El día que el director de la Policía no despegó sin la Virgen María

La periodista María Jimena Duzán en su columna de opinión para CAMBIO, dio a conocer las órdenes por parte del nuevo director, mayor general Henry Sanabria y la subdirectora, brigadier general Yackeline Navarro Ordóñez, en las que imponen su credo religioso, al parecer, ignorando la libertad de cultos que existe desde la Constitución de 1991.

Ambos oficiales pertenecen a la congregación de los marianos, una asociación de la Iglesia católica que profesa el culto a la Virgen María. Por lo que están exigiendo que los demás integrantes de Policía también profesen su fe.

Duzán asevera que “tal es el peso que le dan a la devoción que el mayor general Sanabria no puede salir de Bogotá sin llevar consigo la imagen de la Virgen”.

Las disposiciones ordenadas son: 

• El día debe iniciarse con una misa que incluye una oración a la Virgen y debe terminar con otra. 
• Todos los actos públicos que se realicen en la dirección de esa institución deben ser precedidos por una oración a la Virgen.
• Hay la orden de rezar el Rosario por lo menos tres veces al día.

Aunque la Constitución del 91 deja claro que Colombia es un Estado laico, es decir que funciona de manera independiente de cualquier ideología religiosa, por lo que las órdenes impuestas por el director y la subdirectora no deberían porque imponerse, en especial si los demás integrantes de la Policía no profesan su misma fe.

frase-destacada

“Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva. Todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley”, artículo 19 de la Constitución Política de Colombia.

Por otro lado, estas exigencias han traído “serias complicaciones” en el funcionamiento de la dirección de la Policía.

Un ejemplo de esto es el día en el que asesinaron a los nueve policías en una emboscada en Neiva a comienzos de septiembre, el director se demoró en salir del aeropuerto de Bogotá porque a los encargados de transportar la imagen de la Virgen se les olvidó llevarla, por lo que su avión no despegó hasta que esta estuviera en sus manos.

Otro de los hechos de su fanatismo fue una ceremonia con los comandantes, a la que Sanabria llevó a un sacerdote con el propósito de que les practicara un acto de exorcismo.

“El sacerdote los rezó uno a uno y los conminó a que liberaran los malos espíritus. Los comandantes quedaron sin habla”, afirmó la columnista.

Según varias fuentes de Duzán, el sistema de inteligencia de la Policía ha cambiado su objetivo de detectar la corrupción al interior de la institución, ahora tiene como finalidad “encontrar a los policías que tienen amantes, a los que toman más de la cuenta y a los impíos”.

Además, aquellos que se encuentran en unión libre están siendo presionados para que se casen por lo católico.  

También están las exigencias de la subdirectora de la Policía, Yackeline Navarro, quien tiene dos capitanas a su servicio para que “la cuiden de los malos espíritus”. Una de ellas debe leerle la Biblia y la otra “les lee el aura a todas las personas que solicitan entrevista con ella”.

Duzán asegura que “si el resultado de la lectura del aura no es positiva a la persona se le impide entrar al despacho de la subdirectora”.

Hasta el momento el Gobierno Nacional no se ha pronunciado sobre estas exigencias religiosas en la Policía y el general Sanabria tampoco ha comentado nada al respecto.