¿Cuáles son las consecuencias de que la Opep recorte la producción petrolera?
Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño
Ocho de los grandes países productores de petróleo anunciaron este domingo un recorte de su producción, lo que les dio un nuevo empujón a los precios internacionales del crudo. ¿Por qué lo hacen?
Por: Angélica M. Gómez
Cada cierto tiempo los países petroleros suben o bajan la producción con el objetivo de mantener los precios más o menos estables. Así, en respuesta al descenso de los precios del petróleo Brent y WTI, el domingo 2 de abril ocho países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), entre los que se encuentran Arabia Saudita y Kuwait, anunciaron un recorte voluntario de la producción petrolera que suma cerca de 1,1 millones de barriles diarios.
Rusia, por su parte, decidió un recorte de 500.000 barriles diarios. Esto significa que, durante lo que queda de 2023, saldrían del mercado internacional 1,6 millones de barriles de crudo diarios. El recorte elevó el precio del petróleo a 84,83 dólares por barril en su referencia Brent, y a 80,04 dólares por barril en su referencia WTI.
Un día después se reunió el comité técnico de la Opep+, es decir, la Opep más sus aliados. El comité destacó que la medida busca mantener la estabilidad del mercado petrolero. Al tratarse de un recorte voluntario acordado por algunos países, la medida podría desmontarse más rápidamente si las condiciones en el mercado cambian o si los países así lo deciden.
La próxima reunión de la Opep será en junio, cuando se espera que, tras el encuentro del comité técnico, también se reúnan los ministros de energía de los países miembro de la Opep para revisar la decisión que tomaron a finales de 2022 de recortar para este año la producción petrolera en 2 millones diarios de barriles de crudo.
Sin embargo, los expertos advierten que el recorte voluntario podría darle un nuevo impulso a la inflación, dado que un mayor precio del petróleo impulsa a su vez los precios de la energía y los combustibles, que impactan a otros sectores.
Esta situación pondría a los bancos centrales del mundo en una disyuntiva, pues tendrían que elegir entre continuar con las subidas de tasas de interés –y terminar sus políticas de estímulos financieros para controlar la inflación– o arriesgarse a una nueva ola inflacionaria –y seguir con el plan de detener las tasas de interés– para evitar una mayor desaceleración económica.
Para Colombia, la subida de los precios del petróleo, específicamente en la referencia Brent, es positiva, ya que las exportaciones de este producto son una de las principales fuentes de ingresos comerciales y tributarios, lo que significa que el país podría contar con más recursos para invertir en programas sociales o en el desarrollo de negocios privados que, por ejemplo, generen más empleo.
Lo malo es que la gasolina se pondrá aún más cara de lo que ya está, y el precio de algunas importaciones será más alto, lo que significa que la inflación también tenderá a seguir subiendo.
