Festivales al parque en Bogotá: cuando la música hace mejor una ciudad
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Jazz. Rock. Hip Hop. Música Popular. Vallenato. Salsa. Gospel. Folclor. Joropo. La agenda de los nueve festivales Al Parque de este año en Bogotá tiene muy claro que entre gustos no hay disgustos. La oferta es para todos y todas. Para los que bailan y para los que no. Para los amantes de lo clásico y de lo urbano. Lo coral y lo instrumental. Para los que cantan a grito herido –y saltan, sudan y vuelven a casa afónicos– y también para los que disfrutan con los ojos cerrados, entregados a la armonía.
Por: Redacción Cambio
Este año, con la escena musical con todos los motores prendidos, superada la estela de la pandemia, el distrito espera congregar 813.000 personas, casi 150.000 más que la asistencia promedio en los últimos tres años.
Si bien la apuesta es ambiciosa, la dimensión, trayectoria, diversidad y curaduría de los festivales hace creerla posible.
Los Al Parque admirados en el continente
Rock Al Parque, que irá desde el 9 hasta el 11 de noviembre en el Simón Bolívar, con 27 ediciones, es reconocido por ser el festival gratuito más masivo e importante del continente. Este año su curaduría se basará en el concepto subculturas en armonía, una lectura desde la ciudad, y como siempre, desde ya, los melómanos de la capital empiezan a especular con su cartel.
Hip Hop Al Parque, por su parte, con 26 ediciones, también se ha consagrado como el evento del género más relevante en Latinoamérica y subirá la energía de la ciudad el 17 y el 18 de agosto, también en el Simón Bolívar. El espíritu del festival para este año –Una cultura, una sola familia–, cree en la feliz integración de las distintas prácticas y practicantes del género.
Los festivales de siempre
La fiesta empieza el 14, 15 y 16 de junio en la Plaza de Bolívar, al son del Joropo, esta vez con los Cantos del Trabajo del llano, Patrimonio Cultural de la Humanidad, como protagonistas. Si bien este festival solo lleva dos ediciones, gracias a la calidad de los músicos llaneros que ha convocado, ya es considerado como un imperdible en la agenda cultural y musical de la capital.
El 10 de agosto, con el Festival de Verano y Gospel al Parque, cuya vocación es regalarle a la capital la fusión de grandes artistas con un diálogo fértil y vibrante entre la música latina, urbana, el pop, el rock y, por supuesto, la música de adoración.
El 24 y 25 de agosto, en el Parque de Los Novios, volverá al ruedo Colombia al Parque, el festival que durante los últimos 22 años se ha encargado de visibilizar artistas emergentes de todas las regiones, así como de traerles a los bogotanos los mejores representantes del folclor nacional.
Jazz al Parque, que desde hace 26 ediciones sirve como potencializador del género en el continente y en Colombia, volverá al aire libre en el Parque del Country el 28 y 29 de septiembre, esta vez bajo el concepto de un género que trasciende fronteras: fusión entre culturas.
En octubre, para cerrar el último trimestre del año con sabor y alegría, el Parque Simón Bolívar abrirá sus puertas para los salseros y, con razón de celebrar la relación entre la salsa y la ciudad, como todos los años, juntará a los grandes exponentes del género tanto de Colombia como del mundo. Salsa al Parque tendrá su edición número 25 el 5 y el 6 de octubre.
Los nuevos de la fiesta
Uno de los grandes anuncios de este año, la cereza del pastel, fue el nacimiento del Festival Vallenato al Parque, que se incluyó a la agenda para promover y conservar uno de los géneros más importantes de nuestra identidad y folclor. Como todos los demás festivales, tendrá la vocación de visibilizar el trabajo de los compositores y músicos y de servir de plataforma para los talentos emergentes. Tendrá lugar en el Festival de Verano, el 4 de agosto, en el Parque Simón Bolívar.
Las rancheras, los corridos, los huapangos mexicanos, valses ecuatorianos, pasillos, zambas y cumbias argentinas, desde este año tendrán también su fecha en el calendario: bajo el concepto Popular, el género que nació en el campo, y para fortalecer e impulsar artistas del género, el 14 y 15 de septiembre los bogotanos sacarán lo mejor de sí en Popular al Parque en el Parque Metropolitano El Tunal.
Festivales al Parque, Festivales por el agua
Los festivales al Parque, que son una de las vértebras culturales de la ciudad, y que se han convertido en un referente regional de diversidad cultural, cuidado y difusión del patrimonio y democratización de las expresiones musicales, tendrá en el 2024 una directriz operativa y filosófica de cuidado y concientización sobre los recursos hídricos de la ciudad.
El lema Festivales al Parque, Festivales por el Agua da cuenta de la ambición de esta administración por lograr que la ciudadanía disfrute gozosamente de la oferta cultural sin que esto sea sinónimo de amenazar los recursos hídricos. La apuesta es marcar un precedente de que la forma más democrática de apropiarse de lo público, es cuidándolo.
Se llevarán a cabo campañas para eliminar el uso de plásticos de un solo uso, y el reciclaje y el consumo responsable del agua serán un requisito transversal a todos los festivales.
Los festivales y su impacto económico
De los 670.000 asistentes que han llenado los venues de los festivales Al Parque en los últimos tres años, el 8 por ciento provienen de otras ciudades de Colombia y el mundo. Así que el turismo, que se refleja en el incremento de la actividad económica de restaurantes, hoteles, transporte local y actividades de ocio, es uno de los pilares de prosperidad que devienen de los festivales. A esto hay que sumarle los miles de puestos de trabajo que se generan gracias a las necesidades logísticas y administrativas, más el fortalecimiento de los emprendimientos locales que, según cifras entregadas por Idartes, venden hasta 700 millones de pesos. Un reciente estudio econométrico sobre el impacto de los festivales arrojó que por cada peso invertido en su realización, se genera el doble en la economía de la ciudad.
En definitiva, la propuesta de los Festivales al Parque con su naturaleza diversa, democrática, gratuita y representativa, que este año se enriquece aún más con el vallenato y el género popular, es, sin duda, una de las políticas públicas que logran que los bogotanos se sientan orgullosos de su ciudad. Y que sigan viéndola como un centro plural y generoso en el que convergen las expresiones artísticas más vibrantes de nuestro país. Es a la vez gozo, hospitalidad y activación económica. Cuando la música, en serio, hace mejor a una sociedad.