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El llanto de Vinicius: la desgracia del racismo en el fútbol
En marzo de este año, el 'crack' brasileño Vinicius Jr llóró en una conferencia de prensa cuando le preguntaron por los insultos racistas que ha recibido en España. El debate del racismo en el fútbol volvió a ser tendencia. Hinchas como jugadores y clubes se pronunciaron. ¿Cómo es el estado de las sanciones por racismo en el mundo? ¿Qué se ha hecho en Colombia para mitigarlo?
Por: Redacción Cambio
Este año, cuando el Real Madrid visitó al Valencia para un partido de liga en el estadio Mestalla, Vinicius Jr. rompió en cólera después de recibir insultos racistas por parte de los hinchas locales. El juego se detuvo por unos minutos y a través de los parlantes del estadio se anunció que, de seguir con los cánticos racistas, el partido sería suspendido.
El Real Madrid denunció los hechos ante la Fiscalía y el debate sobre el racismo en el fútbol fue tendencia. En marzo, en el preámbulo del amistoso entre España y Brasil, que se jugó en el Santiago Bernabéu, al ser preguntado por los insultos racistas que ha recibido en los estadios españoles, el crack brasileño rompió en llanto y dijo que estos han hecho que cada vez tenga menos ganas de jugar al fútbol.
El debate vuelve a ser tendencia luego de que la justicia española condenara a los hinchas del Valencia que insultaron a Vinicius. ¿Qué medidas se han tomado en el ecosistema del fútbol mundial para combatir el racismo?
Las sanciones de la Fifa
El gran ente rector del fútbol profesional, desde hace décadas, ha venido librando una pelea mediática y pedagógica contra el racismo. En todas las competencias internacionales los espectadores vemos diferentes estrategias para visualizar la condena del fútbol hacia el racismo.
En concreto, el protocolo de la Fifa para casos de insultos racistas en los estadios consiste en: 1) Parar el partido y exigir al público a través de los parlantes del estadio el cese inmediato el acoso racista. 2) De seguir los insultos, suspender el partido temporalmente, enviar a los equipos a los camerinos y volver a exigir el cese del acoso racista. 3) Reanudar el partido con la orden explícita de suspenderlo definitivamente si los insultos continúan; y de ser así, quitarle los puntos de forma automática al equipo cuyos hinchas perpetraron el acoso.
Sin embargo, aunque las sanciones han empezado a implementarse en algunas competencias, en su más reciente alocución pública el presidente de la Fifa, Gianni Infantino, dijo que los esfuerzos deben redoblarse, y las sanciones, adoptarse conjunta y globalmente.
Sobre esto, la Fifa anunció que en la agenda de su próximo consejo, el 17 de mayo, las sanciones contra los eventos racistas tendrán un espacio importante. Se espera, pues, el anuncio de sanciones más severas que deberán ser vinculantes para todas las competencias en el mundo.
En Europa, las sanciones varían de acuerdo con la competencia. La Liga Premier de Inglaterra es la que tiene el protocolo más estructurado y estricto. En este torneo, los clubes son obligados a capacitar a sus empleados de seguridad y logística sobre prevención y acción en eventos racistas y se les exige tener la capacidad de identificar y suspender a sus aficionados que incurran en acosos de este tipo.
Hay un comité de expertos que evalúa las denuncias de actos racistas y condena a los clubes, aficionados o jugadores con multas que oscilan entre los 35.000 y 345.000 euros, además de la suspensión parcial o indefinida de los estadios.
A los jugadores que incurran en actos racistas se les castiga ejemplarmente, como ocurrió con Luis Suárez cuando, en un clásico entre Liverpool y Manchester United, llamó negro a Patrice Evra: ocho partidos de sanción y 48.000 euros de multa fue el castigo para el uruguayo.
La Conmebol
En 2022 en el marco del Consejo de la Conmebol, la entidad que gobierna el fútbol en Suramérica modificó su código disciplinario para agudizar las sanciones con respecto a eventos racistas en sus competencias.
