¿Cómo construir el nuevo proyecto de reforma tributaria? Estas son las recomendaciones de DLA Piper Martínez Beltrán

CAMBIO: ¿Qué balance hace de la reforma tributaria que impulsó el Gobierno el año anterior?

Andrés González Becerra: La reforma tributaria aprobada el año pasado no presenta un balance satisfactorio. La mayoría del recaudo pretendido por la reforma planteada implicaba una mayor carga tributaria para ciertos sectores específicos, lo cual revestía, en la mayoría de los casos, una manifiesta situación de inconstitucionalidad. Este es precisamente el caso de la disposición que planteaba la prohibición de deducir regalías para las compañías mineras que, afortunadamente y con mucho acierto, fue declarada inexequible por parte de la Corte Constitucional.

CAMBIO: ¿Qué otros aspectos han visto con preocupación?

A.G.B.: Otro ejemplo que evidencia el carácter ineficiente de la reforma es el cambio abrupto en lo relativo a los beneficios de las zonas francas, que afortunadamente fue parcialmente corregido por parte de la Corte, al permitir que los usuarios industriales de las zonas francas, calificados como tal antes del 13 de diciembre de 2022, mantengan una tarifa del 20 por ciento en el impuesto sobre la renta. Adicionalmente, existen otros elementos de inconstitucionalidad que la Corte Constitucional tendrá que evaluar, como por ejemplo, la doble tributación que genera el Impuesto Mínimo, denominado en la reforma como la Tasa de Tributación Depurada, ante la posibilidad de gravar la utilidad contable en el momento de su reconocimiento según las normas contables, y luego nuevamente al momento de su realización fiscal. En los demás aspectos, es una reforma en la cual la carga impositiva sobre la relación socio-sociedad, termina siendo una de las más altas del mundo, en un país en el cual hacer negocios es supremamente difícil. Lo anterior, sin siquiera adentrarse en las grandes dudas que se generan frente a la interpretación de ciertas normas u otros aspectos como haber revivido impuestos anacrónicos, como el impuesto de timbre, que influyen negativamente en el desarrollo de negocios en el país, al añadir una carga económica adicional a la enajenación de bienes inmuebles.

CAMBIO: ¿Qué tan viable es llevar a cabo otra reforma tributaria en medio de la coyuntura que vive el país?

A.G.B.: Si bien una nueva reforma tributaria puede generar inestabilidad jurídica, si esta misma está dirigida a buscar un mejor entendimiento entre las empresas y el Estado, disminuir la carga formal y establecer una menor tarifa del impuesto sobre la renta, considero que sería adecuada. Sin embargo, impulsar otra reforma, en otros términos, podrá exacerbar la inestabilidad jurídica y económica que enfrenta el país. La incertidumbre generada por cambios constantes en las políticas fiscales puede desincentivar la inversión y obstaculizar el crecimiento económico.

CAMBIO: ¿Qué impacto tendría la nueva reforma tributaria en las personas naturales?

A.G.B.: En principio, un sistema tributario se considera más equitativo cuando la carga impositiva recae principalmente en las personas naturales en lugar de en las personas jurídicas. Por lo tanto, una reforma tributaria que aumente los impuestos para las personas naturales, pero que al mismo tiempo reduzca los impuestos para las personas jurídicas, podría ser una propuesta interesante para Colombia. Sin embargo, es importante destacar que una reforma tributaria que simplemente aumente los impuestos para las personas naturales, como por ejemplo mediante el aumento del impuesto sobre los dividendos, sin una reducción significativa en el impuesto corporativo, sería perjudicial tanto para los contribuyentes como para la inversión en el país. Por otro lado, no es viable seguir promoviendo reformas tributarias que aumenten los impuestos a los asalariados y a la clase media, que han sido los dolientes de siempre, y que han visto minada su capacidad económica.

CAMBIO: ¿Qué impacto se estima tendrá la reforma tributaria en la competitividad del país?

A.G.B.: Actualmente, aún no disponemos del texto de la reforma tributaria, lo que dificulta hacer una evaluación precisa sobre su impacto en la competitividad del país. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la proliferación de reformas tributarias en Colombia suele tener un efecto negativo en términos de competitividad. Considero que sería positivo para el país una reforma tributaria que abordara varios aspectos, tales como la reducción de impuestos para las personas jurídicas, la implementación de incentivos fiscales para proyectos de energía renovable, ya que los actuales no son suficientes, la simplificación del proceso tributario y la revisión de normativas para garantizar la aplicación de las normas a fin de que estas se apliquen con un mayor sentido común y garantizando la seguridad jurídica para los contribuyentes. Sin embargo, dudo que la próxima reforma tributaria vaya a presentarse con estas características.

