Regresa ‘La siempreviva', una obra icónica del teatro colombiano.

Hoy comienza una serie de funciones de La siempreviva, obra del dramaturgo y escritor Miguel Torres que ocurre durante la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19 el 6 de noviembre de 1995. La obra se basa en el relato La casa, que forma parte del libro Los oficios del hambre, escrito por Torres, quien investigó durante nueve años los acontecimientos de la toma y la contratoma del palacio.
El resultado fue una creación dramatúrgica de la manera como la ciudadanía vivió este episodio en sus vidas cotidianas.
La obra transcurre entre junio de 1985 y noviembre de 1986. En ella, la toma no es el punto de partida de la puesta en escena, sino que aparece en una historia que sucede en una casa del barrio La Candelaria, en Bogotá.
Para poder sobrevivir, Lucía, viuda y madre de Julieta y Humberto, ha convertido su casa en un inquilinato que termina hipotecada a don Carlos, uno de los inquilinos, un usurero que es dueño de una prendería, quien poco a poco se adueña de las pertenencias de los demás, hasta el extremo de cobrarse sus deudas con los favores de Victoria, una atractiva inquilina que es una manicurista y está sometida al yugo machista de Sergio, su marido, mesero y payaso ocasional. Esta pareja conforma el nudo pasional de la historia.
Julieta rechaza los consejos de su madre que, presionada por la situación económica, le pide aceptar las pretensiones amorosas del doctor Espitia, su profesor de tesis. Ella prefiere trabajar en empleos temporales para costearse su carrera de abogada. Uno de esos empleos es, precisamente, el que desempeña en la cafetería del Palacio de Justicia cuando sobrevienen los trágicos sucesos que producen su desaparición.
Al comienzo de la obra se muestra cómo es la vida cotidiana de estos personajes, en situaciones en las que aparecen ciertos toques de humor e ironía. Sin embargo, poco a poco comienza a tomar cada vez más fuerza el drama individual de cada inquilino en su relación con los otros, en particular el drama de una madre desesperada que no se resigna a la desaparición de su hija y lucha con todas sus fuerzas para recuperarla hasta acabar atrapada en el infierno de la locura. Julieta Marín, la desaparecida, será La siempreviva, la que algún día, anclada en las esperanzas de la madre, volverá a entrar por la puerta por la que salió para irse a trabajar, la mañana del 6 de noviembre de 1985.

Inspirándose en el cuento que ya había escrito, el dramaturgo leyó gran cantidad de artículos periodísticos, libros, material de archivo y entrevistas, además de conversaciones con personajes como Ramón Jimeno, autor del libro Noche de lobos sobre el mismo suceso, y Eduardo Umaña Mendoza, abogado de los familiares de los desaparecidos del Palacio de Justicia. Él contactó a Torres con la familia Guarín, quienes le contaron la historia de Cristina del Pilar Guarín Cortés, una de las mujeres desaparecidas del Palacio de Justicia. Torres habló con doña Elsa y don José, los padres, quienes le mostraron el cuarto de Cristina y le dejaron ver cómo lo dejó ella aquel día. De esa manera Cristina del Pilar se metió en la piel de Julieta, la protagonista de la obra. La siempreviva inmortalizó a Cristina y a través de su figura el cruento drama de la desaparición forzada en Colombia.
En 2010, la editorial colombiana Tragaluz publicó una versión del libreto y en 2015 fue llevada al cine por el director Klych López.
 

Ficha artística y técnica: 
Autor y director: Miguel Torres
Reparto:
Carmenza Gómez
Lorena López
Pablo Rubiano
Mauricio Goyeneche
Jenny Caballero
Jorge Herrera
Eduardo Castro
Dirección de arte: Laura Cuervo 
Producción ejecutiva: Daniel Ortiz
Asistencia de dirección: Candelaria Gabriel Torres 
Asistente de producción: Jerónimo Remolina 
Iluminación: Adelio Leiva
Material noticioso: Lucero Venegas
Vestuario y utilería: El Local 
Concepción escenográfica, ambientación y musicalización: Miguel Torres 
Realización escenográfica: LCI - LaSalle College Bogotá

La siempreviva
9 -13 de abril: 7:30 de la noche.
Domingo 14 de abril: tres de la tarde.
Sala Delia Zapata
Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella
Calle 11 No. 5-60 de Bogotá, Colombia.