“Queremos que se equipare la cancha frente a competidores que entran a precios de competencia desleal”: gerente de Siderúrgica de Occidente

Marcela Mejía, gerente general de Siderúrgica del Occidente (Sidoc).

Crédito: Sidoc

14 Agosto 2024 10:08 am

“Queremos que se equipare la cancha frente a competidores que entran a precios de competencia desleal”: gerente de Siderúrgica de Occidente

Marcela Mejía, gerente de Sidoc, conversó con CAMBIO sobre los retos que tiene la empresa y cómo está la operación en un año en que la construcción está demandando menos acero en Colombia.

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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La industria siderúrgica está pasando una mala hora por cuenta del freno en el sector construcción, así como por el aumento en las importaciones de acero provenientes de varios países. En el país solo cinco empresas se dedican a la fabricación de acero, y las estimaciones apuntan a que 2024 será un año complejo en términos de producción. CAMBIO conversó con Marcela Mejía, gerente general de Siderúrgica del Occidente (Sidoc), sobre cómo afronta la compañía la coyuntura y los retos que representa para el mercado local.  

CAMBIO: La industria siderúrgica en Colombia está compuesta por pocas empresas. ¿Qué participación tiene hoy Sidoc en el mercado siderúrgico nacional? 

Marcela Mejía: En Colombia hay cinco siderúrgicas, de las cuales solo hay una totalmente integrada, lo que quiere decir que su producción parte de mineral de hierro para la fabricación de acero para concreto, que es el acero que se utiliza en la construcción. Las otras cuatro somos semi integradas, partimos del reciclaje de la chatarra para fabricar acero. Esta industria es un claro ejemplo de economía circular.   

La mayoría de las siderúrgicas están ubicadas en el centro del país, y nosotros, Siderúrgica de Occidente, estamos en el suroccidente de Colombia, en Yumbo (Valle del Cauca). Somos la única siderúrgica en esta zona del país y la única con capital 100 por ciento nacional, además de ser una empresa familiar.  

A nivel nacional tenemos una participación de cerca del 20 por ciento. Si bien estamos concentrados en el suroccidente, zona donde manejamos alrededor del 80 por ciento del mercado, también distribuimos acero a Medellín, el Eje Cafetero, y muchos otros departamentos. 

CAMBIO: ¿Qué capacidad de producción tienen como compañía?  

M.M.: Tenemos una capacidad instalada de alrededor de 350.000 toneladas. En 2017 compramos la planta a Gerdau Diaco cuando la empresa decidió concentrarse en el centro del país. Nosotros teníamos una planta más pequeña en frente. 

Con esa ampliación y con la esperanza de que la construcción iba a seguir creciendo mucho, alcanzamos esa capacidad de producción de 350.000 toneladas. Sin embargo, este año vamos a producir alrededor de 260.000 toneladas. Estamos trabajando al 60 por ciento de nuestra capacidad. 

CAMBIO: ¿Qué hay detrás de esa caída en la producción? 

M.M.: Ha habido una caída importante en la demanda de acero en el sector construcción. Es algo que nos tiene muy preocupados a todos los siderúrgicos colombianos, que en los últimos años hemos invertido y crecido para estar a la altura de la dinámica que venía mostrando el sector. 

Desde el año pasado la construcción viene cayendo. Por un lado está el desplome en las ventas de vivienda por el cambio que se dio en la asignación de subsidios de vivienda del gobierno, sumado al incremento a las tasas de interés. Si no se vende, no inician nuevas obras y no hay quien compre el acero. Por otro lado están las obras civiles y el Gobierno no está impulsando la gran infraestructura. Por eso se frenó la demanda. 

Todo eso se está combinando con un problema de aumento en las importaciones de acero que está afectando a la industria local.  

CAMBIO: Desde hace meses los productores de acero están reclamando por las importaciones de países como China y Rusia. ¿Qué está pasando? 

M.M.: En 37 años que llevo trabajando en Sidoc nunca había visto que entrara acero ruso, pero debido a la guerra de Ucrania, Europa cerró el mercado como represalia, y Rusia empezó a buscar otros países para exportar su acero. 

