Desarmando cuentos: una propuesta pedagógica con finales felices

Crédito: Colprensa

30 Junio 2024 02:06 pm

Desarmando cuentos: una propuesta pedagógica con finales felices

Fantasía, narrativa, animación, actuación, tecnologías digitales e investigación académica se funden en un novedoso proyecto que busca que niñas, niños y jóvenes se aproximen a la realidad como si estuvieran en un videojuego.

Por: Natalia Romero Rosanía

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El proyecto ‘Desarmando cuentos: narrativas transmedia para la memoria histórica y la construcción de paz’ tuvo como objetivo principal desmontar las narrativas negativas y violentas relacionadas con conflictos armados y reconstruirlas en los procesos de reconciliación y memoria, con un enfoque positivo y a través de medios digitales.

Se presentó en la primera convocatoria #PensarConOtros y fue seleccionado en la modalidad de Narrativas y Expresiones. Fue desarrollado por 27 personas bajo un modelo de cocreación y ejecutado en 2022.

‘Desarmando cuentos’ fue concebido para que las niñas, niños y adolescentes tuvieran acceso a aquel tipo de historias a través de una plataforma dinámica y asequible de modo que, en su vida diaria, pudieran aproximarse al tema de la paz y al proceso de los diferentes grupos que están en trance de reincorporación, como es el caso de las Farc, pero también que comprendieran que todavía existe la violencia en el territorio por parte de grupos como el ELN.

“En últimas, lo que buscamos es fomentar los procesos de reconciliación y promocionar valores de tal forma que los niños puedan aplicarlos en su cotidianidad”, resume la psicóloga Ana Camila García, quien hace parte de la Dirección de Investigaciones de la Universidad de San Buenaventura, en Bogotá, y quien fue la encargada de coordinar este proyecto que narra el conflicto y su resolución a través la fantasía.

A continuación, Ana Camila responde a una serie de preguntas relacionadas con la ejecución de este proyecto. 

¿Cómo se origina ‘Desarmando cuentos’?

El proyecto involucra diferentes hitos de procesos de violencia, pero también de sus resoluciones y de la construcción de paz, basándonos en que dichos procesos tienen unos énfasis de escalamiento y desescalamiento del conflicto. Entonces, desde esta claridad, puntualizamos a qué público nos queríamos dirigir y fue cuando concluimos que los niñas, niños y jóvenes podrían, en su cotidianidad, estar escuchando sobre los grupos en proceso de reincorporación, como las FARC, así como también sobre el ELN y los actos de violencia que siguen presentándose en el territorio colombiano.

¿En qué aspectos se basaron para empezar?

Nos preocupaba la información que estaban recibiendo en sus clases de Historia y de Geografía sobre los diferentes grupos armados, y que esos acercamientos con relación a éstos podrían no ser los más adecuados para su edad. Así que tomamos las fuentes primarias que nosotros como investigadores ya teníamos de exploraciones previas con víctimas o con personas en procesos de reincorporación, para traer estas vivencias y estas voces. Adicionalmente, buscamos fuentes secundarias y consultamos, por ejemplo, cómo surgió la Asamblea Nacional Constituyente de 1991.

¿Cómo fue el resultado de esta investigación?

Materializamos el fruto de nuestra investigación en cuatro episodios, cada uno con su respectivo podcast, y un componente de animación. Cada uno de estos episodios cuenta diferentes momentos de hitos y resoluciones de conflictos que han existido tanto en Colombia como en México. Trabajamos con un equipo de guionistas y de personas de diferentes sectores, un grupo grande de universidades, entre éstas la Universidad de San Buenaventura, la Universidad Santo Tomás, la Fundación Universitaria Los libertadores y la Universidad Autónoma de Chiapas en México, por mencionar sólo algunas.

El mensajero del sol
El mensajero del sol.
Cortesía: 'Desarmando cuentos'.

El sector empresarial estuvo representado por guionistas y actores y este componente fue lo que nos permitió, al sector académico, hacer la revisión para que las narrativas le apuntaran a los niños y adolescentes, con un lenguaje acorde para ellos. Es por esto que se relatan, de manera fantasiosa, los sucesos históricos, contando con un protagonista, que puede ser un animal o un objeto animado.

Por ejemplo, el primer episodio nos habla de la Asamblea Nacional Constituyente, sobre todo desde la vivencia indígena, y la historia es contada por ‘La chonta’, que es el bastón de mando indígena. Todos los episodios son muy breves, animados y evidencian de manera amena lo que se vivió en esos momentos.

¿En dónde se pueden ver estos episodios?

Los cuatro episodios pueden verse en la página web www.desarmandocuentos.com y en el canal de YouTube con el mismo nombre. Allí se encuentran las historias animadas. También se pueden escuchar los cuatro podcasts que están en el canal Spreaker

¿Cómo fue el trabajo en equipo con tantas universidades?

Trabajamos casi todo en la virtualidad, pues esas instituciones se encuentran en diferentes regiones. En Bogotá realizamos las grabaciones de las voces con los actores y los podcasts en los estudios de la Universidad de San Buenaventura, en donde manejamos una línea de trabajo conjunto entre la parte social y las ingenierías, multimedia y de sonido. Somos conscientes de que con el auge tecnológico y el alcance de la información y de la ciencia, los contenidos deben ser cada vez más consumibles. A través de las redes sociales y de los videos podemos llegar a otro tipo de públicos, sobre todo a los niños y a los jóvenes.

¿Cuál es el factor diferencial de ‘Desarmando cuentos’?

Primero, el trabajo mancomunado entre diferentes universidades, regiones y sectores, que nos permitió garantizar perspectivas diversas. Adicionalmente, identificamos que, a pesar de que el arte ha servido mucho como expresión de los conflictos, hay poca presencia de cómo a través de él puedan difundirse los procesos de resolución. Por medio del arte digital, las animaciones y el diseño de escenarios, contamos no sólo lo que es el conflicto y la memoria, sino también la parte de la resolución, de la reconstrucción de tejido social y de los procesos de reincorporación. 

El viaje de Balam
El viaje de Balam.
Cortesía: 'Desarmando cuentos'.

¿Cómo se juntaron las voluntades de las universidades que participaron?

Buscamos entre nuestras universidades aliadas grupos de investigación que fueran reconocidos por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y que contaran con buena trayectoria y solidez conceptual, pero también con experiencia en el trabajo de campo. Sabíamos que al contar la historia de los conflictos entrarían las subjetividades y nosotros queríamos contar la historia alejándonos de las vivencias personales que tuviera cada uno de los investigadores involucrados en el proyecto. Nuestro foco siempre fue relatar historias del conflicto y sus resoluciones de la forma más objetiva y amena, para que el niño pudiera recibir una información digerible, pero sin herir situaciones individuales porque no sabemos quién nos va a escuchar.

¿Qué otros conflictos abordaron?

Abordamos desde la Constitución del 91 hasta el conflicto de Chiapas, en México y también el que hubo entre paramilitares y las Farc, así como los procesos de diálogos de paz con esa guerrilla. Todos estos procesos tuvieron una resolución que cada persona ha vivido desde su perspectiva. Por eso era tan importante construir las narrativas entre todos, teniendo en cuenta tanto los momentos duros que se vivieron así como los esfuerzos se hicieron para tratar de resolver una situación. Recorrimos una línea de tiempo grandísima, que resumimos en 15 minutos por episodio, usando la fantasía para contar las vivencias.  

¿’Desarmando cuentos’ tendrá continuidad?

