“El Clan del Golfo es el gran beneficiado de este flujo migratorio”: Human Rights Watch
9 Noviembre 2023

“El Clan del Golfo es el gran beneficiado de este flujo migratorio”: Human Rights Watch

Un hombre y su hija descansan para continuar su travesía en el Tapón del Darién, la selva más peligrosa del mundo.

Crédito: Colprensa

Juan Pappier, subdirector para las Américas de la organización norteamericana, habló con CAMBIO sobre el informe sobre migración en el Tapón del Darién dado a conocer este jueves.

Por: Alfredo Molano Jimeno

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

El Tapón del Darién pasó de ser uno de las selvas vírgenes mejor protegidas del mundo, al paso migratorio más peligroso del planeta. Así lo documentó la ONG norteamericana Human Rights Watch que este jueves dio a conocer el primero de tres informes en el que se documentan las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en este paso fronterizo, que conecta a Suramérica con centro y Norteamérica.

Según el informe, en 2023 más de medio millón de personas han cruzado el Tapón del Darién con la intención de migrar a Estados Unidos y las políticas migratorias que ha promovido ese gobierno son las grandes responsable de la crisis humanitaria que se vive en esta selva colombiana. El fenómeno tiene una tasa de efectos dramáticos: homicidios, violaciones, robos y un control absoluto por parte del Clan del Golfo.

“Human Rights Watch encontró evidencias de que los requisitos de visado impuestos por los gobiernos de México y Centroamérica contribuyen al aumento de migrantes que cruzan el Darién. Tras la imposición de requisitos de visado por parte de algunos de estos países a venezolanos y ecuatorianos en 2021 y 2022, el número de personas de ambas nacionalidades que cruzan el Darién se ha disparado, lo que sugiere una relación entre el requisito de visado y el aumento de migrantes y solicitantes de asilo que cruzan esta selva”, señala el informe de HRW..
Otro de los hallazgos de la investigación apunta a que el gran beneficiario de esta política migratoria es el Clan del Golfo, el grupo armado que regula las rutas que pueden utilizar los migrantes, a quienes somete a extorsiones, violaciones, y todo tipo violencias. “El Ministerio de Defensa de Colombia estima que el Clan obtiene en promedio 125 dólares por cada persona que cruza el Darién. Si la estimación es correcta, el grupo armado pudo haber obtenido un total de 57 millones de dólares entre enero y octubre de 2023 debido a su control sobre la ruta migratoria”, concluye el informe. 

En entrevista con CAMBIO, Juan Pappier, subdirector para las Américas de HRW, detalla los hallazgos del primero de tres informes que darán a conocer. 

¿Cómo fue el proceso de investigación de este informe?

Para esta investigación, visitamos el Tapón del Darién cuatro veces y entrevistamos a casi 300 personas, incluyendo migrantes, solicitantes de asilo, funcionarios, trabajadores humanitarios y expertos en migración de toda la región. También obtuvimos información de las autoridades panameñas y colombianas y realizamos un análisis de información estadística para poder examinar el impacto de las políticas de Estados Unidos en el flujo migratorio por el Tapón del Darién. 

¿Cuáles son los principales hallazgos del informe?

Los datos estadísticos que analizamos sugieren de forma clara que las restricciones de movimiento hacia México y Centroamérica, a menudo promovidas por el gobierno de Estados Unidos, han contribuido a un incremento en el número de personas que cruzan el Tapón del Darién. Ello los expone a gravísimos abusos y fortalece el crimen organizado. En el pasado reciente, los migrantes venezolanos y ecuatorianos lograban, con mucho trabajo, volar a México para solicitar asilo o intentar migrar a los Estados Unidos. Luego, los gobiernos de México y Centroamérica impusieron requisitos de visados, que son prácticamente imposibles de cumplir para muchos de estos migrantes y solicitantes de asilo. Y con ello, las estadísticas muestran que aumentó dramáticamente el flujo por el Darién. Como nos dijo una migrante en la zona, ese infierno es la única opción para muchas de estas personas.

Usted nos habla de un infierno. ¿Qué fue lo que encontraron ustedes para calificarlo así?

Estamos hablando de una selva peligrosísima, en la que han desaparecido o muerto al menos 200 personas en los últimos años. Y esos son solo los casos que ha podido documentar la Organización Mundial para la Migración (IOM). Probablemente el número de muertos o desaparecidos sea aún mayor. Las personas que entrevistamos nos decían que vieron varios, a veces decenas, de cuerpos en el camino. Y hay bandas criminales que cometen abusos sexual aberrantes. Médicos sin Fronteras, que cumple una labor humanitaria encomiable en la zona, ha atendido a 950 personas, en su mayoría mujeres y niñas, que reportaron abusos sexuales al cruzaron el Darién en los últimos dos años. Los casos que documentamos en el informe son horrorosos. Estamos hablando de personas que literalmente arriesgan su vida en búsqueda de un futuro más digno.

¿Cual es el rol del Clan del Golfo?

El Clan del Golfo es el gran beneficiado de este flujo migratorio que, insisto, es en parte responsabilidad de las políticas que promueve Estados Unidos. Según la información de inteligencia militar que hemos conocido, el Clan del Golfo obtiene en promedio 125 dólares por cada migrante o solicitante de asilo que cruza la selva. Si esta estimación es correcta, el Clan se habría lucrado con cerca de 57 millones de dólares en lo que va del año gracias a su control de flujos migratorios. Nosotros hemos podido documentar que el Clan regula qué rutas se pueden utilizar, con el objetivo de evitar que la migración ponga en riesgo sus rutas de tráfico de cocaína. El Clan extorsiona a todas las personas que se benefician de la migración, con un pago de cerca del 20%. Y para colmo el Clan establece normas de conducta para los migrantes y para la población local, y en algunos casos utiliza amenazas o violencia para garantizar que se cumplan sus reglas. Estamos hablando de una organización criminal que manda en la zona. Eso es algo que Colombia no puede normalizar. 

Este es el primero de tres informes, ¿en qué se enfocarán los que vienen?

Este primer informe explica la responsabilidad del gobierno de Estados Unidos en la crisis que estamos viendo en el Darién. Pero esta crisis también es reflejo de problemas estructurales de nuestra región: de las crisis de derechos humanos en países como Haití y Venezuela, de la falta de mecanismos de integración y regularización suficientes para migrantes en Sudamérica, y de la falta de control territorial y de políticas serias de combate al crimen organizado, en este caso, en la selva del Darién. Los próximos informes van a explicar a profundidad estos fenómenos y proveer recomendaciones concretas para que los gobiernos empiecen a solucionarlos. 

¿Qué debería hacer Colombia para enfrentar esta crisis?

La crisis del Darién es reflejo de un desafío migratorio regional y como tal requiere de una respuesta coordinada de los gobiernos de la región. Y Colombia tiene mucho que aportar para ayudar a resolver esta crisis, a varios niveles. En materia migratoria, es importante seguir implementando el estatuto temporal de protección para venezolanos y financiar esfuerzos serios de integración para la población venezolana. En el Darién es importante aumentar, con apoyo de la comunidad internacional, la asistencia humanitaria y poner en práctica una política de seguridad sólida para debilitar progresivamente al Clan del Golfo. La paz total no puede querer decir el control criminal de los territorios. 

Usted habla de una respuesta regional. ¿A qué se refiere?

Como región hemos pasado de tener 7 a 15 millones de migrantes en los últimos 15 años. El desafío hoy es mucho mayor y exige una respuesta coordinada. Necesitamos avanzar a estatutos temporales de protección a nivel regional para venezolanos y haitianos, y tener una discusión seria sobre cómo distribuir las cargas de desafío migratorio en la región. Este desafío no se va a resolver solo con la acción de uno o dos gobiernos, requiere un esfuerzo concertado de toda la región

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí