Perderle el miedo al endeudamiento: la diferencia entre una deuda buena y una mala

El concepto de deuda suele tener una connotación negativa en la percepción de las personas, pero pocas veces se reconoce que ese compromiso adquirido puede ser favorable. Conozca la diferencia entre una deuda buena y una deuda mala para saber llevar una vida financiera con mayor tranquilidad. 

En términos generales, la diferencia entre ambos tipos de endeudamiento radica en la rentabilidad que puede generar a largo plazo, es decir, cuáles son las posibilidades de obtener beneficios financieros a futuro.

¿Qué es una deuda buena?

Este tipo de deudas corresponde a aquellas que sirven para adquirir un activo, en otras palabras, son las que permiten financiar algo que puede reportar un ingreso adicional con el paso del tiempo. 

Para reconocer un endeudamiento positivo debe pensar en qué le ayudaría a ganar más dinero del que ha pedido prestado (sumando los intereses adquiridos). La mayoría de los casos se trata de bienes que aumentan su valor a futuro, que genera ingresos adicionales o beneficios a largo plazo. También suelen tener un bajo interés y un plazo adecuado a su capacidad de pago. 

Tipos de deudas buenas:

• La hipoteca de un inmueble que se puede alquilar.
• El crédito para estudiar una carrera o un curso que mejora las oportunidades laborales y el salario.
• El seguro de gastos médicos mayores que protege ante eventualidades.
• La deuda de apalancamiento para invertir o potenciar un negocio.

¿Qué es una deuda mala? 

Este tipo de endeudamiento se reconoce por ser la que financia gastos de consumo que no generan valor a largo plazo, es decir sirven para comprar pasivos y no ofrecen rentabilidad económica. La mayoría de las veces se pueden identificar este tipo de deudas porque tienen una tasa de interés alta y las condiciones de pago pueden ser poco favorables financieramente. 

Además, estas suelen provocar un sobre endeudamiento o deterioro del historial crediticio, lo que a futuro representa una situación económica desfavorable. 

Tipos de deudas malas:

• La deuda de las tarjetas de crédito por compras innecesarias o bienes perecederos.
• El avance en efectivo o el crédito rápido con altos intereses y plazos cortos.
• El pago de un capricho a plazos.

¿Cómo manejar las deudas?

Para mantener controlada una deuda hay que gastar menos de lo que se gana, pagar las facturas a tiempo y en su totalidad, tener suficientes ahorros para imprevistos, contar con un historial crediticio saludable y evitar acumular deudas innecesarias.

De igual forma, si piensa solicitar una tarjeta de crédito o un préstamo personal, se debe evitar ocuparlo en bienes o servicios perecederos, por ejemplo para hacer mercado, para gastos de entretenimiento, restaurantes y ropa. Este tipo de gastos pasivos deben cubrirse con un ingreso mensual, sin necesidad de incurrir en un endeudamiento extra.