
Una crisis cantada: el déficit de gas en Colombia que Gustavo Petro no quiere aceptar
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El Gobierno del presidente Petro insiste en que hay suficiente gas a nivel nacional y dice que las empresas están especulando con las tarifas. El sector, que lleva meses alertando por un déficit de gas natural, se defiende y manifestó que se debe importar el combustible. ¿Quién tiene la razón?

El gas natural que están pagando los colombianos está más caro. La noticia llegó como un baldado de agua fría para millones de hogares en febrero, pero en medio de un cruce de versiones entre el Gobierno y las empresas y varias voces del sector, lo único importante para las personas es por qué subió el servicio y si hay gas para más adelante.
La situación es tal que el Gobierno acusa a las empresas de estar “especulando con los precios” y se abrieron investigaciones, pero el sector se defiende diciendo que llevan meses encendiendo las alarmas, pidiendo medidas y anunciando las consecuencias que hoy está viendo el país.
Aumento de tarifas enfrenta al Gobierno y al sector
A inicios de mes Grupo Vanti, uno de los grandes comercializadores de gas en el país que presta el servicio en 105 municipios, emitió un comunicado de prensa en el que aseguró que las tarifas que pagan los usuarios iban a subir hasta 36 por ciento a partir de febrero en ciudades como Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Villavicencio, Manizales, Pereira, Armenia, Ibagué, Neiva y Yopal.
La empresa explicó que este aumento en las tarifas para usuarios residenciales, comerciales e industriales se volvió “inevitable” por el aumento del precio de la molécula de gas natural y “el mayor costo por la distancia del transporte debido al cambio en las fuentes de suministro”.
La compañía aseguró que "las distribuidoras comercializadoras de gas natural han trabajado arduamente durante meses, previendo el vencimiento de contratos de suministro en 2024, para que el impacto fuera el menor posible para los usuarios".

El Gobierno cuestionó este aumento y el Ministerio de Minas pidió a la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (Superservicios) y a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) abrir una investigación. Efectivamente, en los últimos días la Superservicios realizó una visita de inspección a Vanti, mientras que la SIC hizo lo propio en las oficinas de Naturgas, el gremio que representa al sector.
“Revisamos toda la producción campo por campo. Desde la Agencia Nacional de Hidrocarburos lo que nos dan los balances es que existe gas para cubrir todo el abastecimiento nacional y lo que buscamos es encontrar dónde está el error o la falla. Esa ya no es una responsabilidad del Ministerio de Minas y Energía”, dijo el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, en una declaración pública sobre el tema.
Camacho comentó que entregaron información a la Superintendencia de Servicios Públicos por las implicaciones de la situación en la tarifa que pagan los usuarios, y a la Superindustria “por los manejos que se están dando en el mercado”.
El presidente Petro ha asegurado en varios mensajes en sus redes sociales que las empresas están “especulando” con los precios y que hay suficiente gas natural local para que las empresas atiendan a los ciudadanos. “Están especulando. Ecopetrol tiene el gas colombiano barato, pero quieren importar el gas caro porque eso eleva las tarifas de energía a todos los actores del sistema eléctrico”, dijo Petro en días pasados en su cuenta de X, antes Twitter.
Y ante esas acusaciones, la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos (Andesco) le respondió al presidente. El gremio aseguró que no hay especulación en la compra de gas natural, que el aumento de precios responde a factores del mercado y que “el Gobierno ya estaba informado de esa situación”.
Y la tensión llegó a tal nivel, que el presidente del Grupo Vanti, Rodolfo Anaya, también se pronunció: “Qué injusto”, dijo el ejecutivo de la compañía, en respuesta a los mensajes del presidente y del ministro de Minas y Energía. Anaya insistió en que el aumento del precio del gas no le conviene a nadie: ni a los usuarios, ni a las empresas ni al Gobierno, “pero es un hecho que debemos entender y enfrentar”
“Los campos declinan, los productores pueden confirmar que no pudieron renovarnos los contratos en las mismas condiciones y el gas importado permite garantizar el abastecimiento mientras entran en producción las nuevas fuentes. Mi invitación es a seguir trabajando de forma constructiva en las soluciones para mitigar esta realidad”, dijo el representante de la empresa.
La abogada Inés Elvira Vesga, socia en la firma Holland & Knight, y experta en temas energéticos, aclaró que las comercializadoras no están tomando medidas con respecto al valor de la factura de gas natural, sino que están haciendo un anuncio sobre los incrementos que se derivan de la aplicación de una fórmula de precio establecida por la Creg.
“En el mercado regulado los precios no se fijan libremente, sino que obedecen a una fórmula, cuyo resultado matemático varía en función de las variables que la componen”, explicó la experta, de modo que el costo de la factura del usuario de gas depende de esas variables como el precio del gas, su transporte, distribución, una parte del componente de comercialización y el valor por confiabilidad del servicio que garantiza la disponibilidad del producto.
“Estamos en un momento de escasez que ha llevado a que varíe la fuente de suministro. Si no hay gas en el mercado nacional hay que salir a buscarlo en el exterior y eso incrementa no solo los costos de la molécula sino los costos de transporte del gas”, dijo la experta.
Para la abogada, si bien las superintendencias están facultadas a inspeccionar y vigilar, esta “es una medida que desvía la atención de la verdadera causa del problema”, y que se necesita aumentar la oferta del combustible en el país.

