Pádel: el invento de un millonario que no podía dormir
7 Marzo 2024

Pádel: el invento de un millonario que no podía dormir

El pádel se ha vuelto el deporte de moda en Colombia y la región. Ya no es posible ser ajeno a su movimiento, que parece apenas comenzar. Pero, ¿de dónde salió?, ¿quién lo inventó?, ¿por qué ha pegado tan duro?

Por: Juan Francisco García

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Enrique Corcuera fue un empresario mexicano aficionado a los deportes de raqueta un día de bochorno, acostado en su cama, no pudo dormir. El peloteo incesante de su hija contra el muro que daba contra su habitación le impidió hacer la siesta de las tres, que religiosamente exige el cuerpo a quienes viven en Acapulco

Cansado y resuelto, decidió construir un muro paralelo al de su habitación para así alejar el eco. Pero ahora la pelota se iba hacia los costados y saboteaba el solitario entrenamiento de su hija. Al ver los dos muros enfrentados, Corcuera decidió atravesarlos con una red de tenis y cerrar el rectángulo con dos muros más para evitar la pérdida de las pelotas. Las medidas de la cancha las dictó el espacio disponible en la mansión de los Corcuera: 20 metros de largo por 10 metros de ancho.

Así de fácil, así de simple, en 1969, gracias a una siesta malograda, el empresario de caña de azúcar, que en primera instancia bautizó su invento rebotenis, se convirtió en el inventor del pádel. El primer reglamento lo escribió junto con su esposa y otro amigo millonario, Manuel Arango, que construyó la segunda cancha de pádel en el mundo. 

Crédito: Reuters

La expansión del pádel  

Enrique Corcuera tenía amigos ricos y famosos. Entre ellos, un tal Alfonso de Hohenlohe, aristócrata germano-español que fue el gran responsable del desarrollo inmobiliario y del glamur en Marbella. El Principito, como se le conoce, quedó fascinado con el rebotenis de su amigo mexicano. Para contagiar a los suyos, la crema y la nata de la isla, construyó la primera cancha de pádel en Europa en 1974, en el hotel Marbella Club, que era de su propiedad. 

Manolo Santana, leyenda del tenis español, amigo de Corcurea y de Hohenlohe, se enamoró del pádel tanto en Acapulco como en Marbella. Se convirtió en uno de los grandes promotores de su expansión. Pronto se sumaron a la afición por el pádel periodistas, empresarios, deportistas y el jet set; suficiente publicidad para que el deporte entrara poco a poco en el radar. 

En 1976, Julio Menditegui, millonario argentino que pasaba las vacaciones en Marbella y amigo del Principito, decidió importarlo. Los primeros torneos en Argentina datan de 1987. Trece años después, en 1991, el pádel ya era el segundo deporte más jugado en la tierra de Messi y Maradona. En 1992, en Madrid, se jugó el primer Mundial de pádel, que desde entonces ocurre cada dos años. 

Según un reporte de The Brainy Insights de 2023, lo que empezó con una siesta malograda en una mansión en Las Brisas, Acapulco, es hoy un deporte con 40.000 canchas, 25 millones de jugadores, en 110 países, y con un tamaño de mercado de 327 millones de dólares. 

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