Nosotros hemos seguido trabajando. Hemos ido a colegios para presentarles el proyecto a los niños y jóvenes y recibir su retroalimentación. También hemos estado en diferentes espacios de socialización, invitando a los profesores a que usen el material cuando lo requieran en sus clases, pues es de libre acceso. Para nosotros lo más importante es que el material se utilice, para que las clases sean más dinámicas. Ofrecemos un espacio interactivo en una plataforma virtual, que es como si fuera un videojuego en el que tienes un avatar y puedes ver los videos y las fotos. Es otro tipo de interacción, diseñada específicamente para niñas, niños y adolescentes, para su conocimiento, pero también para su protección. 

¿Cuál fue su mayor aprendizaje al coordinar y ejecutar este proyecto?

Lo mejor de todo fue pensar con otros en torno a las vivencias del país, de realidades que yo no viví, pues tengo 30 años, así que no había nacido cuando se llevó a cabo la Asamblea Nacional Constituyente. Gracias a ‘Desarmando cuentos’ pude vivir esas realidades a través de las experiencias de las otras personas que participaron en el proyecto. Pude vivir unas nuevas realidades desde cada perspectiva, lo cual me desafió a pensar con el otro y a generar un nuevo conocimiento, una nueva forma de entender eso que a todos nos involucra como ciudadanos, como integrantes de un grupo social y, puntualmente, en un proyecto. Para mí fue un desafío y también un logro el trabajo multidisciplinar con esas personas de otras áreas, de otros sectores, pero todos con la finalidad de poder favorecer a los niños, niñas y jóvenes con este contenido.

Zamai un canto de esperanza
Zamai, un canto de esperanza.
Cortesía: 'Desarmando cuentos'.

Diversas miradas de una misma realidad

Margarita Rosa Peñalosa, docente de la Universidad Francisco de Paula Santander, de Cúcuta, Norte de Santander, también hizo parte del equipo de investigación de este proyecto. Durante su creación y ejecución, la profesora sacó valiosas conclusiones de este trabajo. “Lo más importante –dice– fue el encuentro y el compromiso que, como academia, tenemos en la reconstrucción de memoria. En ver el conflicto desde diferentes ojos y querer aportar para que los ciudadanos tengamos mayor conciencia sobre nuestras diversas realidades. Creo que ahí está el trasfondo de este ejercicio: aportar desde nuestro conocimiento, desde nuestra experiencia y desde nuestra propia educación, para tener una visión mucho más compleja de lo que es nuestro país”. 

Por su parte, Janneth Palacios, investigadora de la Universidad Santo Tomás, explica el resultado de su participación en el proyecto. “El mayor aprendizaje fue la posibilidad de intercambiar conocimientos y trabajar con profesionales de distintas áreas y disciplinas. Fue un reto maravilloso y enriquecedor el intercambiar nuestras perspectivas, experiencias y saberes, por lo que esta interacción no sólo fortaleció nuestras propias habilidades, sino que también permitió que las diversas ideas y enfoques hicieran sinergia para potenciar el desarrollo del proyecto”.

Las tres investigadoras consultadas coinciden en que el mayor aporte de ‘Desarmando cuentos’ a la construcción de ciudadanía y democracia en Colombia ha sido demostrar cómo se les puede hablar a los niños y niñas sobre los conflictos y sus respectivas resoluciones, de manera entretenida y a partir de las narrativas digitales. Agregan, además, que estas permiten mayor accesibilidad y alcance para llegar a diferentes comunidades y lugares, lo que, a su vez, facilita la participación de la niñez en la reflexión sobre su propio territorio y contexto.

También señalan que a través de los procesos de memoria histórica es posible, entre todos, aportar a la construcción de paz. 

Para estas creadoras, la narrativa infantil desarrollada en el proyecto , promueve la formación de valores y perspectivas orientadas a la tolerancia, el entendimiento intercultural y la reconciliación, pues a través de cada uno de los cuatro episodios de ‘Desarmando cuentos’ se busca sembrar empatía y conciencia socio-histórica, con el fin de fomentar en las nuevas generaciones un mayor compromiso con la construcción de paz.

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