Daniel Coronell
17 Abril 2022

Daniel Coronell

LA POBREDUMBRE

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A medida que gana influencia pierde respetabilidad. La Universidad Sergio Arboleda, que logró una rápida y efímera figuración por ser la alma mater del saliente presidente Iván Duque y otros altos funcionarios, está viviendo un derrumbe institucional. Todo por cuenta de las actividades políticas y comerciales de su rector Rodrigo Noguera que incluyen presuntos tráficos de influencias en decisiones judiciales, negocios con conflictos de intereses entre la universidad y empresas suyas, además de préstamos a Noguera autorizados por él mismo.

Algunos de estos hechos han salido a flote, pero el gobierno del “sergista” Duque y la fiscalía del “sergista” Francisco Barbosa  han guardado cómodo silencio ante las evidencias.

Gracias a una denuncia del exfiscal ad hoc Leonardo Espinosa, quien fuera directivo de esa universidad, se han empezado a conocer negocios que han enriquecido al rector Rodrigo Noguera bajo el alero de la Universidad Sergio Arboleda que no es una empresa familiar suya sino una fundación sin ánimo de lucro, con las ventajas y responsabilidades que eso significa.

La denuncia fue enviada al Ministerio de Educación donde, como era de esperarse, duerme el sueño de los justos y ante la Dirección de Inspección, Vigilancia y Control de la Alcaldía de Bogotá por involucrar a una entidad que está bajo su jurisdicción. Se trata de la Fundación para el desarrollo Sergio Arboleda o Fundación para el desarrollo USA, Fundeusa.

La entidad de inspección distrital efectuó una visita administrativa a la sede de Fundeusa, que es la misma de la universidad. Los funcionarios fueron atendidos por el representante legal de esa fundación, Jaime Cadena, quien es también el director financiero de la Universidad Sergio Arboleda.

De acuerdo con el denunciante, la empresa Juridicasa del rector Rodrigo Noguera y su familia le donó una hacienda de 800 hectáreas a Fundeusa, controlada también por Noguera y su hijastro, el exministro del deporte Ernesto Lucena. Después de recibir la hacienda, Fundeusa –que goza de ventajas tributarias por ser una entidad sin ánimo de lucro– le entregó el usufructo, es decir el derecho de explotar la finca, a otra sociedad controlada por Rodrigo Noguera llamada RyZ Guadalupe SAS, curiosamente, la compañía tiene por nombre las iniciales de Noguera y su esposa Zayda Barrero, excandidata al Senado por el Centro Democrático.

Es decir, una empresa de Noguera le dona la hacienda a una fundación controlada por Noguera, con régimen tributario especial, que le entrega la explotación a otra empresa de Rodrigo Noguera. El malabar ya era suficientemente llamativo, pero hay asuntos aún más graves.

Durante la visita administrativa, el representante legal Jaime Cadena confesó que su papel es puramente decorativo. A los funcionarios de la Dirección de Inspección, Vigilancia y Control les dijo: “En Fundeusa se hace lo que el rector ordena”*

La declaración del representante legal de la fundación dejó claro cómo se hizo el negocio de “yo con yo”: “El rector ordena, como administrador de hecho de Fundeusa, que le constituya un usufructo a una sociedad de su propiedad, o sea, comienza a desandar la donación”*.

En la diligencia, los funcionarios también encontraron que existe un documento que establece que en el caso de que Fundeusa vendiera la hacienda tendrá que entregarle el 80 por ciento de la venta a la empresa del rector Noguera. Es decir la donación ha sido de papel, pero las exenciones fiscales de la fundación son de verdad.

Otro hallazgo importante es que hay diferencias entre lo que dice la contabilidad y la declaración de renta presentada por Fundeusa.

Como si fuera poco, la diligencia señaló que el mayor deudor de Fundeusa es Rodrigo Noguera. De acuerdo con los documentos, el rector le está debiendo hace varios años casi 2.300 millones de pesos. Un préstamo aprobado por él mismo ya que los únicos miembros actuantes del consejo directivo son él y su hijastro.

Por todas esas razones, los funcionarios formularon cargos a Rodrigo Noguera Calderón, Ernesto Lucena y Jaime Cadena, por incumplimiento de los estatutos, deberes contables y administrativos; y a la revisora fiscal por no cumplir las obligaciones de su cargo. Los hallazgos serán trasladados a la Dirección de Impuestos Nacionales, Dian, a la Superintendencia de Sociedades y a la Junta Central de Contadores.

El auto también ordena congelar los fondos de la fundación hasta que se tome una decisión sobre estos hechos. 

Todo es muy importante pero lo más grave es que el cuestionado Rodrigo Noguera seguirá al frente de la rectoría, ejerciendo influencias, haciendo negocios, planeando venganzas y firmando diplomas.

 

*Corrección: Por un error de interpretación en el documento le atribuí al representante legal Jaime Cadena, lo que en realidad son declaraciones del ex fiscal ad hoc Leonardo Espinosa. Corrijo la columna a la 1:43 de la tarde del domingo tan pronto me percaté del error.

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