Los líderes sociales no creen en las negociaciones de paz

Los líderes sociales no creen en las negociaciones de paz

Crédito: Archivo Particular

La Fundación Ideas para la Paz, FIP, reveló los resultados de una encuesta sobre la percepción que tienen los líderes sociales, sobre las negociaciones que realiza el gobierno del presidente, Gustavo Petro; con los grupos armados.

Por: Redacción Cambio

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Durante el mes de marzo, la Fundación Ideas para la Paz (FIP) consultó la opinión de 260 líderes que viven en 72 municipios del país. El resultado reflejó la poca confianza que tienen los líderes en la paz total.

En noviembre de 2022, tres meses después de la posesión del nuevo gobierno, el 27 por ciento de los líderes sociales dijeron sentirse seguros. En marzo, la cifra disminuyó a 15 por ciento.

Para profundizar

Según la encuesta, los homicidios, las amenazas y el desplazamiento son los tres delitos que explican la falta de confianza de los representantes para que se logre un Acuerdo de Paz.

“El 85 por ciento de los líderes se sienten muy inseguros en sus municipios, cifras que coinciden con el aumento de la percepción de inseguridad registrada por la encuesta del Dane sobre convivencia y seguridad ciudadana, que fue del 44 por ciento en 2021 y del 53 por ciento en 2022”, asegura la encuesta.

Al respecto, la investigadora del área de Seguridad y Gobernanza de la FIP, María Acosta, opinó que los líderes sociales son amenazados diariamente en zonas en las que se creía iba a llegar la paz. Esa ha sido la constante en las encuestas que hemos realizado en los últimos dos años.

“Según el 22 por ciento de los líderes sociales encuestados, el delito que más se presentó en los municipios fue el de homicidio, seguido por amenaza a personas o líderes sociales (17 por ciento), hurtos (12 por ciento), desplazamientos (11 por ciento), violencia intrafamiliar (11 por ciento), extorsión (10 por ciento), eventos de conflicto armado (10 por ciento), confinamiento (5 por ciento) y delitos sexuales (2 por ciento)”, dice la investigadora.

El 37 por ciento de los encuestados fueron amenazados por adelantar alguna acción para defender los intereses de la comunidad; el 18 por ciento, por participar en reuniones públicas; el 9 por ciento, por estar en procesos electorales, y 6 por ciento por reunirse con autoridades locales y militares. 

De acuerdo con la encuesta de la FIP,  el 23 por ciento de los líderes sociales consultados fue amenazado durante el último mes. También se registra una disminución del 6 por ciento en la percepción de efectividad de la estrategia utilizada por el Gobierno Nacional para proteger a los líderes sociales. Pasó del 30 por ciento al 24 por ciento.

Con respecto a la respuesta que han tenido por parte de las autoridades a sus denuncias, el 27 por ciento de los líderes reconoce que las autoridades municipales han realizado reuniones para mejorar la seguridad, pero solo el 55 por ciento aseguró que el encuentro cumplió los objetivos.

La encuesta también muestra la desconfianza en las negociaciones con los grupos armados. El 7 por ciento conoce algún tipo de diálogo entre el Gobierno y los grupos ilegales. Solo el 50 por ciento cree que los diálogos aportan a la seguridad de los municipios. Frente a los procesos de sometimiento a la justicia, 4 por ciento de los encuestados los conocen y el 30 por ciento cree que aportan a la seguridad.

militares

Qué dicen los líderes 

Jota Mario González, líder social en Balboa, Cauca, dice al respecto: “Siempre se tiene miedo, porque somos unas personas visibles, no solo para los grupos ilegales, sino también para las autoridades. Nuestra tarea es por la defensa de las comunidades y realmente las cosas con la llegada del nuevo gobierno no han cambiado, nuestras vidas siguen en peligro”.

En opinión de Andrea Monroy, lideresa en El Bagre, Antioquia, los acercamientos con los grupos ilegales se han quedado en el papel. “La realidad es que nos siguen amenazando y en muchas zonas nos impiden los acercamientos con las comunidades”.

La presión se alimenta de la falta de garantías para trabajar. “Si nos quedamos callados. nos matan; y si hablamos, también. Por eso nos arriesgamos y seguimos con nuestro trabajo”, afirma Jota Mario.

Los líderes sociales afirman que se sienten solos y que la guerrilla es la que manda por la falta de presencia del Estado. “Luego del acuerdo de paz, las Farc se fueron, pero en vez de llegar las autoridades llegaron las disidencias y ellos son los que ahora mandan”.
 

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