Pacto Histórico
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Elecciones en la Costa Caribe: una gran derrota para el Pacto Histórico
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Se podría afirmar que las elecciones territoriales en la Costa Caribe 2023, están siendo las más intensas de por lo menos los últimos 12 años, pues han estado marcadas por una anticipación mayor a la usual; por mucho dinero que corre y se intercambia como golosinas; y por una competencia que integra partidos tradicionales y recién nacidos.
Se podría afirmar que las elecciones territoriales en la Costa Caribe 2023, están siendo las más intensas de por lo menos los últimos 12 años, pues han estado marcadas por una anticipación mayor a la usual; por mucho dinero que corre y se intercambia como golosinas; y por una competencia que integra partidos tradicionales y recién nacidos.
Está claro que en estas elecciones se enfrentan dos posiciones antagónicas y dicen adiós temporalmente a las experiencias de izquierda y centro izquierda en las zonas del país en donde habrían tenido alcaldes y gobernadores, y quizás se exceptúe la gobernación del Magdalena, que al parecer se mantendrá en manos del Partido Fuerza Ciudadana en cabeza de Rafael Martínez, pero sin mantener la alcaldía de Santa Marta, que cambiará de línea política muy probablemente, en cabeza de Carlos Pinedo Cuello. Es paradójico que justo durante el mandato del primer gobierno de izquierda en Colombia, se reduzca la presencia política de la izquierda en las grandes ciudades, en vez de crecer en ellas. Es una buena forma de evaluar la gestión del presidente hasta este momento. ¿Qué ha ocurrido con la gestión del presidente, que, en vez de abrirle las puertas a un mayor número de candidatos de izquierda, parece reducirse? De hecho, hay que apostar porque esto permita la llegada de candidatos de centro que marquen un nuevo camino, menos ideológico y más gerencial a la política nacional. Se espera que, en la mayoría del país, ganen gobiernos de centro derecha y derecha, quedando pocas posibilidades de triunfo para los candidatos del Pacto Histórico. Nuevamente este punto de encuentro de varios partidos con pensamiento de izquierda, no logró ponerse de acuerdo, y la forma de gobernar del presidente Petro no ha caído bien en buena parte de la población, que observa muchas palabras, muchas redes sociales, pero insuficientes acciones concretas de cambio por parte del gobierno, para lograr avances significativos en la reducción de la pobreza, una mayor igualdad y proyectos productivos que generen empleo y desarrollo.
Las campañas en el país se han vuelto cada vez más costosas. No obstante, centrar su planificación en captar los recursos necesarios para afrontar todas las demandas e imprevistos de la contienda electoral, ha encarecido casi de forma exponencial los costos de una campaña política en el Caribe colombiano. Se inician actividades de campaña con mayor anticipación, las comunidades y líderes comunales, son cada vez más exigentes en cuanto al costo de su participación en los trabajos de promoción y movilización del voto, asimismo, pero con mayores costos ocurre con los candidatos a corporaciones, en especial en los municipios pequeños y medios. Ya en este último mes de campaña, se conocen a diario líderes, candidatos a corporaciones y otros políticos locales, que amenazan con cambiarse de bando si no les cumplen sus expectativas económicas y efectivamente lo hacen. Hay una enorme movilidad de aliados y grupos asociados con intereses nada programáticos, sino económicos.
Llama la atención que el contenido de los discursos de la mayoría de los municipios en el Caribe colombiano, siga siendo muy parecidos a los de finales del siglo XX. Esto es producto del fracaso de la inversión social a la que se le apostó y a la nueva situación de violencia creciente que vive la región. No es casualidad que 4 de los departamentos del Caribe se encuentren por encima del puesto 20 en el Índice de Competitividad Departamental 2023 de 33 departamentos del país: Cesar, Córdoba, Sucre y La Guajira, en ese orden, acompañan a los departamentos más pobres del país. Pero no solo allí, sino en todos los departamentos del Caribe y sus municipios, siguen siendo válidas propuestas prioritarias para generar desarrollo; resolver el acceso al agua potable para todos, construir vías, en especial terciarias para la productividad del campo, los sistemas de riego y maquinarias para la agroindustria, la apuesta a territorios marino costeros para promover un turismo de alto nivel, y la promoción de empleo. Todo lo anterior marcado por una transversal preocupación que va creciendo, la de la seguridad, que se ha deteriorado con números que se duplican en cuanto a homicidios, extorsiones, amenazas, en casi toda la región. Los contenidos ambientales, las políticas inclusivas en los ámbitos sociales, la equidad con perspectiva de género, la protección e inclusión a la población LGBTIQ+ y la gestión cultural, son propuestas que van dirigidas a las clases medias consolidadas de las ciudades más grandes y de los territorios donde sus condiciones así lo demandan.
Justamente la pobreza de buena parte del Caribe ha impedido el surgimiento de una clase media crítica y autónoma, determinante para acabar el clientelismo que sigue mandando en los municipios de la región.
