El rastro de sangre y los expedientes prohibidos en el caso de María Mercedes Gnecco
18 Febrero 2024

El rastro de sangre y los expedientes prohibidos en el caso de María Mercedes Gnecco

El Tribunal Superior de San Andrés está a punto de resolver una tutela que puede llevar a esclarecer el sonado caso por el crimen de María Mercedes Gnecco. Apareció una traza de sangre en la escena de los hechos. La tesis de la Fiscalía se enreda.

Por: Jose Monsalve | [email protected]

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La del 5 de octubre de 2021 sería una noche romántica, pero resultó fatal. María Mercedes Gnecco Serrano y Jose Manuel Gnecco Valencia, primos de sangre y marido y mujer, aquella noche, la última de ella, celebraban el noveno aniversario de matrimonio en su casa soñada en San Andrés Islas. El lugar del crimen.

Según el testimonio –repetido hasta la saciedad– por él, eran pasadas las 8:30 de la noche, cuando ella gritó alarmada al ver, por las ventanas de la sala que afuera, en la penumbra, en el jardín de la propiedad privada, había unos tipos. Él asegura que su reacción fue ir en carrera a la alcoba del segundo piso por un arma traumática que guardaba en la mesa de noche. Explicó que estando allí escuchó un disparo, entonces bajó apresurado y halló a su esposa tendida en la sala, mal herida, así que se asomó al exterior e hizo varios disparos con su arma de fogueó. Y está documentado que a las 8:39 llamó a la línea de emergencia en shock: “¡Mande una ambulancia, por favor, hacia la subida al Radar, casa El Palmar, le acaban de disparar a mi esposa, le acaban de disparar a mi esposa, por favor!”. 

Seis minutos después llegaron al lugar agentes de vigilancia y a las 9:05 el Grupo de Operaciones Especiales (Goes) de la Policía. Estos verificaron que ella tenía signos vitales, incluso hablaba, y la trasladaron de urgencia al hospital departamental. Pero en el centro médico no pudieron salvarla, a las 9:30 p.m. María Mercedes falleció. La noticia tuvo trascendencia nacional. 

Y fue mayor la resonancia, ocho meses después, cuando la Fiscalía capturó en el interior del país a Gnecco acusándolo de haber sido el asesino de su esposa. La tesis del fiscal Mario Burgos es que aquella noche antes de la llamada no hubo nadie más en la propiedad, estaban solo ella y él, y que por tanto fue este quien disparó. Esa conclusión la apoya firmemente Cristina Serrano, hija de la difunta. Y según lo han señalado en entrevistas y en las audiencias sobre el caso, el móvil sería que José Manuel se favorecería económicamente con la muerte de María Mercedes, ya que la pareja tenía importantes deudas. El fiscal Burgos ha tenido el respaldo pleno de las directivas del búnker en el caso, al punto que trasladó súbitamente al acusado de Bogotá a San Andrés, en el avión oficial al servicio del fiscal general. Pero el planteamiento del ente acusador sobre el crimen tiene grietas.

MB
El quid del crimen
El fiscal Burgos argumenta que el disparo ocurrió a las 7:52 pm pues a esa hora María Mercedes recibió un mensaje de celular que nunca respondió porque para ese momento ya estaba mal herida. La llamada a emergencia fue a las 8:39 pm y minutos después llegó la Policía, de tal forma que Gnecco habría tenido cerca de una hora para preparar la coartada. Pero esa teoría supondría que preparó el ardid mientras su esposa agonizaba todo ese tiempo pues cuando la Policía llegó la víctima aún estaba consciente y habló con quienes la auxiliaron. Por su parte, la defensa de Gnecco insiste que todo ocurrió en menos de cinco minutos entre que este escuchó el disparo, hizo la llamada de auxilio y llegaron los primeros uniformados.

Desde el momento cero José Manuel Gnecco ha cuestionado el trabajo de la Fiscalía. Le parecía que no investigaban con celeridad y que no habían estudiado rigurosamente la escena del crimen pues las autoridades decían no haber hallado huellas ni elementos extraños.  Por ejemplo, el viudo señaló que el disparo que mató a su esposa provino del exterior de la casa, hizo un orificio en el vidrio de la ventana de la cocina y la impactó en el tórax. Aquella noche los investigadores inspeccionaron e hicieron fotos de la ventana sin encontrar nada más. Pero tuvieron que regresar al siguiente día, cuando Gnecco dio aviso de que el jardinero había encontrado entre la yerba, frente a la ventana, una vainilla.

Esa vainilla resultó ser coincidente con el proyectil que acabó con la vida de María Mercedes. Pero la Fiscalía ha dicho que todo eso hace parte del ardid de Gnecco para burlar la justicia. Burgos ha insistido en que ese disparo desde el exterior de la casa es una farsa pues la trayectoria y la posición en que quedó tendida la víctima no cuadran: “Para que así ocurriera, María Mercedes tendría que haber estado levitando 11 centímetros por encima del suelo. Y eso es imposible”, explicó ante los jueces el fiscal a cargo recalcando que la bala no provino de afuera, sino que José Manuel le disparó a su esposa sentado desde un puesto de la mesa del comedor cuando ella estaba de pie a corta distancia (ver imagen1). Solo esa escena, dice la Fiscalía, explica la trayectoria de la bala en el espacio y en el cuerpo de la víctima.

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Álbum fotográfico del hallazgo de la vainilla.

¿Y el rastro de sangre?

La Fiscalía se ha aferrado a su tesis y ha sido renuente en considerar la hipótesis de la contraparte, según la cual los asesinos serían delincuentes que ingresaron a la casa aquella noche. Como había un proyectil y una vainilla recuperados de la escena (correspondientes a una pistola 9 mm), los abogados del acusado pidieron que se investigara si las autoridades de San Andrés habían incautado un arma de ese tipo. Resultó que sí. El 19 de noviembre de 2021, mes y medio después del asesinato, un arma de similares características fue decomisada a dos menores de edad con un amplio prontuario. 

El reporte del decomiso del arma apareció como uno más entre cientos de informes de Policía que la Fiscalía relacionó, sin trascendencia, entre la documentación con la que respaldó la solicitud de medida de aseguramiento contra Gnecco. La defensa de Gnecco acudió al Sistema Único de Comparación Balística (Sucoba), el laboratorio de la Dijín y la Interpol que es alimentado a nivel nacional y que con última tecnología determina la “huella digital” propia de cada arma y la coteja con las trazas milimétricas que quedan en cada bala disparada. Al cruzar la pistola, proyectil y casquillo, el laboratorio concluyó que había coincidencia plena: el arma incautada a los menores fue con la que se asesinó a María Mercedes. Y hacía tiempo que la Dijín había remitido ese hallazgo al fiscal del caso. 

A partir de ahí hubo dos movidas: la Fiscalía pidió a su laboratorio del CTI hacer otro estudio con los mismos elementos que concluyó lo contrario y trató de que ese "contra-peritaje" fuera admitido como prueba de última hora en el juicio que se avecina contra Gnecco. Entretanto, la defensa del preso acusó a la Fiscalía de desleal por haber ocultado el informe del Sucoba y cuestionó el documento del CTI por parcial y extemporáneo. Al final, la juez de conocimiento llamó al orden a la Fiscalía y admitió únicamente el informe de la Dijín.

Por otra parte, la defensa de Gnecco formuló denuncia penal contra los menores a los que la Policía les halló el arma y se constituyó allí como víctima. Pero la fiscal local de menores a la que le correspondió el asunto se ha negado a darle participación argumentando que él tiene que responder por el crimen. Sus abogados han tenido que acudir ante jueces de garantías para que con la orden de estos se les entregue algo de información. Así, han descubierto que material balístico recuperado en otras noticias criminales también coincide con el arma que dio positivo.  Además de los dos menores capturados con la pistola, otros cinco sujetos que aparecen en los distintos expedientes en los que hay coincidencia científica entre disparos y el arma en cuestión y la mayoría de esos radicados están en poder de la misma fiscal de menores.  

 

Expedientes
El arma estuvo en poder de la delincuencia y hay actos criminales antes, durante y después de la muerte de María Mercedes.

Por toda esta situación, la defensa de Gnecco se jugó una última carta: una acción de tutela ante el Tribunal Superior de San Andrés Islas, con el argumento de que la fiscal le está violando la presunción de inocencia, el derecho a la verdad y a la justicia. La tutela le correspondió al magistrado Fabio Máximo Mena quien ya tiene en su despacho los argumentos de todos los implicados.

