Lavado verde: ¿cómo evitar que los nuevos plásticos engañen a los consumidores?

Crédito: Colprensa.

27 Julio 2024 12:07 am

Lavado verde: ¿cómo evitar que los nuevos plásticos engañen a los consumidores?

Con la ley que prohíbe los plásticos de un solo uso en Colombia y la salida de ocho productos de este material del mercado, los consumidores tendrán que optar por alternativas más sostenibles. Sin embargo, algunas empresas están aplicando estrategias de marketing que terminan engañando a los consumidores.

Por: Ana Maria Cañon Ariza

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Para algunas empresas y consumidores la prohibición de ocho productos representa una oportunidad de innovar y repensar la producción de los plásticos de un solo uso. Para muchos otros, la transición gradual se convirtió en una estrategia de marketing engañosa que le hace pensar a los consumidores que están optando por alternativas más sostenibles cuando realmente no son etiquetas certificadas o solo son adornos verdes en productos igual de contaminantes. 

En 2019 Greenpeace advirtió en un informe titulado “Las empresas ofrecen falsas soluciones a la contaminación por plásticos” las prácticas engañosas de las compañías para etiquetar y promocionar productos plásticos.

Plásticos.
Créditos: Freepik.

Según el documento, muchas empresas están cambiando los plásticos derivados de combustibles fósiles por plásticos de origen biológico, que a menudo se publicitan erróneamente como biodegradables o compostables.

Actualmente, la ley especifica en el Artículo 34 que “se autorizará el uso de materias primas biodegradables en condiciones ambientales naturales y/o compostables en condiciones ambientales naturales, así como el uso de aditivos acelerantes de la biodegradación en condiciones ambientales naturales y/o de la compostabilidad”.

Es decir, frente a la prohibición de la comercialización de los plásticos de un solo uso, la ley permite ciertas excepciones para aquellos productos plásticos que se catalogan como biodegradables o compostables. 

La diferencia entre biodegradable y compostable

Según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su siglas en inglés) tanto los plásticos biodegradables como los compostables pueden descomponerse o degradarse gracias a los microorganismos que digieren los componentes básicos que componen el material. Pero existen diferencias importantes entre estos dos términos.

Plásticos biodegradables 

El plástico biodegradable se define por su capacidad de descomponerse completamente en sustancias que se encuentran en la naturaleza y en un período de tiempo razonable. 

Es decir, se trata de aquellos tipos de plásticos que son constituidos con un material que puede ser degradado por microorganismos en condiciones ambientales completas.

biodegradable.
Créditos: Freepik.

En dicho proceso el material puede transformarse en biomasa, compuestos inorgánicos, agua, dióxido de carbono o metano, por medio de organismos con vida como bacterias, hongos, algas, etcétera. 

Sin embargo, este tipo de plásticos se degradan dependiendo de la estructura química del material y del ambiente en el que se dispongan. Por consiguiente, si no se tiene un ambiente propicio o están conformados por un porcentaje mayormente químico pueden dejar residuos tóxicos o pueden tomar mucho más tiempo en degradarse de lo que deberían. 

Plásticos compostables

Por su parte, el plástico compostable está específicamente diseñado y probado para ser procesado en instalaciones de compostaje domésticas o industriales, donde las condiciones específicas como la temperatura y la humedad permiten la degradación del mismo. 

En ese sentido, no todos los plásticos que dicen biodegradarse o compostarse, realmente pueden degradarse o comportarse en la práctica. Por consiguiente, es importante que los productos tengan un proceso adecuado de certificación no solo en lo referente a las materias primas con las que se producen, sino que aseguren que en el proceso de desecho cumpla con los estándares de calidad y eficiencia. 

Certificaciones y etiquetas

Según el Ministerio de Ambiente los tiempos de biodegradación y/o compostación deben estar acordes con los tiempos requeridos en los sistemas de gestión existentes de tal forma para que los productos puedan incorporarse en la cadena de valor y en la economía circular.

