pecho diciendo que 'maté a tantos’…que diga la verdad de la fiscal Paternina.

¿Por qué la asesinaron? Ningún paramilitar abajo daba una orden de matar una fiscal si los jefes no daban la orden.  Él era el jefe. ¿A qué le temen? ¿Por qué no habla de 'La Gata' hoy en día? ¿Por qué no habla de Víctor Guerra? ¿Por qué no habla de Javier Piedrahita y de los bienes? A mí me gustaría que Mancuso le diga a la JEP la verdad. ¿En dónde está su equipo? 

CAMBIO: ¿A qué equipo se refiere?

J.C.R.: Que explique en dónde están los bienes, en dónde lavaban el dinero…él no lo ha dicho. Salvador Arana tampoco ha tocado su caja menor, su caja mayor. Esperamos que esta nueva fiscal (Luz Adriana Camargo) le dé una luz, como empieza a darla, a Colombia. ¿Estos bienes de esas platas sucias dónde se invertían? En Sincelejo hay mucho rico, que no eran ricos. Hay mucha gente lavándole dinero a Mancuso. ¡Mancuso no ha tocado su equipo de trabajo! Y así está Salvador Arana: toca a los políticos contrarios de él, pero ¿la caja fuerte ya la destapó? A mí me gustaría eso.

CAMBIO: Usted ya declaró en la JEP y entregó los audios que ha mencionado sobre los hermanos Pedraza. ¿Qué le pide a la JEP en el caso de Arana?

J.C.R.: Que hagan una investigación y la conviertan en una verdad. La JEP les está creyendo hoy a ellos, pero debe verificar si es verdad lo que le están diciendo, porque aquí hay muchas mentiras también. ¿Por qué digo que hay muchas mentiras? Recuerdo que años atrás hablaban de que 'Pitirri era un embustero'. Mancuso dijo que no me conocía y, en mi agenda personal, tengo de puño y letra de él su teléfono, porque yo no sabía leer ni escribir. Arana no está diciendo la verdad porque de la fiscal (Paternina) nadie quiere hacerse responsable. ¡¿Se mató sola la fiscal? ¿Se pegó un tiro?! Si es que quien hace las denuncias de la parapolítica se llama Jairo Castillo. Cuando Gustavo Petro estaba de senador o de representante de la Cámara y descubre todo esto, es cuando empieza un dominó a caerse: un senador se llevó al otro y por eso terminaron 50 y pico senadores involucrados. ¡Denuncié generales, coroneles, tenientes, DAS! Tengo una memoria que 20 y pico de años después todavía la tengo exacta. Y si CAMBIO quiere una de las grabaciones que le di a la JEP, se las entrego, porque esto ya no está aquí pa' esconder nada. ¡Esto está aquí pa' agendar balcones, pa' oír la verdad! Esperamos que esta fiscal muestre lo que es la justicia.

CAMBIO: Así es la situación, ¿para agendar balcón?

J.C.R.: Pa' descansar de todo esto. No nos burlemos más de esas víctimas que no saben en dónde están sus hijos enterrados. El país es feliz de (que) Mancuso (diga): 'enterré 300, enterré 5000'.¡Oye, di la verdad! Explica, saca el tesoro, descárgate, descansa tu alma, porque eso es lo que está pasando (también) con Salvador Arana. Él tiene una caja que no ha abierto porque con esa plata ellos pelean, con esa plata compran testigos, ese es el dinero que se usa, la misma plata de los mismos muertos. Finca, ganadería, plata en efectivo, ricos que hoy sacan el pecho, pero (con) plata de estos bandidos. Ahí está Jaime Bustamante Cavallo en Sincelejo, nadie lo saca, Mancuso no habla de eso. ¿Quién era Jaime Bustamante del Fondo Ganadero? ¿Y quiénes eran los del Fondo Ganadero? Yo denuncié a (Jorge) Visbal Martelo, también era cómplice...y después lo pusieron de embajador en Canadá, ¿Cómo la ve usted?

CAMBIO: Usted asegura que Mancuso no ha dicho toda la verdad. Él declaró en la JEP y sobre algunos temas decía que hablaba, pero en una audiencia reservada. ¿Qué está realmente pasando ahí?

