Congreso aprobó ampliar el cupo de endeudamiento con drama y a contrarreloj

En los primeros días de junio, el presidente Gustavo Petro aseguró en su cuenta de X que no dudaría en dejar de pagar a los acreedores internacionales si el Congreso no aprobaba su proyecto para ampliar el cupo de endeudamiento en dólares del país.

Y el pasado martes 18 de junio, el director del Tesoro Nacional y Crédito Público, José Roberto Acosta, se unió a la voz del presidente al afirmar que, de no aprobarse este proyecto de ley, el país estaría en riesgo de caer en default a más tardar en septiembre u octubre de este año.

La declaración generó un menor ruido en los mercados financieros que el que había generado la publicación del presidente Petro, pues ya varios inversionistas habían entendido a qué se refería su publicación. Este jueves, en el último día de la legislatura, las plenarias de Senado y Cámara de Representantes aprobaron la ley.

Para Sergio Guzmán, fundador y director de la firma Colombia Risk Analysis, las declaraciones del Gobierno solo añadieron un ruido innecesario para Colombia.

“Aumentaron el perfíl político de la decisión que ordinariamente era un trámite en el Congreso y ese precedente hace más probable que en el futuro sea un tema que se politice más y en últimas genere mayor incertidumbre ante los mercados”, explicó Guzmán.

En cuanto a los mercados financieros, Juan David Ballén, jefe de investigación económica de Casa de Bolsa, explicó a minutos de que se aprobara el proyecto que las declaraciones del gobierno: “por el momento, lo que se ha presentado es un deterioro en el perfil crediticio. De hecho, los títulos de deuda emitidos por el gobierno de Colombia se están negociando como si estuvieran calificados por debajo de BB+. Por otra parte, si la deuda en relación con el ingreso continúa creciendo, la probabilidad de impago seguirá deteriorándose en el tiempo. Lo anterior dependerá de la política fiscal del gobierno de turno”.

Los puntos álgidos del debate

Pese a las amenazas del gobierno, las cifras macrofiscales del gobierno dicen que el país no estaba en riesgo de incumplir con sus compromisos internacionales. Sin embargo, sí había un problema de dinero en efectivo.

Andrés Pardo, director de Estrategia Macro para América Latina de XP Investments, lo explica así: “el tema del cupo de endeudamiento es un problema técnico, que genera iliquidez pero porque es un problema de caja y no de recursos, con dos aristas. La primera es que esto no significa que el país esté buscando aumentar el espacio fiscal, que solo se puede dar por la regla fiscal, este es un tema simplemente sobre la cantidad de bonos o el stock de deuda que puede emitir y porque la norma está mal inventada, al Gobierno le toca pedir una ampliación cada cierto tiempo”.

Durante el debate en la plenaria del Senado, incluso, el ministro Bonilla se opuso a que se añadiera una condición para que esa ampliación del cupo se utilizara exclusivamente para el pago de deudas existentes pues, en sus términos, esos recursos también eran necesarios para respaldar deudas de gobiernos locales para proyectos como el metro de Medellín y el de Bogotá.

La razón de esta intervención y de la propuesta de limitar el uso del cupo de endeudamiento fue que a los congresistas de oposición les preocupaba que el Gobierno utilizara ese cupo para nuevo gasto público. Sin embargo, y como se ha mencionado en diferentes gobiernos, este proyecto de ley tiene el objetivo de actualizar el cupo de endeudamiento según la inflación y las necesidades del país, además tiene una reglamentación muy específica.