Alternativas sostenibles para los plásticos de un solo uso

La Ley 2232 de 2002, con la cual se busca reducir la producción y consumo de plásticos de un solo uso en Colombia, comenzará a aplicar desde el 7 de julio. Con ello, las bolsas para embalar, los rollos de bolsas vacías, los mezcladores de bebidas, los soportes para los globos, los pitillos y otros productos de plástico saldrán del mercado colombiano. 

Frente a esto, para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado, las empresas, comerciantes y consumidores deberán optar por alternativas con materiales reutilizables, biodegradables o ecológicos.

Alternativas para bolsas de embalaje, carga y transporte

Bolsas de plástico reciclado 

Esta es una de las alternativas con más posibilidades de adaptabilidad para las grandes superficies, por su similitud con las bolsas de plástico tradicional en cuanto a forma y resistencia. 

Sin embargo, es una de las alternativas menos sostenibles a futuro, ya que contienen polímeros y su tiempo de descomposición sigue siendo más largo que el de otros productos ecológicos.

Bolsas de plástico biodegradable 

Estas bolsas suelen tener la misma resistencia, apariencia y calidad de una bolsa plástica. La diferencia radica en que es capaz de descomponerse de manera natural gracias a la acción de microorganismos como los hongos o las bacterias, lo que disminuye los índices de contaminación ambiental. 

Bolsas de yute 

Las bolsas de yute son consideradas dentro del mercado como una buena opción por su alta capacidad de resistencia, su larga durabilidad y sus posibilidades de ser biodegradables y compostables a futuro. 

Cajas de cartón 

Si bien es cierto que muchos de los productos para embalaje y transporte son empacados en cajas de cartón, también hay un significativo número de empresas que hacen uso de las bolsas de plástico para elementos que no requieren de un cuidado especial (ropa, joyas, cobijas, entre otros). 

Frente a esto, las empresas deberán adaptarse y volver a los tiempos de la caja de cartón, pues esta tiene un impacto ambiental menor por sus posibilidades de ser reutilizada y reciclada con mayor facilidad que otros empaques. 

Alternativas para los rollos de bolsas vacías 

Esta categoría se refiere a aquellas que se utilizan para embalar, cargar o transportar paquetes y mercancías o llevar alimentos a granel. Es importante aclarar que la ley plantea la excepción para los empaques de productos de origen animal crudos. 

Como en la categoría anterior, los consumidores y comerciantes pueden optar por la bolsa de yute, las bolsas recicladas o las bolsas biodegradables. Sin embargo, muchas superficies de mercado plantean la idea de volver a los tiempos en los que las compras a granel se hacían con bolsas de papel kraft o bolsas de tela, una decisión que podría adaptarse con facilidad en los supermercados, tiendas y plazas de mercado. 

Alternativas para mezcladores y pitillos para bebidas

El mercado ya lleva un tiempo implementando nuevas opciones para este tipo de productos, especialmente el sector de los restaurantes y bares ofrecen alternativas como los pitillos de papel, los mezcladores de madera y los de materiales biodegradables. 

Por su parte, los consumidores más comprometidos con el cuidado del medio ambiente han optado por la compra de pitillos de acero inoxidable que pueden ser reutilizables y muchos otros han dejado de hacer uso de este tipo de productos. 

Alternativas para los soportes plásticos

Hay otros grupo de plásticos de un solo uso como los soportes de los copitos de algodón o soportes de los globos de fiesta, estos pueden ser reemplazados por opciones biodegradables.

Frente a esto, la industria del desarrollo de plásticos sostenibles impulsa el uso de materiales como el bambú, la madera e incluso papeles con mayor resistencia y durabilidad. 

Si bien es cierto que los productos de plásticos de un solo uso siguen teniendo una alta oferta y demanda en el territorio, las empresas, consumidores y comerciantes deben empezar a cambiar los polímeros sintéticos por materiales más ecológicos para ayudar a mitigar el impacto ambiental, como lo estipula la ley aprobada por el Congreso.