El artículo 17, que se refiere a la discriminación, impone lo siguiente:
- 1. Cualquier jugador u oficial que insulte o atente contra la dignidad humana de otra persona o grupo de personas, por cualquier medio, por motivos de color de piel, raza, sexo u orientación sexual, etnia, idioma, credo u origen será suspendido por un mínimo de cinco partidos o por un periodo mínimo de dos meses.
- 2. Cualquier asociación miembro o club cuyos aficionados insulten o atenten contra la dignidad humana de otra persona o grupo de personas, por cualquier medio, por motivos de color de piel, raza, sexo u orientación sexual, etnia, idioma, credo u origen será sancionado con una multa de al menos 100.000 dólares. Así mismo, el Órgano Judicial competente podrá imponer la sanción de jugar uno o varios partidos a puerta cerrada o el cierre parcial del estadio.
- 3. Si las circunstancias particulares de un caso lo requieren, el Órgano Judicial competente podrá imponer sanciones adicionales a la asociación miembro o al club, jugador u oficial responsable.
4. Se prohíbe cualquier forma de propaganda de ideología antes, durante y después del partido. A los infractores de esta disposición les serán de aplicación las sanciones previstas en los apartados 1 a 3 de este mismo artículo”.
Si bien las sanciones se han llevado a cabo con celo y tienen repercusiones sobre las arcas de los clubes, los eventos racistas se siguen presentando. Así denunció Hugo Rodallega el acoso racista que recibió en La Plata, Argentina, cuando Independiente Santa Fe visitó a Gimnasia por Copa Sudamericana.
En Colombia
Tristemente, en el fútbol colombiano no hay un protocolo que establezca unívocamente las sanciones en los eventos racistas. Ir a los estadios en nuestro país es garantía de escuchar ofensas racistas, xenófobas, homófobas, regionalistas y machistas al por mayor. La violencia discursiva alimenta y exacerba la violencia física que se vive cada fin de semana en las gradas.
Aunque campañas como #BajemosleAlTono con la que la Dimayor, en alianza con el Ministerio de Tecnología y Comunicaciones, lograron visibilizar y disminuir la violencia en las redes sociales son importantes y tienen un efecto, la realidad es que el racismo, como las otras violencias, se da de manera impune.
Ante este panorama, sobresale la sanción histórica –la primera en nuestro fútbol– que la Dimayor le impuso al Deportivo Pasto en 2012 debido a que una facción de sus hinchas, en coro, le gritó insultos racistas a Dawlim Leudo y Carmelo Valencia, jugadores de la Equidad. Aunque no hubo sanciones para el estadio, el club debió pagar 13.334.000 pesos.
En 2018 se registró otra de las sanciones inéditas en nuestra liga, cuando el arquero de Rionegro Águilas fue sancionado con una multa de 31,249,698 pesos por atacar con insultos racistas a Hubert Bodhert, técnico entonces del Once Caldas.
Veremos entonces si el 17 de mayo, después del próximo Consejo Fifa, el protocolo de sanciones por racismo vincule obligatoriamente a la liga colombiana y las sanciones, además de estrictas y ejemplares, se vuelvan sistemáticas.
En España
Después de más de un año de los insultos racistas hacia Vinicius en el Mestalla por un partido de liga, la justicia española, de forma inédita, se pronunció y condenó a los tres hinchas del Valencia –que aceptaron los cargos– a ocho meses de prisión. Además, no podrán asistir a los estadios de fútbol del país, ni para los partidos de clubes, ni para los de selecciones, por dos años.
Si bien, en la práctica –gracias a que la justicia española no suele hacer efectiva la privación de libertad si la sentencia es de menos de dos años–, los hinchas racistas no irán a la prisión, la condena si sienta una precedente práctica y simbólico: los insultos racistas en los estadios españoles no seguirán impunes.
Tanto el Real Madrid como el jugador se pronunciaron al respecto de la sentencia, que celebran todos los sectores que combaten la xenofobia y el racismo en el fútbol español y europeo. Ojalá por este lado les sigamos el ejemplo.