El 60 por ciento de los negociadores del ELN son caras nuevas en la mesa de negociación con el Gobierno nacional

A pocos días de la reanudación de las negociaciones de paz con los integrantes del ELN, se dieron a conocer quiénes serán sus 16 representantes para avanzar en un acuerdo de paz.

Los tres nombres más conocidos de la delegación son los de Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino; Pablo Beltrán y Aureliano Carbonell, integrantes de la dirección nacional, quienes ya habían participado durante el proceso con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, entre el periodo de febrero de 2017 y agosto de 2018.

Alias Pablo Beltrán inició en esta organización en los años setenta cuando estudiaba ingeniería de petróleos en la Universidad Industrial de Santander. En la década de los ochenta hizo parte de la guerrilla rural, y en 1981 fue designado para participar en varias asambleas y ordenar las extorsiones al sector aurífero de Santander. Su pensamiento político lo hizo escalar dentro de la organización para ser actualmente el segundo al mando del ELN.

Por su parte, Aureliano Carbonell lleva más de 60 años en el grupo guerrillero, desde que estudiaba en la Universidad Nacional. En su contra hay varias órdenes de captura por la masacre de Machuca, realizada en octubre de 1998, y por el ataque ocurrido en enero de 2019 a la Escuela de Cadetes. Por este atentado le fue emitida una circular roja por los delitos de homicidio y terrorismo.

Alias Gabino, quien por más de dos décadas fue el máximo cabecilla del ELN, será el consejero de los delegados del grupo ilegal y una persona que orientará muchas de las discusiones en la mesa de negociaciones.

En el listado también aparecen los nombres de dos mujeres de injerencia en el grupo ilegal: María Consuelo Tapias y Silvana Guerrero, que también participaron en los procesos de acuerdo en Quito y La Habana.

María Consuelo Tapias ingresó al grupo a principios de los años noventa. Nacida en el Bajo Cauca antioqueño, con más de 30 años de militancia en el ELN, ha permanecido en el frente Darío Ramírez Castro, con injerencia en los departamentos de Antioquia y sur de Córdoba.

Por su parte, Luz Amanda Pallares, conocida como alias Silvana Guerrero, es de Norte de Santander, ingresó desde muy joven al grupo guerrillero, cuando era docente con especialización en educación ambiental. Las autoridades la buscan por los delitos de terrorismo y tentativa de homicidio en persona protegida, por el ataque a la Escuela de Cadetes de la Policía.

Otro de los rostros conocidos, y que continua en la mesa de negociación, es Gustavo Martínez, oriundo de Piedecuesta, Santander. Ingresó en la década de los setenta, fue uno de los hombres de confianza de Manuel el 'Cura' Pérez, con quien realizó trabajo político y ayudó a conformar el frente Compañero Tomás, del cual fue integrante de su dirección.

Para Luis Eduardo Celis, su presencia en el equipo negociador se debe a su capacidad de relacionamiento con el mundo campesino, del cual procede. Lo caracterizan su discreción, perseverancia y calidez en el trato. Tiene un gran sentido de orientación en el terreno y siempre era consultado por Manuel Pérez cuando se trataba de trazar el rumbo de la marcha guerrillera, por lo cual se le apodó Américo Vespucio. Tiene contacto con Pablo Beltrán y Antonio García desde los años ochenta.

Finalmente, estará Bernardo Téllez, un mando importante del frente de Guerra Norte con injerencia en los departamentos de Cesar y sur de La Guajira, en los que ha sido reconocido por su mando e influencia entre las comunidades.

Los rostros e información de Óscar Serrano, Vivian Henao, Ricardo Pérez, Cataleya Jiménez, Eduin Restrepo, Américo Trespalacios, Manuela Márquez, Mauricio Iguarán y Simón Pabón son desconocidos tanto para los analistas en el conflicto armado como para los organismos de inteligencia, que esperan conocer con el paso de los días a qué parte de la organización representan y en qué temas van a aportar para llevar a feliz puerto el acuerdo de paz.