Para ello, el Gobierno nacional, a través del Organismo Nacional de Acreditación de Colombia (Onac), está encargado de acreditar los laboratorios nacionales e internacionales que tengan la capacidad de verificar el cumplimiento de las normas técnicas y la certificación de biodegradación de los productos plásticos en condiciones ambientales naturales y/o compostaje en condiciones ambientales naturales.

Si bien existe un procedimiento técnico para certificar que un producto plástico cumpla con la reglamentación de ser biodegradable o compostable, todavía no está del todo clara la etiquetación con la que los consumidores pueden identificar que realmente el producto que compran es biodegradable o compostable. 

Frente a esto, el Ministerio de Ambiente le comentó a CAMBIO que la reglamentación establece que los productos plásticos deben contener las características mínimas para informar al consumidor. Es decir, debe advertir sobre la gestión adecuada de los productos por parte del consumidor final, el impacto ambiental negativo que puede generar su inadecuada disposición final, el contenido de plásticos en los productos y las condiciones de reciclabilidad.

Todo ello a partir de información que se debe transmitir con lenguaje claro para el consumidor, en etiquetas que hagan parte integral del envase o empaque y que no requieran plásticos de un solo uso adicionales para el producto.

Sin embargo, no se compartió un sello oficial o etiqueta específica que le posibilite al consumidor identificar la sostenibilidad del producto con mayor facilidad.

Frente a esta falta de claridad, muchas tiendas todavía comercializan productos prohibidos por la ley como pitillos, mezcladores y bolsas plásticas, que dicen ser biodegradables o compostables con etiquetas no certificadas y publicidad engañosa. Algunos incluso evitan etiquetar y solo incluyen colores verdes en los empaques para que los consumidores asuman que son sostenibles.

Las trampas y los vacíos

En una entrevista que CAMBIO realizó a Paula Ocampo, vicepresidente ejecutiva de Acoplásticos, se menciona la importancia de los procesos de certificación y se expone que es fácil decir que un producto tiene ciertas propiedad, pero se debe certificar para evitar el greenwashing, también conocido como lavado verde. 

De igual forma, Ocampo explicó que “el reto es muy grande porque los productos de plástico están masificados y controlar las bolsas en todas las tiendas, supermercados y sitios que se pueden utilizar no es tan fácil”.

Adicionalmente, la representante de Acoplásticos explicó que “la ley entró en vigencia hace dos años, y traía unos plazos que iban entre seis y doce meses para que el Gobierno hiciera la reglamentación y el desarrollo de cómo se va a aplicar la ley. Eso fue lo que se demoró. Sin esa reglamentación no se podía avanzar sin saber las condiciones necesarias para la producción de materias primas biodegradables”. 

Frente a esto, El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible afirmó que se “está trabajando en la reglamentación técnica específica que deberá ser adoptada para que los productores que estén fabricando o importando productos plásticos objeto de la prohibición establecida en la Ley 2232 de 2022 puedan acogerse a lo dispuesto en el artículo 34 de la misma.”

Esto es fundamental, porque todavía existe confusión por parte de algunos productores en cuanto a los procesos y también ha representado una dificultad en la transición hacia las alternativas biodegradables o compostables. Estos no son procesos fáciles porque muchas veces puede que no sirva la misma máquina, las mezclas de las materias primas pueden ser distintas o en algunos casos se requiere cambiar de proveedor de materia prima. Así lo reconoció Ocampo en la entrevista con CAMBIO. 

¿Qué pueden hacer los consumidores?

Es importante que los consumidores no se limiten a la etiqueta principal, sino que lean la parte posterior del producto y revisen si existe contenido plástico o si cuenta con un símbolo de reciclaje plástico. Esto permite asegurarse de las materias primas y del proceso por el que pasa dicha materia una vez es desechada.

Adicionalmente, pueden optar por alternativas sostenibles que no requieren de certificaciones para productos compostables y biodegradables. Es decir, opciones como reutilizar o reciclar. 
 

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