¿Qué tan conveniente es desmontar el Esmad?
Crédito: Yamith Mariño Diaz
Más que desaparecerlo, lo que se espera es que cambie la figura por una que no sea una amenaza para la comunidad, pero sí pueda actuar en situaciones graves de orden público.
Por: Maria F. Fitzgerald
Una de las propuestas del presidente electo Gustavo Petro durante su campaña fue la necesidad de reformar la Policía; y, como parte de esta reforma, desmontar el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
¿El motivo? las vulneraciones a los derechos humanos en las que ha estado involucrado el escuadrón, que se vieron exacerbadas durante el paro estudiantil de 2018, el paro nacional de 2019, las noches del 9 y 10 de septiembre en Bogotá y más notoriamente durante el estallido social de 2021.
Tanto se notó, que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, recomendó evaluar la necesidad de modificar el entrenamiento y los estatutos bajo los que se rige esta ala de la Policía.
No obstante, desmontarlos, tal y como lo propuso Gustavo Petro, es otro cantar.
¿De dónde vienen?
Inicialmente, el Esmad fue un organismo temporal. Nació en 1999, con ocasión de las marchas cocaleras del sur de Colombia, mediante la Resolución 01363 del 14 de abril, firmada por el entonces presidente Andrés Pastrana. Algunos años después, en el 2007, el gobierno de Álvaro Uribe aprobó otra resolución, que oficializaba el Curso obligatorio para la formación de los agentes del Esmad. Para entonces, ya la unidad se había vuelto permanente. En 2021 contaba con más de 3.700 agentes, distribuidos en 23 escuadrones que hacen presencia en las principales ciudades del país.
Para ser agente del Esmad es necesario ser mayor de edad y menor de 27 años, no tener hijos ni estar casado, tener título de bachiller, no tener antecedentes jurídicos ni legales y completar el curso de Control de Multitudes de los Escuadrones Móviles Antidisturbios de la Policía Nacional.
Su misión es controlar los desmanes que se presenten durante las manifestaciones sociales, cuando los demás mecanismos de control y negociación han fallado. Sin embargo, en muchas ocasiones los agentes no han medido su fuerza, cuando no han sido decididamente agresivos.
Según Indepaz, desde la creación del Escuadrón hasta 2019, el Esmad estuvo involucrado en al menos 55 muertes. En noviembre de 2019, durante el paro nacional, se le acusó de haber estado involucrado en 4 asesinatos más, incluido el del joven estudiante Dilan Cruz. En relación con el estallido social de abril de 2021, el Esmad es señalado de estar involucrado en al menos 23 muertes.
¿Cuánto cuestan?
En 2018, la Liga contra el silencio calculó que el equipamiento de seguridad de un solo agente costaba alrededor de 78 millones de pesos. La senadora del Pacto Histórico María José Pizarro, dice que hoy un solo agente del Esmad le cuesta al Estado un poco más de 30 millones de pesos al año, a los que hay que sumarle el costo de las armas no letales. En 2021, la Policía gastó, solo en gases lacrimógenos, cerca de dos millones y medio de dólares.
De acuerdo con la Dirección Administrativa y Financiera de la Policía (Diraf), el presupuesto del Esmad en 2019 fue de casi 7.000 millones de pesos en el Esmad; en 2020, ascendió a 16.000 millones de pesos; y en 2021 se situó por encima de los 10.000 millones de pesos.
Para profundizar
“Esas son compras que seguramente serán eliminadas”, asegura María José Pizarro, aunque prefiere no opinar a profundidad sobre estos detalles porque considera que es algo que corresponde al presidente Petro y al gabinete que designe para este fin.
Todo empezará por el diálogo
El nuevo mandatario podría forzar el desmonte del Esmad sin pasar por el Congreso, pero no sería lo más aconsejable. Según el abogado Alejandro Lanz, codirector de la ONG Temblores, no cabe duda de que se requiere tener una fuerza disponible antimotín para ciertos casos de calamidad y orden público. "Lo que pasa es que no necesariamente debe ser la primera fuerza en responder ante la manifestación pacífica –aclara–. Creo que el debate sobre cómo se va a tramitar una forma de desmontar esta fuerza debe ser más grande, no puede ser tan sencillo como derogar la figura. Hay que fortalecer todos los mecanismos de acompañamiento civil, de diálogo y de gestores de convivencia que puedan reducir la confrontación entre manifestantes y fuerza pública. Y eso implica crear grupos nuevos que, eventualmente, llegarían".
La senadora Pizarro opina que el proceso debe iniciar con el diálogo. “Nosotros tenemos que empezar este desmonte hablando con los mismos miembros del escuadrón. Estamos seguros de que no todos deben estar muy contentos de haberse convertido en una figura antagónica para la sociedad. Por eso, parte de nuestros objetivos incluirá dialogar con ellos para conseguir acuerdos que también les permitan tener mejores condiciones de vida”.
Agrega que esa negociación implica que aquellos agentes que tengan un historial de violencia o de vulneraciones a los derechos humanos, sean expulsados de la institución. Quienes no tengan esta condición, podrán entrar a hacer parte de un nuevo escuadrón que priorice la protección de quienes se manifiestan. Ese nuevo escuadrón será diseñado de la mano de la sociedad civil, las ONG que han liderado la petición por la reforma policial y las sociedades de víctimas de la brutalidad policíaca.
Para profundizar
El concejal Diego Cancino, del Partido Verde, también ha promovido la creación de ese nuevo escuadrón que tenga un énfasis importante en el diálogo, de manera que las intervenciones físicas sean cada vez más remotas.
Aunque todavía no es claro cuál será el proceso para iniciar la transición, Pizarro asegura que empezarán por pasar un nuevo proyecto de ley que esperan sea mejor recibido por el nuevo Congreso y ahora sí pueda ser aplicado. De los siete proyectos ya radicados para la reforma policial el año anterior, uno (el que proponía el desmonte del Esmad) fue archivado; los otros seis siguen en curso, pero sin agenda. Pizarro también aseguró que este nuevo proyecto de ley será una de las prioridades y pretenden pasarlo antes de que se cumpla el primer año de gobierno del nuevo presidente Gustavo Petro.
Mientras tanto, el senador Gustavo Bolívar, uno de los alfiles del Pacto Histórico, ha dicho que, en lo posible, se va a prescindir del Esmad."No sé si se le cambie el nombre, no sé si se le quite una cantidad de armas que han hecho mucho daño. Eso va dentro de la reforma que vamos a estudiar en la Comisión Segunda", dijo en entrevista para Blu Radio. Y concluyó que, en cualquier caso, "no le sacaremos los ojos a la gente".