El difícil panorama para la paz que dejó 2022
Crédito: Colprensa
El informe sobre la situación de derechos humanos publicado por Human Rigths Watch asegura que Colombia tiene niveles de violencia que no se veían desde antes del Acuerdo de Paz.
La apuesta del Gobierno de Gustavo Petro ha sido la búsqueda de la paz total con los diferentes grupos armados. Durante sus primeros meses en el poder ha avanzado en este tema, sin embargo la realidad del país muestra que la situación es compleja.
No solo el país llegó a niveles históricos de cultivos de coca, los indicadores hablan de una violencia que no deja de aumentar. CAMBIO conversó con Juan Pappier investigador sénior de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW) para conocer el panorama que vive Colombia.
Para profundizar
El más reciente informe de HRW asegura que Colombia ha vuelto a tener indicadores de violencia similares a los vividos antes del acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las Farc.
Pappier explica que los índices más altos, y que le genera preocupación a la organización que representa, son los asesinatos a líderes sociales, el confinamiento a poblaciones, los desplazamientos y las masacres.
Las cifras más recientes aseguran que hubo 80 masacres durante 2022, 200 asesinatos de líderes sociales, cerca de 85.000 víctimas de desplazamiento y 125.000 personas confinadas.
El aumento de la violencia para Pappier se debe a “problemas de política de seguridad que no logró su cometido. Tiene que ver con una implementación desigual del acuerdo de paz durante el gobierno Duque, en donde se dejaron de lado aspectos claves de este y también tiene que ver, tristemente, con la pandemia que aumentó los niveles de pobreza del país y que creó unas condiciones donde era más fácil para los grupos armados reclutar”.
Para profundizar
Para lograr la paz el Gobierno de Petro no solo tiene como reto los diálogos con los actores armados, también debe combatir estos índices de violencia.
Según el investigador, para lograr avanzar en este tema se debe tener una mejor política de seguridad y un método ordenado para avanzar en las negociaciones paralelas.
Sobre la política de seguridad del Gobierno de Petro, Pappier sostiene que esta debe “buscar proteger a la población civil y desmantelar, no solo descabezar, a los grupos armados. Hay que desmantelarlos integralmente”. Para el investigador, el error del anterior gobierno fue concentrarse solo en los principales líderes de las agrupaciones ilegales.