Una crisis que ya estaba anunciada
La crisis del gas natural en que estamos hoy es un problema que lleva un buen tiempo gestándose, y como dicen Andesco, el Gobierno ya estaba advertido. Desde mediados de 2023 el sector comenzó a solicitar medidas para mitigar un posible impacto en el precio que pagan los usuarios ante la posibilidad de que el país no cuente con suficiente gas para prestar un servicio sin interrupciones y manteniendo los precios bajos que caracterizan al servicio.
El problema actual con el gas nace de una combinación de situaciones: la reducción en la producción nacional de gas, menor disponibilidad del combustible en relación con una demanda creciente y alternativas y reservas que si bien existen, no se pueden comercializar por el momento.
El año pasado, a mediados de noviembre, Naturgas hizo una advertencia pública. Luz Stella Murgas, la presidenta del gremio, dijo que “no hay gas local suficiente que garantice la prestación del servicio sin interrupciones para el ciento por ciento de la demanda nacional. Tanto hogares, vehículos, comercios, industria y la generación térmica”, y dijo que a partir de diciembre de 2024 el país estaría enfrentando un déficit de gas.

El concepto de déficit implica que existe un faltante estructural para cubrir la demanda del combustible. Si bien Colombia ha exportado gas desde 2016 para las plantas térmicas que generan energía eléctrica, el año pasado comenzó a importarse para surtir también a los usuarios industriales, el comercio y los hogares.
Hoy el país tiene reservas de gas natural para 6,1 años, lo que quiere decir que nos alcanza el gas para ese lapso si seguimos produciendo al mismo ritmo y sin incorporar más reservas. Pero este nivel ha ido cayendo con los años. Hace 15 años, en 2012, la autosuficiencia en gas era casi el doble, y estaba en 13 años.
Esto se explica por la mayor demanda de gas que hay en el país y también por la caída en los pozos exploratorios. Según Naturgas, mientras que en 2022 se perforaron 66 pozos, en 2023 fueron 40 y al año pasado rozaron los 20 pozos. Hace 15 años se perforaban en el país 130 pozos por año.
Andesco señaló que, según el Balance Energético Nacional y los reportes de Ecopetrol, la producción de gas ha disminuido de 1.100 millones de pies cúbicos por día (MPCD) en 2020 a aproximadamente 900 MPCD en 2025, debido a la declinación natural de los campos y la falta de nuevos desarrollos significativos.
A lo que se suma que, en el último proceso de compra de gas, según explicó la asociación de servicios públicos, la oferta a largo plazo no fue suficiente para cubrir toda la demanda proyectada, y eso obligó a los comercializadores que necesitaban comprar a recurrir a gas importado. Esto se traduce en precios más altos por la comercialización del gas en el mercado internacional.
“Hoy estamos comprando gas mes a mes. Estamos comprando un huevo diario en lugar de una canasta completa, el problema es que ese huevo se rompe, no hay cómo hacer el desayuno”. Con ese ejemplo, Murgas ha explicado en varias ocasiones lo delicado de la situación con el energético.

