Una historia de las mujeres futbolistas de Colombia
18 Abril 2023

Una historia de las mujeres futbolistas de Colombia

Gabriela Ardila.

‘A las patadas – Historias del fútbol practicado por mujeres en Colombia desde 1949’ es el trabajo que la historiadora Gabriela Ardila presenta en la Feria del Libro.

Por: Eduardo Arias

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

En estos tiempos recientes mucho se habla de fútbol femenino. O mejor, de fútbol practicado por mujeres, como lo denomina Gabriela Ardila. “No es un fútbol distinto. Es el mismo que practican los hombres. La misma cancha, los mismos guayos, el mismo reglamento los partidos duran lo mismo, también son 11 contra 11…”. En esta investigación Gabriela Ardila logró remontarse a 1949 y le descubre a la gran mayoría de los colombianos que las mujeres practican este deporte en nuestro país desde hace al menos 73 años.

Gabriela Ardila Biela es historiadora y magíster en Estudios Interdisciplinarios Latinoamericanos de la Universidad Libre de Berlín. Su trabajo de investigación se ha centrado en las metodologías feministas y anticoloniales de investigación que ha aplicado en el estudio de luchadoras sociales en Colombia. Desde hace algunos años se ha enfocado en la historia del cuerpo y el deporte, específicamente en la historia del fútbol practicado por mujeres en Colombia. Actualmente es profesora en diferentes universidades en Bogotá.

Este libro es resultado de su disertación doctoral en Historia de la Universidad de Hamburgo, la cual recibió una beca de la Fundación Rosa-Luxemburgo. Cambió habló con ella acerca de ‘A las patadas’.

Carátula.

CAMBIO: ¿Qué la llevó a usted a investigar acerca del fútbol jugado por mujeres en Colombia?

Gabriela Ardila: Mi trabajo como docente de historia del deporte en la Universidad de Cundinamarca en Soacha me llevó a preguntarme por las mujeres en la historia de los deportes. Al tener principalmente futbolistas en la clase, empecé a buscar material para que pudiéramos reflexionar en torno a los desarrollos históricos de este deporte, con perspectivas amplias e incluyentes. Ahí empezó mi investigación sobre el tema y me di cuenta que no había textos ni materiales pedagógicos para hablar del fútbol en su totalidad, pues solo encontré material sobre el fútbol practicado por hombres. Por ese motivo empecé a preguntarle a las futbolistas que conocía y reconocí un vacío en las narrativas históricas de los deportes y una necesidad importante por reconocer a las pioneras que han abierto camino.

CAMBIO: ¿Usted esperaba encontrar una historia tan larga y más en Colombia? De fútbol practicado por mujeres en el mundo se habla desde hará unas tres décadas, a lo sumo desde los años 80.

G. A.: Sí, sí esperaba encontrar una historia tan larga y estoy segura que la fecha de los primeros registros se irá corriendo hacia atrás. Nada más en el epílogo ya hablo de registros de mujeres futbolistas en 1943. Cuando empecé a buscar sobre mujeres en el fútbol, encontré que desde finales del siglo XIX ya había futbolistas en Inglaterra. También rápidamente me enteré de que en países como Alemania Federal y Brasil el fútbol practicado por mujeres había sido prohibido por ley en los años 50 y esto solo pudo suceder porque había mujeres que querían practicar este deporte. En Colombia, un país tan futbolero, ¿cómo no iba a haber mujeres futbolistas? Entre 1971 y 1972 hubo un torneo en el Valle del Cauca donde decenas de mujeres participaron, mostrando mucho interés. Para mí, la búsqueda de las mujeres y disidencias en la historia es una labor importante, porque efectivamente se camina la delgada línea que hay entre la exclusión y la anulación. Porque sí han sido excluidas de la práctica del fútbol, pero han logrado encontrar la forma de igual practicar este deporte, y esos logros han sido ocultados.

CAMBIO: ¿Cómo consiguió documentar su trabajo?

G. A.: Pude documentar mi trabajo principalmente por las redes que existen entre las mismas futbolistas. Fueron ellas quienes me daban los datos de otras futbolistas para entrevistar. También tuve el apoyo de otras personas que investigan. Por ejemplo Peter Watson, un investigador inglés, me habló de apariciones en prensa de mujeres futbolistas en los años 40. De este modo hice una revisión cronológica de revistas colombianas, seguí las guías de personas investigadoras con quienes hablé y busqué datos específicos que nombraban futbolistas que había entrevistado. Por ejemplo, Amparo Maldonado, de Cali, me habló de un torneo en el Valle del Cauca en los años 70. Ella no recordaba mucha publicidad, así que pensando que no encontraría nada busqué en el diario El País de Cali información y allí encontré un seguimiento de prensa hermoso sobre ese torneo.
 

CAMBIO: ¿Era fácil para las mujeres practicar el fútbol en esos años anteriores a 1980-90?

G. A.: No es fácil hoy en día para las mujeres practicar fútbol. Aún hoy tienen que escuchar insultos, vivir maltratos y no tener una liga digna con salarios justos. En los años 80 y 90 era también muy difícil, hoy en día hay un poco más reconocimiento, lo dicen las mismas futbolistas, pero en los años 80 y 90 había hasta temor de ser vistas como futbolistas, la cotidianidad eran insultos en la calle y ataques en las canchas. Sin hablar de la precariedad en la que las futbolistas practicaban el deporte, empezando porque hasta la alimentación en los torneos regionales era algo que no se daba por hecho, tampoco había camerinos donde cambiarse. Ahora, antes de los años 80 fue también muy difícil, está ese torneo de principio de los 70, donde sí hubo un interés en el Valle del Cauca, que se ve relacionado con el primer mundial no oficial que se dio en el Italia en 1970 y fue el inicio del fin de las prohibiciones legales en diferentes países. En Colombia, aunque nunca fue prohibido por ley, sí se intentó limitar esta práctica, como a principios de los 50 cuando dos equipos de Costa Rica vinieron a Colombia a hacer partidos de exhibición y en Bogotá la Liga de la decencia logró que se cancelara la reserva en el estadio e impidió partidos en Bogotá. Para las mujeres y disidencias nunca ha sido fácil practicar fútbol y aunque ahora parece más fácil, considero fundamental que se reconozca que llevan décadas practicándolo y que les han prometido el cielo y la tierra y aún así, ni contratos dignos tiene.
 

CAMBIO: ¿Históricamente en cuáles ámbitos las mujeres han podido practicarlo?¿Colegios? ¿Universidades? ¿Parches de amigas? ¿Clubes?

G. A.: Esta pregunta me gusta, porque efectivamente es la forma como organicé mi investigación. Las mujeres y niñas han luchado por participar en todos los espacios que nombran. Yo encontré testimonios de mujeres que empezaron jugando en la calle y en el barrio, otras en sus pueblos. Aunque no para todas, pero sí muchas, principalmente en Bogotá, el colegio fue un lugar importante donde a la mayoría no las dejaban y fueron luchas difíciles para poder lograrlo. En Bogotá también, las universidades, especialmente la Universidad Nacional, fue un escenario importante que terminó también siendo base para el equipo de liga. Las ligas, empezaron a ser importantes en los años 80, pero no fueron el lugar donde las futbolistas iniciaron. Las calles y los barrios han sido los primeros espacios donde las mujeres y niñas han empezado su práctica deportiva, la autogestión, la autoorganización y la solidaridad han sido la base de este desarrollo en todos los ámbitos donde las futbolistas han logrado practicar este deporte.

Banner

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí