Gozar Leyendo con CAMBIO: palabras prestadas y palabras propias
26 Junio 2024

Gozar Leyendo con CAMBIO: palabras prestadas y palabras propias

Esta entrega está dedicada a los aforismos y a las citas. Sus fuentes, ‘Palabras prestadas’ de Edgardo Cozarinsky, 'El viento tiene voz humana' de Jules Renard y 'El hombre que ríe' de Víctor Hugo.

Por: Darío Jaramillo Agudelo

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Más de Victor Hugo
 

Existe una virtud especialísima entre ciertos autores, que es su carácter de aforistas involuntarios. El más citado ejemplo es Chesterton. Pues bien, al lado de Victor Hugo, muy especialmente el Victor Hugo de El hombre que ríe, todos son meros aprendices de esa sabiduría única de los aforistas involuntarios. Añado algunos aforismos involuntarios de El hombre que ríe a la reseña del número anterior de Gozar Leyendo.


-Los harapos no tienen sexo.
-El exceso de sensaciones es como la abundancia de aceite en una lámpara, llega a sofocar el pensamiento.
-La inocencia es más suprema que la virtud. La inocencia está hecha de oscuridad sagrada.
-La verdadera virtud es ser razonable.
-La imbecilidad tiene derechos, pero también límites.
-Uno puede ser tan necio como quiera, a condición de no dar mal ejemplo.
-Un favor hace al rey un amigo y cien enemigos; sin contar con que el amigo se vuelve ingrato.
-Quien hace reír al rey, hace temblar al resto.
-No existe odio pequeño. El odio siempre es enorme. Conserva su estatura en el ser más pequeño y mantiene su dimensión de monstruo. Un podio es todo el odio.
-Guardar rencor a una criatura es desearle el mal. ¿Por qué no el bien? ¿Será que está nuestra voluntad esencialmente del lado del mal?
-Los Goliath siempre son vencidos por los David.
-El paraíso de los ricos está hecho del infierno de los pobres.
-La legislación inglesa es un tigre domesticado. Esconde las uñas, pero conserva las garras.


Palabras prestadas

Palabras prestadas


Edgardo Cozarinsky (Buenos Aires, 1939) es un muy notable narrador y cineasta argentino que en Palabras prestadas actúa como lector y subrayador de frases paradójicas, brillantes y sabias. La lectura es simplemente deliciosa y las frases, algunas con sabor aforístico, no son las que casi siempre aparecen en las antologías del género. Hay algunas firmadas por E. C. y llegué a sospechar que se trataba de un muy citado aforista, Emil Cioran, hasta que caí en cuenta de que no, que son autocitas, que son de Edgardo Cozarinsky. Enseguida va una muestra comenzando por el colofón del libro que dice: “el 12 de octubre de 1812, Juan José Castelli, ‘el orador de mayo’, sufriendo de un cáncer de lengua, pide lápiz y papel para escribir sus últimas palabras: "Si ves el futuro, dile que no venga’”.