¿Por qué las medidas del Gobierno no son suficientes?
El sector ha pedido medidas desde hace meses, y efectivamente, el Gobierno ha impulsado acciones en aras de garantizar una mayor disponibilidad de gas en el país, pero no corrigen los problemas de fondo que hacen que hoy los colombianos estén pagando un gas más caro, y tiene que ver con la oferta de gas.
El primer problema es que el gas natural que hoy se está entregando a los usuarios se compró con anterioridad, así que, aunque se dispusiera de gas adicional próximamente, esta garantía sería hacia el futuro y no soluciona el lío de precios actual.
El 10 de diciembre el ministerio de Minas y Energía emitió un decreto, el 1467 de 2024, con medidas para “viabilizar las fuentes de gas natural costa afuera y la importación de gas natural”. El problema es que las medidas que contempla la normativa toman tiempo, como la anticipación de la comercialización que se va a producir en el mar Caribe al final de la década o la habilitación de la reconversión del Oleoducto de Colombia para transportar gas y evacuar todo el gas que está en el mar Caribe y traerlo al país.
El ministerio ha dicho que en diciembre "verificó e informó sobre la existencia de suficiente gas nacional para la demanda esencial a inicios de 2025, de acuerdo con lo reportado por el gestor del mercado en su momento".
La Comisión de Regulación de Energía y Gas (Greg) emitió una resolución, la 102015 de 2025 que flexibiliza las reglas del mercado e incluye 55 ajustes normativos para facilitar las condiciones de los contratos de gas a largo plazo. El problema con esto, dice Andesco también, es que entrará en vigencia a partir del primero de junio de 2025, y por tanto no resuelve las necesidades actuales de mayores moléculas de gas.
El pasado 6 de febrero, el mismo día que Vanti anunció el aumento de las tarifas, Ecopetrol informó que inició el proceso de venta de gas natural disponible para los próximos años, provenientes de los campos Cusiana, Cupiagua y Cupiagua sur, en el departamento de Casanare.
La empresa aseguró que se adelantará esa venta del energético “para transmitir un mensaje de seguridad al mercado” con contratos a largo plazo para que los distribuidores y comercializadores puedan asegurar el gas que se requiere para los próximos años. Ese es el “gas colombiano barato” del que habla Petro en sus trinos.
Pero no es soplar y hacer botellas. En su comunicado, Ecopetrol indicó que los agentes interesados deben manifestar su interés antes del 14 de marzo y Andesco asegura que, con esos tiempos, si hay una mayor disponibilidad no será antes de junio de este año, a pesar de que los faltantes iniciaron desde comienzos del presente año.
En los argumentos expuestos por el ministro Camacho, también ha hablado de que se está “avanzando con Sirius”, un pozo que operan Ecopetrol y Petrobras en el mar Caribe para el cual se confirmó un hallazgo que podría aumentar en 200 por ciento las reservas actuales del país.
Pero para que Sirius inyecte gas al sistema nacional puede que pasen unos cuatro años, según cálculos de Naturgas, mientras se hacen las consultas previas para la infraestructura del proyecto, y se le apruebe una licencia ambiental.
El sector aseguró que lo que se necesita es acelerar la exploración y producción de gas nacional e incentivar la inversión en nuevos proyectos de exploración y extracción de gas. Pero una de las banderas del Gobierno ha sido el freno de nuevos contratos para la exploración de hidrocarburos.
Andesco también pidió mayor estabilidad en la regulación del mercado, porque en un escenario de incertidumbre normativa, se puede desincentivar la inversión privada en nuevos proyectos, lo cual termina afectando la oferta hacia adelante, y también los precios.
La situación con el gas natural no es fácil de manejar, y aunque el Gobierno está tomando medidas, pueden pasar meses antes de que se materialicen. El Gobierno insiste en que hay gas nacional, pero no toma en cuenta los patrones de autosuficiencia actuales. Los afectados son 37 millones de colombianos que hoy tienen acceso a este servicio, y son ellos los que están pagando los platos rotos.