Pero las importaciones no solo vienen de Rusia, también de China: el mayor productor de acero en el mundo. El año pasado el mercado de construcción chino se cayó tras la quiebra de Evergrande y otras grandes inmobiliarias. China no dejó de producir acero, y es muy difícil competir con ellos porque tienen muchos subsidios a la producción. Competir con el acero chino, subsidiado y a bajos costos de producción, es muy difícil. 

Otro agravante es que Aceros Arequipa, una siderúrgica muy importante de Perú, comenzó a crecer, y como el mercado en Perú también se cayó, comenzó a entrar mucho acero peruano a otros países de América Latina, entre ellos Colombia. 

CAMBIO: ¿Qué tanto ha afectado eso al mercado local? 

M.M.: Lo malo no es que entre acero. Los siderúrgicos colombianos, a diferencia de lo que dicen algunos, somos competitivos, tenemos tecnología y estamos en capacidad de competir. El problema es que el acero está entrando a precios de dumping, es decir, por debajo del precio del mercado, una práctica de competencia desleal, en su país lo venden al precio real pero entran a otros mercados ingresa con un precio muy por debajo del valor de mercado.

CAMBIO: ¿Qué están pidiendo los productores al Gobierno? 

M.M.: Estamos pidiendo que nos aprueben un arancel. Solo pedimos que se equipare la cancha. También hemos hablado de la posibilidad de adoptar aranceles inteligentes. Hay una sobreoferta de acero global que está buscando países para entrar, y lo que vemos es que el Gobierno colombiano no tiene mucho interés. 

El tiempo transcurre y se está afectando a la industria. No estamos pidiendo que nos subsidien, nosotros somos competitivos, queremos es que se equipare la cancha frente a competidores que están entrando a precios de competencia desleal. 

CAMBIO: Sidoc depende de la chatarra. ¿Es suficiente este insumo a nivel nacional? 

M.M.: Históricamente se ha importado chatarra porque la chatarra nacional no es suficiente. Sidoc importa chatarra de Centroamérica y de Panamá, mientras que otros de los siderúrgicos importan palanquilla de varios países.  

La chatarra se compra, se mete en un horno eléctrico a altas temperaturas, se derrite y ese acero líquido sale como una palanquilla, que luego ingresa a un segundo proceso productivo, que es el de laminación. Allí entra a un segundo horno a gas, se calienta y se le va dando figura de varillas. 

Al importar palanquilla se ahorran unas fases del proceso. Si todos produjéramos con chatarra tendríamos que importar.

CAMBIO: ¿Qué porcentaje de su producción se hace con chatarra nacional y qué tanto con chatarra importada? 

M.M.: Solo traemos 20 por ciento de la chatarra, el 80 por ciento es insumo nacional que recolectamos especialmente en el suroccidente del país. 

CAMBIO: La semana pasada el presidente Petro presentó un plan de reactivación y anunció una serie de mesas con el sector privado y los gremios. ¿En qué están trabajando con el Gobierno? 

M.M.: Se ha venido trabajando en la Andi para presentarle propuestas al Gobierno. Pero no nos han invitado a participar como Comité de Productores de Acero. Hemos conversado con el Ministerio de Vivienda sobre los subsidios. El Gobierno no está invirtiendo en infraestructura. No hemos logrado que nos inviten a las mesas. Se han presentado sugerencias desde la Andi, pero no se ha alcanzado nada concreto.  

CAMBIO: La Agencia Nacional de Minería tiene la idea de que se cree otra siderúrgica integrada. ¿Qué opina de eso? 

M.M.: Ese es un mensaje que nos ha llegado desde Presidencia. Lo que proponen es que los siderúrgicos nos unamos para poner una siderúrgica para producir aceros planos, que son los que se usan en la industria automotriz o para fabricar electrodomésticos. En Colombia las cinco siderúrgicas producimos acero largo, que es el que se utiliza para construcción y metalmecánica. 

Una planta de aceros planos es costosísima. La inversión puede ser cuatro veces mayor a una planta de aceros largos. La Agencia dice que se tienen los minerales, pero no está el mercado porque la industria automotriz no es fuerte, ni tampoco la de electrodomésticos. Se han hecho estudios, pero no vemos viable hacer este tipo de plantas localmente. 
 

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