CAMBIO: ¿Cómo incentivar la inversión y el crecimiento económico a través de una nueva reforma tributaria?

A.G.B.: Incentivar la inversión y promover el crecimiento económico a través de una nueva reforma tributaria es un desafío complejo, pero crucial para el desarrollo de nuestro país. En primer lugar, es fundamental establecer una tarifa impositiva competitiva que fomente la atracción de inversiones. Actualmente, Colombia tiene una tarifa corporativa del 35 por ciento, mientras que países como España y Estados Unidos cuentan con tarifas del 25 por ciento y 21 por ciento, respectivamente. Lo anterior sin hablar del efecto que tienen otros impuestos como el Impuesto de Industria y Comercio. Así pues, reducir nuestra tarifa corporativa sería un paso importante para mejorar nuestra competitividad a nivel internacional.

CAMBIO: ¿Qué puntos se deben tener presentes en la construcción del nuevo proyecto de reforma?

A.G.B.: Además de brindar seguridad jurídica del contribuyente y la reducción de la tasa del impuesto corporativo sobre la renta, es crucial abordar la percepción generalizada de desconfianza en el sistema tributario colombiano hacia los contribuyentes cumplidos. Dichos contribuyentes, que cumplen con sus obligaciones tributarias, enfrentan una carga impositiva que afecta la competitividad del país, junto con una variedad de normas sancionatorias. En contraste, aquellos contribuyentes que operan en la informalidad realizan transacciones en efectivo y no muestran interés en formalizarse, permanecen al margen del sistema tributario y no se ven afectados por reformas fiscales. Por lo tanto, es fundamental que cualquier nuevo proyecto de reforma tributaria busque construir relaciones de confianza con los contribuyentes cumplidos, con el objetivo de fomentar la formalización y mejorar la competitividad del país. En resumen, la construcción del nuevo proyecto de reforma tributaria debe considerar no solo aspectos técnicos como la tasa impositiva y la seguridad jurídica, sino también la necesidad de generar confianza en el sistema tributario para promover la formalización y fortalecer la competitividad económica de Colombia.

CAMBIO: ¿Cómo abordar la lucha contra la evasión fiscal y la elusión de impuestos en la nueva propuesta de reforma?

A.G.B.: La lucha contra la evasión fiscal y la elusión de impuestos es un desafío complejo que requiere un enfoque integral y pragmático. No creo que la solución sea seguir creando normas antiabuso, de las que ya está dotado el Estatuto Tributario. En este sentido, estoy convencido que la lucha contra la elusión y la evasión no es normativa, sino fáctica. En lugar de centrarnos únicamente en medidas normativas, considero que es necesario adoptar un enfoque más práctico y orientado hacia la simplificación del sistema tributario. Esto implica reducir la abrumadora cantidad de obligaciones formales y reducir la carga fiscal a los negocios, lo que haría más atractiva la formalización y la inclusión en el sistema tributario. El régimen simple de tributación es un paso importante hacia la formalización, pero también se necesitan iniciativas adicionales que aborden las causas subyacentes de la informalidad. Es fundamental implementar programas que no solo se centren en los contribuyentes cumplidos, sino que también busquen capturar a aquellos que han optado por permanecer al margen del sistema tributario y sobre los cuales las normativas actuales tienen poco efecto.

CAMBIO: ¿Cuál considera es la reforma tributaria que Colombia necesita?

A.G.B.: La reforma tributaria que Colombia necesita es aquella que transforme la relación entre el Estado y los contribuyentes cumplidos, basándose en la confianza y el sentido común en las normas. Debe promover un marco normativo que reduzca los impuestos sobre el desarrollo empresarial y la innovación, impulsando así un mayor crecimiento económico. En otras palabras, el país está en búsqueda de un marco fiscal que entienda que una cosa es hacer negocios en Dinamarca, y otra muy distinta es hacerlos en Cundinamarca. Es crucial comprender los altos costos que enfrentan los empresarios debido a la falta de infraestructura y la capacitación del personal, lo que resalta el impacto negativo de una carga impositiva elevada. Colombia necesita de un sistema tributario en el cual las obligaciones formales y sustanciales no ahoguen la formalización, en el que un error de digitación se pueda solucionar fácilmente sin que se impongan cuantiosas sanciones a contribuyentes.