Los billetes y monedas de mayor valor en Colombia

Pero no es tan fácil. Primero, porque este billete debe cumplir una serie de características que lo hacen en extremo escaso, y de allí su valor. Y segundo, porque, si llegase a darse el milagro de encontrar uno de estos ejemplares, luego hay que buscar quien lo compre al valor que se ha anunciado.

El billete que ha causado revuelo es de 10 pesos, emitido en 1964, 1965 y 1969, que lleva impresa una R solitaria, en mayúscula y ubicada en la esquina inferior derecha; y la leyenda “Serie AZ” junto al número de serie. Además, debe estar bien conservado, pues su valor de colección depende de su estado: si se califica como “regular”, su dueño podría recaudar 2,5 millones de pesos, si se encuentra en “buen estado” alcanzará los 3,8 millones de pesos y si está en lo que los expertos en numismática consideran “perfectas condiciones”, el afortunado propietario podría obtener hasta 9 millones de pesos. 

Este billete fue puesto en circulación en 1963, mostrando en su anverso al prócer Antonio Nariño y la figura de un majestuoso cóndor de los Andes, y en su reverso un paisaje del Parque Arqueológico de San Agustín, diseño que estuvo en las calles hasta comienzos de los ochenta. 

Monedas, las más codiciadas

La numismática es la afición por coleccionar billetes y monedas, y sus entusiastas pueden llegar a pagar sumas estratosféricas para obtener algún codiciado ejemplar. El precio lo determinan varias circunstancias, como su rareza, su momento histórico o los defectos que puedan presentar. Este último es el caso, por ejemplo, da la moneda de 200 pesos colombianos de diseño anterior a la de circulación actual y que por un error de acuñación circuló con cinco puntos en lugar de cuatro. Muy pocas salieron a las calles con este defecto en el motivo quimbaya que adorna su reverso, y que hoy las hace objeto de colección con un valor de hasta 200.000 pesos. 

Esto es muy poco comparado con la moneda más valiosa del mundo, una pieza acuñada en oro en Estados Unidos durante un breve periodo de 1933, y conocida como ‘double eagle’: en 2021 fue subastada por 18,9 millones de dólares, lo que la hizo “la más valiosa de todos los tiempos”.

Y hablando de monedas, dentro de la historia de piezas acuñadas en Colombia existen tres que destacan por su valor de colección: la de 50 centavos de 1957, considerada como “rarísima” –se hicieron entre 11 y 30 unidades– y por eso su valor puede llegar a los 20 millones de pesos; la moneda de 13.54 gramos de oro de 1826, cuyo particular diseño atrae a los aficionados a la numismática, que pueden pagar hasta 50 millones de pesos por una pieza muy bien conservada; y la moneda de 8 reales de 1770, conocida como “columnaria” y acuñada en plata, y cuyo precio podría superar los 200 millones de pesos.

Por eso, vale la pena revisar con paciencia los cajones del desorden y los baúles de las cosas viejas, porque ahí refundidos entre los corotos podrían aparecer billetes y monedas de sorprendente valor.

Peso a Peso, Paso a Paso es una colaboración periodística entre Cambio y Bancolombia para la educación financiera.