Los peligros que corre Chiribiquete y cómo se invertirá donación millonaria

Existe un colibrí único de color verde y cola azul, llamado Esmeralda. Su apellido es Chiribiquete, el nombre del parque nacional en el que vive. Es endémico de esta zona protegida del Amazonas, que muchos llaman la Capilla Sixtina arqueológica de América Latina por sus pictogramas. Este animal convive con comunidades indígenas que viven en aislamiento voluntario y decenas de especies de fauna y flora, resguardadas en sus más de 4,2 millones de hectáreas. 

Recientemente, se anunció una ayuda multimillonaria dirigida al parque: Alemania donará un  millón de dólares anuales a Colombia para proteger un territorio en el que la riqueza natural del Amazonas se concentra. Allí habita el 70 por ciento de la flora de la selva y el 30 por ciento de los murciélagos, hoy en peligro por una deforestación feroz en Caquetá y Guaviare, dos de los departamentos con más bosques destruidos en el país y los que componen Chiribiquete.

Según la información más reciente del Ministerio de Ambiente, los Parques Nacionales Nacionales Naturales La Macarena, Tinigua y Chiribiquete, así como los resguardos Yaguará 2 y Nukak-Makú, son los más deforestados entre los parques del país.

Lo que pasa en Chiribiquete afecta a toda la región de la Amazonia, como explica Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo (FCDS). Lo que sucede en esta región, afecta directamente las lluvias que se producen en los páramos bogotanos, por ejemplo. La humedad de la selva sube a la atmósfera y llega a los cielos de las montañas andinas por cuenta de los vientos. Después el agua cae y termina alimentando nuestros embalses.

Por eso, la lejanía de Chiribiquete con las grandes ciudades no implica que no les afecte lo que pasa allí. La continuidad de la selva y su conexión con los Andes tiene impactos sobre todo el país, sus animales y plantas. Por eso, dichas donaciones deben sumarse a los esfuerzos gubernamentales para salvar uno de los tesoros más valiosos de Colombia.

(Crédito: Parques Nacionales)

¿Cuáles son las amenazas sobre Chiribiquete?

Los principales motores de la deforestación en Chiribiquete y sus alrededores son las ganadería, el acaparamiento de tierras y su consiguiente praderización. También, los cultivos de uso ilegal. Hay 101 hectáreas contadas desde 2018 dentro del parque. 

Jenny Pauline Cueto, directora de la territorial Amazonia de Parques Nacionales, asegura que, además, ya identificaron una carretera de 191 kilómetros de vía ilegal construida dentro del parque, así como otras vías más pequeñas. Esta queda en el sector de Yaguará 2 y San Vicente del Caguán.

La alerta por esta vía no es nueva. La Sociedad Zoológica de Frankfurt advirtió a comienzos de 2023 que se estaba ampliando una carretera en el parque. A pesar del llamado de la Procuraduría para que la inhabilitaran, todo indica que ha seguido creciendo.

Los responsables, dice Cueto, son diferentes actores. “Uno no puede generalizar y hay diferentes categorías”, aclara. No obstante, reconoce que mientras hay pequeños lotes de 10 a 30 hectáreas de campesinos con cultivos de pan coger o algunas matas de coca, hay grandes extensiones de tierra que, en general, pertenecen a personas externas a la zona.

“Personas que ingresan capitales a estas zonas para dinamizar estos mercados de tierras muchas veces tienen relación con actores armados -anota la funcionaria-. Son protegidas por los actores armados que tienen control en el territorio”. Dice que ya se ha planteado la relación entre el acaparamiento de tierras y los actores armados.

La ministra de Ambiente, Susana Muhammad, advirtió desde noviembre de 2023 que El Niño y los avances o no en la paz total serían determinantes para el control de la deforestación. No obstante, el freno en la paz con las disidencias de Iván Mordisco en Guaviare, Putumayo, Meta y Caquetá pone en peligro los avances formidables en la protección de los bosques del país, incluyendo Chiribiquete. 

Este Gobierno ha logrado una reducción en la deforestación que llegaría al 35 por ciento una vez se terminen los análisis de 2023. Con la sequía, los incendios y los problemas con grupos armados, el peligro de que la deforestación aumente en 2024 es inminente y choca con la promesa ambientalista del presidente Gustavo Petro de proteger la riqueza natural del país.

Todo esto significa un riesgo importante también para los funcionarios de Parques Nacionales y de otras entidades ambientales, que a duras penas logran entrar al parque y viven bajo constante presión y amenazas.

Para Botero, de la FCDS, los daños que ya ha sufrido el parque son recuperables, pero cree que lo importante es entender la magnitud y relevancia de la amenaza inminente. También, piensa que es clave no ignorar los problemas alrededor del área protegida.

Así mismo, se refiere al peligro que la misma deforestación implica para las comunidades nativas en aislamiento voluntario. “Nuestra raíz precolombina está ahí -explica el experto, quien tiene claro que dichos grupos son lo más cercano a lo que fue esta tierra antes de la colonia-. Un contacto con grupos indígenas en aislamiento significa literalmente su muerte, porque ellos no tienen un sistema inmunológico que les permita defenderse de las enfermedades que carga la cultura occidental”.

¿Cómo se invertirá la plata?

Con este panorama, el plan del Gobierno es invertir la plata de Alemania en diversas estrategias para salvar Chiribiquete de los riesgos más grandes que afronta. La directora de la territorial Amazonía anota que habrá restauración ecológica participativa, pedagogía sobre el territorio y su importancia ecológica, monitoreo de los sitios arqueológicos identificados, acciones relacionadas con los grupos indígenas y “para que haya un bloque de protección de estos territorios”.

El objetivo es evitar el avance de la minería ilegal y de los cultivos ilegales. También, el Estado planea un monitoreo más detallado de las presiones constantes sobre el parque y los planes anuales de acciones.