Refiriéndonos a las apuestas y condiciones de las campañas principales, la campaña más tranquila y algo aburrida es la de la alcaldía de Barranquilla, donde Alejandro Char, quien se presenta para su tercer periodo, es el candidato indestronable; independientemente de los ataques, las denuncias en su contra y la situación de su hermano Arturo en prisión. No ha requerido hacer mayores actividades de campaña para mantenerse cómodamente como primero, lejos de todos los demás candidatos. Este tema y sus razones, podrían cubrir un capítulo completo de análisis político y no propiamente desde el esquema visible de clan político, el más simple de observar. Ahora bien, no es ni será positivo en ninguna ciudad, ni país del mundo, gobernar desde la fusión del poder político y económico, ya que esto genera unas condiciones de poder absoluto, que produce y producirá, más efectos negativos que positivos a largo plazo. La dupla que también repite con él, a la Gobernación del Atlántico Eduardo Verano, estaba mostrando un panorama diferente; se veía un candidato sólo y con claras señales de desgaste por la edad, ante un joven Alfredo Varela dando la pelea, posicionándose como el representante de la renovación, que generaba expectativas de cambio. Sin embargo, solo fue que Char se decidiera a compartir vallas publicitarias con Verano -a propósito, en lugares donde Varela tenía su valla publicitaria- y aparecer en algunos eventos con él, para que Verano subiera en las encuestas y se asumiera, que llegará a un nuevo mandato como gobernador.
En Cartagena, la administración distrital del alcalde William Dau, parece que ha debilitado aún más la desinstitucionalización de la ciudad, con una gestión opaca y llena de más agresiones a los contradictores, que ejecución de obras, al punto que los cartageneros solo resaltan como favorable del alcalde Dau, que se haya podido quedar allí los cuatro años, rompiendo el récord negativo de la ciudad, de tener 11 alcaldes en 6 años. El exgobernador de Bolívar, Dumek Turbay, quien inició temprano su campaña, avanza firmemente como potencial ganador de la alcaldía seguido por William García. La candidata que podría haberle competido, es la exalcaldesa Judith Pinedo, la famosa María Mulata, que salió prácticamente de la cárcel a hacer campaña. Ella luego de dos años privada de la libertad, fue absuelta, triste pérdida de vida y tiempo. Con todas estas situaciones, el llegar tarde a esta competencia y sin mayor dinero, no le permitió disputarse con Turbay la alcaldía. Sin embargo, Cartagena no es muy predecible y casi siempre las encuestas se equivocan allí. No descartaría a María Mulata del todo, pues es reconocida en todos los lugares de Cartagena y querida por una buena parte de la población. La Gobernación de Bolívar tiene otro indiscutible, Yamil Arana. Un joven economista uniandino de 33 años con varios posgrados, que ya ha sido congresista; muy moderno en su forma de asumir la gestión pública y que se espera presente propuestas innovadoras para los territorios más olvidados de Bolívar.
La batalla electoral en el Cesar es la batalla contra el poder nefasto del clan Gnecco, su muy larga trayectoria ejerciendo el poder en el departamento, su historia delincuencial antes de ingresar a la política y en el ejercicio del poder. Hay consenso en buena parte del departamento sobre la necesidad de sacarlos de la vida pública del territorio, para iniciar la recuperación del Cesar. Hoy varios de sus miembros tienen problemas serios con la justicia. El gobernador está suspendido desde hace dos años, Luis Monsalvo Gnecco, y la jefe mayor del clan, Cielo Gnecco Cerchar tiene orden de captura, es considerada prófuga de la justicia, pero dado su poder la desafía y asiste a algunas de las últimas marchas de campaña de su candidata Elvia Milena Sanjuán. Se espera que Claudia Margarita Zuleta representante del partido Centro Democrático, pueda poner fin a este período político, doloroso y vergonzante en el Cesar. Sin embargo, al parecer el clan Gnecco mantendrá sus tentáculos en la alcaldía de Valledupar, en cabeza de Ernesto Orozco.
En San Andrés, el gobernador actual, Everth Hawkins, es considerado como un dirigente que decepcionó a un pueblo que lo eligió libremente y que guardaba esperanzas y afecto frente a su figura. Hoy se ve como un gobernador ausente y poco empático con los problemas del territorio, lo que ha hecho daño al candidato Germán Pacheco, por ser primo del gobernador y haber participado indirectamente de esta administración. Es posible que se configure en las Islas, un voto de castigo, que favorecería al joven candidato Nicolás Gallardo, quien fue diputado en este período. Nicolás, si bien es descendiente de una familia con historia de despojo de tierras a raizales, consideran los sanandresanos merece ahora la oportunidad. Aunque las encuestas muestran grandes diferencias en la intención de voto entre uno y otro, no es seguro que este comportamiento se refleje en las urnas.
En el Magdalena, territorio hoy bajo el gobierno del izquierdista Carlos Caicedo, que siguiendo el infortunado modelo de Daniel Quintero de Medellín ha renunciado al cargo para unirse a la campaña de sus candidatos en el territorio, luego de que su hermana Patricia Caicedo, candidata a la alcaldía de Santa Marta, le fuera revocada su candidatura por su consanguinidad con el Gobernador. El candidato elegido para suceder a Caicedo, quien trabajó con él en la Gobernación, Rafael Martínez, muy posiblemente ganará las elecciones a gobernación, pero sin duda perderán la alcaldía de Santa Marta, que quedará en cabeza de Carlos Pinedo Cuello, líder del movimiento Santa Marta sí Puede.