-Esas heridas que cierran con el tiempo son las que guardan todo el veneno. Herbert Marcuse
-Cuando se pierde la intensidad, se pierde todo. Josef Koudelka, en conversación con Frank Horvat
-No hay amor, sólo hay pruebas de amor. Jean Cocteau
-La olvidé sin quererlo, lentamente, como todas las cosas en esta vida. Nicanor Parra
-Si Israel ocupa territorios palestinos, el país perderá su dignidad. Yeshayahu Leibowitz, tras la guerra de los seis días, 1967
-Tierra prometida dos veces, a los judíos por Dios, a los árabes por la Historia. Y. Leibowitz
-Todas las guerras se pelean dos veces, la primera en el campo de batalla, la segunda en la memoria. Viet Thanh Nguyen
-Las guerras no terminan nunca, solamente se van a dormir. Viet Thanh Nguyen
-Pensábamos que los años durarían siempre / y se han ido todos. / Y los días que creíamos que nunca llegarían / ya están aquí. Kenneth Rexroth
-La única madurez que importa exige recuperar la seriedad que se tenía al jugar de niño. Nietzsche
-Sólo hay dos temas para un escritor: el descenso al mundo de los muertos y el regreso al hogar. Sándor Márai
-No se necesita ser una casa para estar habitado por fantasmas. Emily Dickinson
-Escribir es enterarse de lo que uno no quería saber. James Baldwin
-Escribir es aullar en silencio. M. Duras
-El artista existe porque el mundo no es perfecto. Si lo fuera, el arte no tendría sentido. Andréi Tarkovski
-La memoria excluye lo que no le conviene. La imaginación lo recupera por medio de la ficción. E. C.
-No me buscarías si no me hubieses ya encontrado. San Agustín
-… a mi noche no la mata ningún sol. Alejandra Pizarnik
-Nada que valga la pena saber puede ser enseñado. Oscar Wilde
-Los gobiernos pasan y la policía queda. Ezequiel Martínez Estrada
-Tenemos dos vidas. La segunda empieza cuando entendemos que sólo tenemos una. Confucio
-El que habla no sabe, el que sabe no habla. Lao-Tse
-A veces es difícil reprimir el pensamiento de que la Historia es tan instructiva como un matadero. Seamus Heaney
-La historia está hecha de verdades que terminan convirtiéndose en mentiras. El mito, de mentiras que resultan ser verdad. Cocteau
-La tradición no es la adoración de las cenizas, sino la preservación del fuego. Gustav Mahler
-Muchas cosas son insignificantes, pero todo significa. Karl Kraus
-Apresurémonos en sucumbir a la tentación antes de que esta se aleje. Epicuro
-No es que los oráculos se hayan callado, ocurre que ya nadie los escucha. Lichtenberg
-La sabiduría que perdimos con el conocimiento, el conocimiento que perdimos con la información. T. S. Eliot
-No entiendo lo que está pasando, y ya no pasa lo que entendía. Carlos Monsiváis
-Escribir no es una profesión. Es una vocación de la desdicha. Simenon
-Desearía que se quite la cara para poder verle la máscara. Oscar Wilde
-El amor, la amistad, la estima, no crean lazos tan fuertes como el odio compartido. Chéjov
-¿Por qué los generales son tan estúpidos? Porque los reclutan entre los coroneles. Cocteau

Edgardo Cozarinsky

Palabras prestadas

Vilnius

Portada


El viento tiene voz humana


Jules Renard (1864-1910), entre muchos títulos, ostenta legítimamente el de ser una de las voces mayores de la aforística. Pertenece, limitándonos a Francia, a los clásicos del género al lado de Montaigne, Victor Hugo, La Rochefoucauld, Balzac, Stendhal, Pascal, La Bruyère, Joubert, Voltaire, Bierce y Diderot. Aparte de su genial Pelo de zanahoria, escribió unos Diarios de los cuales dos colombianos, Humberto Ballesteros, que los prologa, y Luisa Fernanda Espina, que los traduce, extractaron los aforismos que se incluyen en El viento tiene voz humana. Aquí va una muestra:


