Fenómeno del Niño y problemas con la Paz Total pondrían en riesgo avances en deforestación

Crédito: Freepik

7 Noviembre 2023

Fenómeno del Niño y problemas con la Paz Total pondrían en riesgo avances en deforestación

La ministra Susana Muhamad presentó la cifra de alertas tempranas que muestra el estado de los bosques y selvas de la región amazónica. Aunque hay buenas noticias en los primeros trimestres del año, con una reducción del 70 por ciento en las alertas, la tendencia podría revertirse en los próximos meses.

Por: Redacción Cambio

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La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, presentó una cifra de alertas tempranas de deforestación —que sirven para mostrar tendencias, más no datos definitivos— de toda la región de la Amazonía, que muestra un panorama positivo. Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2023, se registraron 17.909 alertas tempranas de hectáreas deforestadas. Esto significa una disminución del 70 por ciento con respecto al mismo periodo el año anterior, pues para ese momento en 2022 se contaban 59.345 hectáreas deforestadas. Sin embargo, alertó que el manejo del fenómeno del Niño y la Paz Total serán cruciales para la cifra definitiva del año, que será presentada en 2024.

Cada trimestre del año, el Ideam presenta un boletín con alertas tempranas de deforestación que identifican sitios críticos donde hay pérdida de bosque en el país. Estos reportes sirven para mostrar la dinámica de la deforestación, a la espera de los datos anuales que se conocen tiempo después. 

Ahora bien, la jefe de la cartera dijo que no buscaba sonar triunfalista ni decir que le están ganando la batalla a la deforestación: "La cifra está cabalgando sobre el éxito del primer trimestre del año".

Esto se puede ver en las cifras: entre enero y marzo, se presentaron alertas tempranas de deforestación en 12.042 hectáreas, en contraste con 50.427 registradas en el mismo periodo en 2022. En el trimestre siguiente, entre abril y junio, las cosas cambiaron relativamente aunque permanece una diferencia grande. De 2.067 hectáreas en alerta temprana en 2022, se pasó a 827 este año. 

Sin embargo, entre julio y septiembre la situación tambaleó más. En 2022 se registraron alertas tempranas de deforestación en 6.851 hectáreas, frente a 5.041 en esos meses durante 2023. Es decir, la diferencia fue apenas del 26 por ciento. 

A propósito, la ministra prendió dos alarmas. Por un lado, dijo que la deforestación en el Guaviare se ha multiplicado en el tercer trimestre del año, en un 124 por ciento. Así mismo, esta creció un 2 por ciento en el Caquetá. “Está siendo un trimestre más seco de lo normal (…) inicia la temporada de deforestación más temprano”, señaló, por cuenta del fenómeno del Niño. Así mismo, recordó que hay tensión con las disidencias de las Farc en ambos departamentos y que en este momento, las conversaciones de paz están suspendidas.

Hay cinco pilares para enfrentar la deforestación que deben funcionar para evitar que la situación empeore y, por el contrario, contener la destrucción de la Amazonia. Estos son los acuerdos sociales con las comunidades, dignificando los derechos territoriales de la gente; la consolidación de la Paz total en los territorios —que afecta la situación de deforestación en los dos departamentos mencionados—; el control territorial y la investigación criminal; el ordenamiento territorial y la interacción con la fuerza pública.

En el último trimestre del año, la Paz Total será crucial para definir la deforestación amazónica y así también el fenómeno del Niño. La tendencia significativa podría entonces tener un revés, dependiendo de cómo se desarrollen ambas cosas.

Por su lado, la directora del Ideam, Ghisliane Echeverry, dijo que las chagras de viento —vientos fuertes que derriban el bosque y han tumbado hasta 1500 hectáreas en la Amazonía— son un riesgo grande también para los bosques del país.

"Aunque más del 90 por ciento de las causas de la deforestación son antrópicas (...) estamos evidenciando que cada año esas chagras han venido aumentando", advirtió. En 2021, las chagras de viento representaban el 1,7 por ciento de las causas de deforestación y para 2022 aumentó al 2,3 por ciento. Lo que estaría produciendo estos vientos, en parte, serían las alteraciones atmosféricas y ecosistémicas que, justamente, se producen por la deforestación. Algo así como un fenómeno alimentado por un ciclo vicioso, que también está relacionado con el cambio climático.

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