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Alice Munro en 5 libros: Cómo leer a la escritora canadiense
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La ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2013 falleció a los 92 años en su residencia de Ontario, dejando tras de sí una de las obras literarias más importantes del siglo XX.
Nueve décadas y un par de años le bastaron a Alice Ann Laidlaw, mundialmente conocida como Alice Munro, para dejarse la piel en cada una de sus palabras. Sus libros fueron la manifestación más cristalina de lo extraordinario de la cotidianidad en la pluma de una escritora con una capacidad alucinante para fijarse en los detalles. A la altura de voces como las de Raymond Carver, John Cheever, Carson McCullers, Flannery O’Connor, o el propio Ernest Hemingway, su literatura consiguió ganarse un lugar en el Olimpo de los y las grandes cuentistas de nuestro tiempo en lengua inglesa.
Considerada la “Chéjov canadiense”, la autora de Demasiada felicidad ha dejado este mundo poco antes de llegar a su cumpleaños número 93. Ganadora del Premio Nobel de Literatura y el Booker International, entre otros galardones, la escritora nacida en Wingham consiguió como pocos enaltecer el género del cuento. Sus textos están llenos de personajes comunes y corrientes, cuyas vidas aparentemente ordinarias revelan profundidades inesperadas. A menudo, Munro exploraba temas como la vida familiar, el amor, la traición, el deseo y el paso del tiempo. Su estilo narrativo era sutil pero penetrante, y como narradora tenía una habilidad única para tejer historias complejas con muy poco.
Entre sus obras más destacadas se encuentran Danza de las sombras (1968), su primer libro de cuentos, Las lunas de Júpiter (1982) y Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio (2001). El primero estableció su reputación como una maestra del género. En él, Munro examina la vida en la pequeña ciudad, explorando las tensiones familiares y las expectativas sociales con una precisión deslumbrante; el segundo es una inmersión profunda en temas como la pérdida, la memoria y la redención; y el tercero es, probablemente, su libro más influyente, llevado al cine como Away from Her, en donde la autora consigue destilar como nadie la complejidad de las relaciones humanas, desde la intimidad hasta la distancia emocional.
En 2013, cuando Munro recibió el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en la decimotercera mujer en ser galardonada, la Academia Sueca elogió su capacidad para “retratar la vida cotidiana revelando lo extraordinario en lo común”. En alguna entrevista que le hicieron años antes, de alguna forma se anticipaba al éxito de su prosa, diciendo que como no sabía hacer nada más en la vida, se la había pasado escribiendo.
Alberto Manguel, el escritor y erudito argentino que ha pasado tantos años en Canadá, escribió en su momento sobre Alice Munro, en las páginas de El País, que, desde sus primeros libros, la autora fue elogiada, no solo por la crítica sino por los lectores en general. Fue Cynthia Ozik quien comenzó a llamarla como la “Chéjov canadiense”, y según Manguel, la comparación es exacta, “no solo por la destreza con la que Munro (construía) sus narraciones, sino también porque raramente (buscaba) un terreno de exploración más allá de su rincón natal”, escribió.
Desde el primer momento en que la leyó, la escritora Juliana Ángel Osorno sintió que ingresaba a una obra distinta. “Siempre me fascinó cómo puede hacer algo enorme de casi nada: cómo logra darles la importancia debida a las vibraciones pequeñitas de las relaciones entre las personas, especialmente las familiares”, comentó, en conversación con CAMBIO, reconociendo que Munro la fascinó tanto que no solo la deleitó como lectora, sino que, en realidad, le enseñó a escribir.
En su artículo más reciente, publicado por el diario ABC de Sevilla, Karina Sainz Borgo rescata aquella premisa de que en Munro nada es simple, aunque lo parezca. “En sus ambientes domésticos se cuece una catástrofe. En ella carbura una energía oscura y abrasiva, una mirada pesada e inmisericorde”. Y ante ello, el escritor ecuatoriano Miguel Molina Díaz, en diálogo con esta revista, resalta que parecía que en todo momento Munro reconocía que sus cuentos se levantan desde terrenos pantanosos y que su proceso creativo implicaba un alto nivel de valentía. “Me imagino que estaba dispuesta a romperse y, que, de hecho, se rompía al escribir esas historias. Por eso transmite un sentido de empatía con sus personajes”.
Para leer a Alice Munro no existe una vía recta, o una fórmula, pero se le puede intentar abordar desde una óptica intimista, si se quiere, como queriendo encontrar la ruta que desde su más feroz cotidianidad decidió trazar. Estos serían los cinco libros para hacerlo:
Danza de las sombras (1968)
Este es el primer libro de cuentos de Alice Munro y una excelente introducción a su estilo narrativo. La colección ofrece una mirada íntima a la vida en pequeñas comunidades rurales de Canadá, explorando las complejidades de las relaciones familiares y sociales. Destacan historias como El vaquero de la Walkers Brothers y Chicos y chicas, que establecen el tono y la temática que caracterizarían la obra posterior de Munro.
¿Quién te crees que eres? (1978)
Esta colección de historias entrelazadas nos presenta el vínculo entre dos mujeres: Flo, pragmática, desconfiada y a veces vulgar, y su hijastra Rose, una chica torpe y tímida, cuya ambición la impulsa a dejar atrás sus raíces y seguir su propio camino. A través de cada cuento, con maestría, Munro nos sumerge en una narración que fluye como una novela, impregnada de profunda emoción y trascendencia, trazando cada detalle con precisión y sutileza.
Las lunas de Júpiter (1982)
Repletos de traiciones, reconciliaciones, amores cumplidos y perdidos, cada cuento de esta colección ofrece una visión única de la vida interior de sus personajes, mientras navegan por situaciones que van desde la pérdida y la soledad hasta la esperanza y el descubrimiento. Lo más notable de este libro son las transformaciones que experimentan sus personajes con el paso del tiempo, reflexionando sobre su pasado con una mezcla de ira, resentimiento y una compasión infinita que solo Alice Munro sabe transmitir.
Amistad de juventud (1990)
En los diez relatos que conforman este volumen, Munro explora la complejidad de las relaciones familiares, las amistades duraderas y los secretos enterrados en el pasado. A través de estas páginas, se exploran los misterios que yacen en el corazón de la experiencia humana. Múltiples vidas se entrelazan: hombres y mujeres que rememoran los deseos y sueños que una vez enterraron, vidas forjadas por elecciones incomprensibles que las han moldeado hasta convertirlas en lo que son ahora.
Escapada (2004)
En este libro, Alice Munro escribe sobre mujeres de todas las edades y circunstancias, así como sobre sus relaciones con amigos, amantes, padres e hijos. Desde mujeres atrapadas en matrimonios infelices, hasta jóvenes que buscan su lugar en el mundo, Munro examina las motivaciones y consecuencias de buscar la felicidad fuera de las convenciones sociales. Sus historias, narradas de manera cruda, directa y honesta, parecen tan reales como nuestras propias vidas. Y el objetivo de la autora no es tanto contar una historia como revelar el significado de sus vidas: una liberación sublimada o una especie de epifanía a través de la cual comprenden quiénes son y quiénes han sido.