La petición de Gnecco, en síntesis, es que la Fiscalía permita acceso y participación en los expedientes vinculados con la pistola que segó la vida de su esposa. En la tutela sus abogados, tras hacer un recuento de los bloqueos de la fiscal, revelaron algo de lo que no se tenía noticia: entre los cientos de folios sobre la muerte de María Mercedes hay un informe oficial de inspección a la escena de los hechos que da cuenta de un rastro de sangre hallado en el exterior de la casa, justo debajo de la ventana que apareció con una perforación de bala. Llama la atención que la Fiscalía no haya siquiera mencionado este hallazgo en las extensas audiencias que se han adelantado hasta ahora.

Son muchas las preguntas que se desprenden de esa traza que apareció cuando un perito en dactiloscopia de la Policía usó "reactivo para revelar sangre" en el punto señalado del exterior de la casa. ¿Es un rastro de sangre de José Manuel Gnecco? ¿De su esposa asesinada? ¿O corresponde a un tercero que estuvo allí contrario a lo que afirma la Fiscalía? ¿Qué explicaciones han dado los detenidos sobre el arma? Los abogados defensores insisten en que "es un acto de investigación indispensable establecer los marcadores genéticos de esa muestra, para cotejarla con muestras tomadas a todos los involucrados con el arma y material balístico". Y suponen que nada de eso se ha hecho, pues la Fiscalía no los ha convocado a ninguna audiencia de control de legalidad como lo dicta la ley. Pero allí no paran las sorpresas. 

Gnecco
Fotos del hallazgo del rastro de sangre

A lo que sí fue convocada la defensa de Gnecco es a una audiencia de preclusión solicitada por la Fiscalía en favor de los dos menores a los que se les halló el arma homicida. Dicha diligencia está programada para el próximo 28 de mayo. Es inquietante que entre la denuncia de Gnecco contra los menores y la pretensión oficial de cierre medien apenas cinco meses, cuando el asunto está en el momento incipiente de indagación, sin siquiera llegar a la fase de investigación. Y más desconcertante es que no se busque archivar el caso con la posibilidad de que se reactive ante alguna novedad trascendental, sino que quiera precluirlo, o sea, saldarlo como cosa juzgada para que nunca pueda reactivarse. 

En su memorial de respuesta a la tutela, la fiscal seccional le asegura al magistrado que posee evidencia que la conduce a la "inequívoca determinación" de precluir en favor de los menores, y le pide negar las pretensiones de Gnecco aduciendo que nadie le ha violado ningún derecho fundamental. La funcionaria dice que los expedientes en cuestión son reservados y admite que Gnecco solo ha tenido acceso a algunos documentos que los jueces de garantías le ordenaron entregarle. En el mismo sentido y en su respectivo memorial, el fiscal Mario Burgos solicita que se declare improcedente la tutela. Le dice al magistrado que la Fiscalía ya le ha dado suficiente información a Gnecco sobre el radicado de la pistola y que este debería concentrarse en el juicio que se avecina en su contra. 

Los mismos argumentos de la Fiscalía frente a la tutela son los esbozados por el abogado que representa a Cristina Serrano, hija de la difunta, quien insiste en que a su mamá la mató quien fuera su padrastro. El magistrado Mena también recibió el concepto de la Procuraduría cuya postura es de apoyo a la tutela. El Ministerio Público recalca jurisprudencia de la Corte Suprema en pro del "derecho que le asiste a las víctimas" de conocer los distintos elementos con que cuenta la Fiscalía al interior de la investigación, pues con ello, «se descubre lo que realmente ocurrió y se garantiza, en consecuencia, su derecho "a saber"».

Así que las cartas están jugadas. A más tardar, en un par de días se sabrá el veredicto. Si los magistrados niegan la tutela, la defensa de José Manuel Gnecco tendrá que acudir a la diligencia de solicitud de preclusión contra los menores, y, poco después, iniciará la práctica de pruebas de la Fiscalía en el juicio que se sigue en su contra por el asesinato de María Mercedes Gnecco. Pero el thriller nacional, Gnecco versus Gnecco, podría tener una gran sorpresa. Si los magistrados le conceden la tutela, él tendrá acceso pleno a los expedientes hasta ahora prohibidos y en los que aparecen implicadas al menos siete personas que cometieron múltiples delitos con el arma homicida. Entonces puede ocurrir que el rastro de sangre, los elementos balísticos y los hallazgos que de allí se deriven, lleguen a consolidar una nueva teoría del caso, y esta, desde ya, amenaza con resultar más consistente que aquella por la que la Fiscalía está jugada.

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