J.C.R.: (...) El hombre está mandando un mensaje al personaje que le está lavando dinero de que, si no se ponen en comunicación, él va a hablar. Esto es un mensaje de extorsión, nada más. El hombre dice: 'voy a hablar'. ¡Si es que él vino a hablar! Hable lo que vaya a hablar. Tire pa' fuera todo lo que sabe. No siga chantajeando al país. El país está esperando una solución para acabar con este cáncer. Hoy en día me encuentro asilado por la misma situación. 

CAMBIO: ¿Mancuso está usando a la JEP?

J.C.R.: Lo que veo es un mensaje a la persona que le maneja los bienes a él, (a) personas que hicieron tratos con él y, la forma de cumplirlo es  contactarse con él. ¿Por qué? Porque cuando yo con usted me paro para hablar de fulano y fulano es porque no tengo contratos con nadie, ni nadie me está lavando dinero, ni nadie me está guardando dinero. Esto, para mí, es él extorsionando a la gente, chantajeando a la gente, está trabajando con doble sentido. Él tiene que sentarse, como estoy yo aquí, y decir la verdad, descargarse uno, ser libre. Pero él está guardando su caja fuerte, él no es idiota.

Ahí está la hija de la fiscal (Paternina) que va a ser la próxima: crónica de una muerte anunciada. Está llorando, pidiendo protección al Estado y, hoy en día, ahí la tienen sobreviviendo como puede la muchacha.

CAMBIO: Se refiere a Ketty Paternina, hija de la fiscal Yolanda Paternina, que ha recibido múltiples amenazas. De hecho, el viernes hubo un atentado contra su vida en Barranquilla y usted hace un llamado a su protección...

J.C.R.:  Un llamado al GTobierno para que le de protección, porque esta muchacha está pasando por un momento bien duro. Esta muchacha puede caer en las manos de los enemigos, porque ahora que declararon el caso de la mamá (de lesa humanidad), es un caso fuerte. Ketty Paternina ahora más que nunca corre peligro. Jairo Castillo está en Canadá y estoy dispuesto, yo nunca le he corrido a los enemigos. Yo denuncié en Colombia, yo no denuncié en Canadá. Yo me puse los pantalones en Colombia, porque una cosa es acá y otra es allá. Yo lo hice allá.

CAMBIO: Hemos hablado de Mónica Gaitán, una fiscal que lideraba la investigación por la masacre de Chengue y que pasó 12 años exiliada. Ella tenía listas unas órdenes de captura contra altos mandos de la Armada y asegura que el fiscal de la época, Luis Camilo Osorio, las bloqueó y le quitó el caso. ¿Tiene algo para decir sobre Osorio?

J.C.R.: A Luis Camilo Osorio, estando yo en el programa de protección a testigos, le mandé un escrito de la situación en Sucre. Le menté nombre por nombre, día por día, porque estaba la memoria fresquesita. Yo me confié porque el fiscal Osorio entró hablando de lo que iba a hacer...El fiscal Osorio me envía a Luis Ramírez Moncayo, yo no sabía que le había dicho a Mónica que no tocara eso, y yo seguía como pájaro loco hablando como un loro mojado, sin saber el complot que había entre estos políticos y Luis Camilo Osorio. Yo recuerdo qué pasó en el 2002 y a dónde fue Luis Camilo Osorio a una fiesta del 20 de enero en Sincelejo. Allá fue con la protección del coronel Arango y Arana, el gobernador. Ese fue el premio que recibió Luis Camilo Osorio: una fiesta de toros festejando las víctimas de Chengue, porque cuando eso ya había pasado la masacre de Chengue, y Luis Camilo Osorio, como fiscal general, fue a disfrutar en la fiesta del 20 de enero a Sincelejo.

CAMBIO: ¿Las denuncias que entregó a Osorio se investigaron?

J.C.R.: Nada. Todo eso se engavetó. Yo creo que la fiscal general de la nación (Luz Adriana Camargo), como mujer que se ve que viene con principios, debe tener pendiente a Mónica Gaitán, una 'dama de hierro', una mujer que ha pagado un precio, de irse a lavar baños a Estados Unidos, como hoy en día lo estoy haciendo yo también, pagando un precio que no teníamos que pagar. 

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