"Toda la vida las labores de cuidado han recaído sobre la mamá y no sobre el papá": entrevista con María Fernanda Ortiz, gerente de TransMilenio

María Fernanda Ortíz, directora de Transmilenio.

Crédito: Foto por: Isabella

12 Mayo 2024 03:05 am

"Toda la vida las labores de cuidado han recaído sobre la mamá y no sobre el papá": entrevista con María Fernanda Ortiz, gerente de TransMilenio

Hablamos con María Fernanda Ortiz, gerente de TransMilenio, sobre su urgente trabajo por transformar un sector históricamente masculinizado.

Por: Isabella Bernal

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Desde el 11 de enero de 2024, María Fernanda Ortiz está a la cabeza de TransMilenio por designación del alcalde Galán. Esta ingeniera civil de 36 años nacida en Valledupar ha construido un camino atípico para una mujer en el sector de la movilidad. En 2016, estuvo al frente de la creación de la empresa Metro de Bogotá, y seguidamente ocupó los cargos de subgerente económica y subgerente general de TransMilenio, una empresa que mueve más de 4.000.000 de personas al día.

Además, trabajó en la compra de los primeros buses eléctricos del sistema masivo de transporte que a la fecha han evitado la emisión de 155.000 toneladas de CO₂.  Es mamá, esposa y esta es su apuesta por transformar un sector históricamente masculinizado. 

CAMBIO: ¿Cómo ha sido hacerse espacio dentro de un campo laboral donde solo el 30 por ciento son mujeres?

María Fernanda Ortiz: El sector del transporte es un sector masculino, y desde la Universidad esa ha sido mi realidad. Yo estudié ingeniería civil en la Universidad de los Andes de Bogotá y recuerdo que cuando empezamos éramos veintiuna personas y solo dos mujeres. Por supuesto lo que uno tiende a hacer al principio para poder encajar es comportarse como un hombre más hasta que se da cuenta de que esa realidad machista que vivimos muchas mujeres no solo en Colombia, sino en América Latina en general, en Europa, en Asia, no debe ser aceptada, o al menos así fue para mí. 

María Fernanda Ortíz, gerente de Transmilenio

CAMBIO: ¿De dónde viene el imaginario de que ciertos roles solo son para los hombres, sobre todo en el caso del transporte?

M.F.O.: En mi campo de trabajo esos imaginarios vienen del sector automotriz, de la construcción de carros, de los fabricantes y de las ingenierías que se ocupan de eso. Cuando empecé a estudiar, las ingenierías eran carreras, supuestamente para los hombres, hoy la realidad es bastante diferente. Pero, la pregunta es ¿qué hacer para que se transforme esa realidad? Yo creo que el camino es que haya más mujeres en posiciones de liderazgo que trabajen para que otras mujeres también lo puedan hacer, pero no bajo las mismas lógicas machistas del sector sino incluso entendiendo que nuestras usuarias en transporte público son principalmente mujeres y de esa manera poder construir para ellas un sistema de transporte que se ponga en sus zapatos. 

CAMBIO: ¿Qué significa eso de ponerse en los zapatos de las mujeres?

M.F.O.: En mi caso yo también he tenido licencias de maternidad porque tengo dos hijas y soy esposa. Entonces pienso en cómo superar los retos que tienen muchas mujeres de cara a las labores del cuidado y de la maternidad para que esto no sea un impedimento en su desarrollo profesional. Hay unos puestos que tenemos que cubrir como el de los conductores, donde existe un déficit importante y una altísima rotación. Ahí hay una oportunidad, porque sí existe un mercado laboral que necesita emplear, pero que no ha sido explorado por las mujeres básicamente porque no se les ha dado el espacio. 

CAMBIO: Desde su trabajo como gerente de TransMilenio, ¿qué hace para “desmasculinizar” el sector del transporte?

M.F.O.: Nuestro equipo directivo actual es bastante femenino y eso no quiere decir que no haya espacio para los hombres. Pero mi propósito sí ha sido tomar decisiones que faciliten el camino para construir liderazgos de mujeres, más aún cuando en TransMilenio esto nunca había sido una prioridad. Aquí tenemos trabajos no convencionales que incluyen conductores, gestores en vía, anfitriones, personal de aseo, de mantenimiento, roles que han estado siempre ocupados por los hombres. Hoy estamos generando dinámicas para que mis colegas se sientan seguras y capaces de ocupar esos roles. Además, junto a la secretaría de la mujer hacemos una labor de concientización sobre cómo prevenir actos violentos en contra de las mujeres dentro del sistema y poder hablar de seguridad, pero no seguridad en general, sino de seguridad con enfoque de género. 

CAMBIO: Ser mamá, esposa y profesional hay quienes lo ven como algo incompatible…

M.F.O.: Toda la vida las labores de cuidado han recaído sobre la mamá y no sobre el papá, por eso uno tiende a sentirse culpable de no poder estar en la casa, sobre todo cuando los hijos son pequeños; pero eso nace de un imaginario porque al fin y al cabo los hijos son compartidos. Yo entré a trabajar como gerente de TransMilenio al mes de que naciera mi segunda hija y eso fue una decisión familiar que tomamos mi esposo y yo. Lo que no quiere decir que no haya días en los que preferiría estar con ella en la casa y no aquí. Pero, esa fue la decisión que yo tomé, y detrás está la convicción de querer cambiarle la cara a esta entidad. Me interesa criar hijas que se sientan cómodas en el mundo, con toda su diversidad. Defender los derechos de las mujeres, al fin y al cabo es defender mis propios derechos y los de ellas. La vida de los hijos es larga y hay momentos en que ellos estarán más con el papá que con la mamá e incluso más adelante, solos.

CAMBIO: En 2016 estuvo involucrada en el proceso de compra de los primeros buses eléctricos de TransMilenio y Colombia actualmente se implementan proyectos como la TUMI E-Bus Mission como una estrategia para la descarbonización.  ¿Hoy sigue creyendo en el camino de la electromovilidad?

M.F.O.: La compra de buses eléctricos en Bogotá fue una decisión estratégica del gobierno de Peñalosa, que en su momento tuvo en cuenta el impacto del sistema en la calidad del aire y en el cambio climático.  Inicialmente, se compraron  500 buses de los más pequeños; padrones y busetones para hacer el piloto. En el camino, el mercado nos fue diciendo que debíamos comprar más eléctricos y hoy ya tenemos 1485 que representan el 15 por ciento de nuestra flota. En Bogotá nuestro objetivo principal sigue siendo mejorar la calidad del aire. 

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