-Es en medio de la ciudad donde se escriben las páginas más bellas acerca del campo.
-El sabio generaliza, el artista individualiza.
-Un pedante es un hombre con mala digestión intelectual.
-Cayó sobre mí a punta de elogios.
-El estilo es el olvido de todos los estilos.
-El crítico es un botánico. Yo, yo soy un jardinero.
-Si se reconoce ‘mi estilo’ es porque hago siempre lo mismo. ¡Qué desgracia!
-Cuando se es joven, se tiene originalidad, pero no talento.
-La nueva fórmula de la novela consiste en no hacer una novela.
-La claridad es la cortesía del hombre de letras.
-Un escritor conocidísimo el año pasado.
-Dedica su tiempo a buscar gente que tenga sus mismas opiniones.
-Te amo como a esa frase que hice en sueños y ya no puedo recordar.
-El hombre es un animal que levanta la cabeza hacia el cielo y no ve las arañas del techo.
-No confundamos al hombre inteligente con el hombre talentoso.
-No basta con ser feliz: también es necesario que los demás lo sean.
-Mi literatura no es más que una incesante rectificación de lo que experimentamos en la vida.
-¡Sé modesto! Es el tipo de orgullo que menos desagrada.
-Hay amigos, no verdaderos amigos.
-Un sabio es un hombre que está casi seguro.
-Escribir historias de caza para los niños, contadas por una liebre.
-Soy un realista que enturbia la realidad.
-Frente a mí, el campo de un verde que podríamos llamar multicolor.
-La vejez es cuando uno empieza a decir ‘nunca me había sentido tan joven’.
-Nunca prometo nada porque tengo la mala costumbre de cumplir mis promesas.
-Viviendas tan pequeñas que sólo podemos abrazarnos o pelearnos.
-Pertenece a una familia muy honorable, como todos los ladrones.
-Sucede que me siento Demóstenes… con sus piedras en la boca.
-Hablar en cursiva.
-El tiempo perdido no se recupera jamás. Entonces sigamos sin hacer nada.
-Si ya no soy joven, entonces quisiera saber en qué momento de qué día mi juventud me abandonó.
-La inspiración tal vez no sea más que la alegría de escribir y no lo que la precede.
-Tengo gustos de acróbata solitario. Me gusta darme la espalda a mí mismo.
-Me gusta la soledad, incluso cuando estoy solo.
-El hombre es un animal que tiene la facultad de pensar de vez en cuando en la muerte.
-La muerte es dulce: nos libera del pensamiento de la muerte.
-No existen los sinónimos, no hay otras palabras que las necesarias, y el buen escritor las conoce.
-Roncar es dormir en voz alta.
-Para ser original. Basta con imitar autores que no están de moda.
-Escribir cosas que los colegiales copiarán en sus cuadernos, eso es ser un clásico.
-En el fondo de todo patriotismo está la guerra: he aquí la razón por la que no soy para nada patriota.
-Las campanas habitan el aire como los pájaros.
-Allá arriba, una alondra se posa en un rayo de sol.
-Nunca quejarse y siempre consolar.
-No hay que decir toda la verdad, pero sólo hay que decir la verdad.
-Nuestra bondad es nuestra crueldad dormida.
-No puedo mirar una hoja de árbol sin que me abrume el universo.
-Hay momentos en los que la vida se excede; el arte debe evitar toda exageración.
-Lo mejor de nosotros es incomunicable.
-La lluvia pone en el suelo espejos de estrellas.
-El pájaro, ese fruto nómada del árbol.
-Lo que se debe de divertir Dios, que ve todo.
-Le agradezco, señora, la indiferencia que me dedicó.
-Tal vez hay ramas en las que nunca se ha posado un pájaro.
-Está el miedoso que mira bajo su cama y el miedoso que no se atreve siquiera a mirar bajo su cama.
-“Cielo” dice más que “cielo azul”. El epíteto se cae de su peso, como una hoja muerta.
-La modestia es siempre falsa modestia.
-El pájaro enjaulado no sabe que no sabe volar.
-Quisiera tener de nuevo la sabiduría y la constancia que tenía de niño.
-El artista es un hombre de talento que cree que siempre está empezando.
-Sé por fin lo que distingue al hombre de la bestia: los problemas de dinero.
-La sombra de un gato parece un tigre.
-Un árbol todo músculos.
-Ya no fui capaz de morir joven.
-No es necesario despreciar al rico: basta con no envidiarlo.
-Si le temes a la soledad, no intentes ser justo.
-Si la veleta pudiera hablar, diría que ella dirige el viento.
-No escribir ni para el pueblo ni para la élite: sólo para mí.
-El pájaro que ve un globo quizás está diciendo: ‘quisiera volar como él, sin alas’. Así es el progreso.
-El viento llora todas sus lágrimas sobre el vidrio.
-La pereza no es otra cosa que el hábito de descansar antes de estar cansado.
-Dios, modesto, no se atreve a presumir de haber creado el mundo.
-No se nos olvide que este mundo no tiene ningún sentido.
-Un hombre de carácter no tiene buen carácter.
-Los hombres nacen iguales. A partir del día siguiente, ya no lo son.
-No conozco más que una verdad: sólo el trabajo hace la felicidad. No sé de otra, y la olvido todo el tiempo.
-Mariposa, flor vagabunda.
-Logro desconfiar de mi desconfianza.
-Lo que es exacto sólo puede ser sutil.
-No entiendo nada de la vida, pero no digo que sea imposible que Dios comprenda algo.

Jules Renard

El viento tiene voz humana

Ediciones Milserifas


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