En La Guajira, el candidato Jairo Aguilar Deluque, ha participado de varias administraciones, siendo gobernador encargado en dos ocasiones. Cuenta con el aval del Partido de la U y los coavales de varios partidos más, en su candidatura a la Gobernación de La Guajira, que es casi seguro la gane de forma cómoda. En cuanto a la alcaldía de Riohacha, el candidato más opcionado es José Durán Rodríguez, otro joven del Partido Liberal, cuyo lema de menos palabras más acciones, dicen los que lo conocen que lo muestra tal cual es, no muy conversador, pero si en permanente acción. Tiene experiencia en la gestión pública y en cargos de elección popular.
En Córdoba, Erasmo Zuleta Bechara del Partido Liberal, es el candidato con la mayor opción de ganarse la Gobernación, muy lejos se encuentra Gabriel Calle, quien fuera el gerente de la campaña presidencial de Petro en ese departamento. En cuanto a la alcaldía de Montería, se presenta un cabeza a cabeza entre la candidata Natalia López Fuentes, abogada con posgrados, docente, deportista y emprendedora, como se presenta ella. Pertenece a la coalición Montería es Capaz, conformada por el Partido Liberal, el Partido Conservador, el Partido de la U y Mais; mientras el candidato con el que compite tan de cerca, es el sucesor de la administración actual, Hugo Kerguelen, quien se lanza apoyado por la coalición Una Sola Montería. Este es ingeniero civil, y estuvo a cargo de la planeación en la actual administración municipal. Es curioso que siendo el actual alcalde del Partido Conservador, el partido haga parte de la coalición contraria a la de su sucesor.
He dejado para el final la mirada a las elecciones de Sucre, ya que tienen una particularidad importante, la presencia del primo de Verónica Alcocer, como se presenta ante las comunidades Mario Fernández Alcocer. Su perfil enmarca una de las razones del fracaso del Pacto Histórico en toda la región Caribe y en el país. Acercándose a personajes asimilables con Armando Benedetti, Nicolás Petro, Agmeth Escaf, solo para citar algunos.
Mario Fernández se presenta como candidato a la Gobernación de Sucre frente a la empresaria y exalcaldesa Lucy García Montes. Si bien se ha escrito mucho de él en los últimos tiempos, por saltar de militar en otros partidos, a presentarse como pariente político del presidente y acompañante oficial de la primera dama nacional en diferentes escenarios.
Al parecer este perfil del costeño de la élite política, que se identifica y existe a través de ser reconocido por su ascendencia, parientes y amigos, evidencia el síndrome de Peter Pan en negativo, que quiere siempre sentirse joven, “cool”, hablar generalizando de los temas “todo está mal en Sucre”, “el Presidente quiere a Sucre porque quien duerme con él, es de aquí”, y otro sin número de superficialidades, unidas a una marca en sus eventos políticos más del espectáculo que de una política propositiva, o que sin la más mínima empatía y reflexión, hace bromas sobre las condiciones de violencia territoriales, como pasó por ejemplo sobre el pasado doloroso y violento de San Onofre, en plena tarima en ese territorio. Un personaje que quiere cámaras y presencia nacional y las obtiene por circunstancias negativas, que no tiene problema en haber pertenecido a 3 partidos políticos diferentes en solo 12 años, uno por período electoral, lo que muestra que solo se mueve por las posibilidades de que le brinden poder, nos dice con claridad que allí no hay ideas, no hay compromisos más que consigo mismo, como ha ocurrido con varios políticos aterrizados en el Pacto Histórico, sin la menor cercanía con los planteamientos ideológicos y valores que defiende el Presidente y quienes sí han militado y luchado por sus causas y principios. Esperemos Sucre tenga mejor suerte que la llegada de alguien con este perfil a la Gobernación.
Ese desliz del presidente Petro, de incluir a tantos como este primo político, que además carga con una larga lista de acusaciones, sospechas y rumores de una vida non sancta, y por tanto genera confusión, en medio de esa aparente “buena onda” que busca proyectar, pero cuando las cosas no salen, pues a plantear que es una víctima a la que le quieren hacer daño, es lo que ha hecho casi imposible que los petristas puedan construir en las regiones candidatura sólidas, con futuro.
La derrota prevista al Partido del presidente, y todo esa confusión y desorden de quienes entran y salen del Partido sin tener relación con él, debilita aún más las posibilidades de cambio que ofreció el Presidente al país. Ojalá nuestro mandatario nacional, pueda tener unos momentos de autorreflexión con los resultados de este domingo, y replantear su forma de gobierno, las prioridades de su mandato y su posibilidad de ser más gerente y líder de su equipo de trabajo, que analista y pensador de la política mundial. Esto es muy importante, porque de esa autorreflexión y ajustes en su ejercicio de gobierno, dependerá que pueda avanzar en los cambios sociales por los que el país lo eligió, y de que no cierre por muchos años otra opción alternativa en Colombia.