Crédito: Fotoilustración Yamith Mariño
Encuentran responsable a Chiquita Brands en Estados Unidos por financiar el paramilitarismo en Colombia
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Este lunes 10 de junio se conoció que la justicia estadounidense encontró responsable a la multinacional bananera Chiquita Brands por financiar paramilitarismo en Colombia. Esto se sabe del fallo judicial.
Por: Santiago Luque Pérez
Después de seis semanas de juicio en Estados Unidos, en el que las partes presentaron pruebas, el jurado, en una decisión histórica, encontró responsable a Chiquita Brands por financiar grupos paramilitares. La defensa de la empresa se mantuvo en afirmar que se vieron obligados a realizar los pagos a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
“Este veredicto envía un poderoso mensaje a las corporaciones de todo el mundo: beneficiarse de abusos contra los derechos humanos no quedará impune. Estas familias, víctimas de grupos armados y corporaciones, hicieron valer su poder y prevalecieron en el proceso judicial”, dijo Marco Simons, asesor general de EarthRights International.
La decisión, que beneficia al primer grupo de víctimas en llegar a juicio contra Chiquita Brands, fue tomada después de 17 años de proceso judicial y varias trabas.
La decisión del caso contra Chiquita Brands
El pasado 6 de junio las partes presentaron sus argumentos de cierre. El abogado principal de Chiquita Brands argumentó durante más de tres horas que la empresa tuvo que pagar a los paramilitares de las AUC para salvar vidas de los trabajadores y que, además, la presencia de la multinacional en Colombia fue positiva.
El abogado de las víctimas Jack Scarola refutó los argumentos y aseguró que la empresa hizo un "pacto con el diablo" al elegir financiar a los paramilitares y añadió que, incluso si la compañía fue amenazada y extorsionada por las AUC, continúa siendo responsable. Scarola afirmó que, según la ley, los abogados de Chiquita tendrían que haber probado que no tenía ninguna otra alternativa para demostrar una defensa de "coacción".
El juez del caso le había pedido a los diez jurados que fueron elegidos, no conversar entre ellos hasta terminar de oír los testimonios. Después de los argumentos de cierre, empezaron a deliberar y el veredicto llegó este lunes 10 de junio.
En el juicio participaron nueve víctimas, cuyos familiares fueron asesinados por las AUC. No obstante, el proceso legal contra Chiquita incluye a cientos de víctimas cuyos casos podrán ser resueltos en juicios posteriores o mediante un eventual acuerdo.
Historia del caso contra Chiquita Brands
La relación entre las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y la empresa ocurrió durante los años noventa y principios de los 2000. En 2007, la justicia estadounidense le impuso una multa de 25.000 dólares a Chiquita Brands luego de hallarla culpable de financiar el grupo ilegal con cerca 1,7 millones de dólares.
Ese mismo año, después de que se impusiera la multa, varias víctimas del paramilitarismo en el Urabá y Magdalena, en donde operó la empresa, interpusieron una demanda argumentando que Chiquita Brands no los ha reparado.
Desde que se inició la acción judicial, los demandantes han tenido que sortear toda clase de adversidades. Una de ellas, es que la empresa ha buscado que el juicio se haga en Colombia y no en territorio norteamericano. Sin embargo, la justicia de este país le ha ido dando la razón a las víctimas y el proceso al fin llegó a juicio gracias a las apelaciones de los demandantes.
La última vez que se cayó la demanda fue en septiembre de 2019, cuando el juez de primera instancia señaló que las víctimas no tenían los argumentos suficientes para pasar a la siguiente etapa. Esto ocurrió a menos de un mes de empezar el juicio que había quedado agendado para el 15 de octubre. Las víctimas apelaron esta decisión y el 7 de septiembre de 2022, el Tribunal de Apelaciones del Circuito No. 11 revivió el proceso y señaló que los demandantes contaban con las pruebas suficientes para continuar.
El caso es conocido como Doe vs. Chiquita, por los seudónimos que se han utilizado para proteger la identidad de las víctimas. Lo que hicieron los abogados demandantes fue tomar casos pilotos que sirvieran para mostrar patrones de macrocriminalidad. Por ejemplo, el del esposo de Jane Doe 7, un activista laboral, que fue asesinado por las AUC y que se enmarca en la violencia de los paramilitares contra los líderes sindicales.
El juicio comenzó el pasado 30 de abril en el que las partes mostraron sus argumentos y pruebas. En el caso de la empresa, presentó los testimonios, en su mayoría, de extrabajadores de la compañía y expertos contratados.