"¿El presidente se apresuró? creo que sí": Daniel Coronell sobre niños desaparecidos en Guaviare
18 Mayo 2023

"¿El presidente se apresuró? creo que sí": Daniel Coronell sobre niños desaparecidos en Guaviare

Crédito: fotoilustracion: Yamith Mariño

El "Reporte Coronell" conoció la historia de la equivocación que tuvo el presidente de la república al trinar sobre la confirmación del hallazgo de los cuatro menores de edad desaparecidos en la selva del Caquetá. Conozca lo que ocurrió.

Por: Redacción Cambio

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El "Reporte Coronell" de la W Radio conoció la historia de la equivocación que tuvo el presidente de la república, Gustavo Petro, al trinar sobre el hallazgo de los cuatro menores de edad desaparecidos en la selva. 

"Aparentemente, todo empezó con el trino de una cuenta falsa. Alguien le mostró o el presidente Gustavo Petro vio por él mismo un tweet salido de una cuenta que en apariencia era la del ministro de Defensa, Iván Velásquez", cuenta el periodista Daniel Coronell. 

La cuenta se llama @MinistrDefensa y arriba aparece el nombre Iván Velásquez Gómez. También en letras muy chiquitas –como la de los contratos leoninos– hay cuatro letras desperdigadas: la efe, la a, la k y la e. Es decir, la palabra “fake”.

De acuerdo con Coronell, el trino falso iniciaba con signos de admiración "como esos titulares amarillos que se han puesto de moda: ¡Gran noticia! Hemos encontrado con vida a los 4 niños que habían desaparecido luego del accidente aéreo en el Guaviare. Infinitas gracias a nuestras fuerzas militares por su valiente labor de búsqueda y rescate”.

Asimismo, el periodista explica que el trino iba acompañado con la bandera de Colombia

El supuesto trino del ministro de Defensa retomado por Gustavo Petro, "disparó los teletipos de las agencias de noticias y puso a trabajar a todo vapor a las salas de redacción", dijo Coronell.

El periodista cuenta que "el presidente Petro mandó a buscar al ministro de Defensa hasta debajo de las piedras, pero no lo localizó porque estaba en alta mar en un patrullaje con la Armada. A ese punto ya era posible que surgiera la sana dosis de escepticismo. Si el ministro no podía responderle una llamada a su jefe, pues menos habría podido trinar semejante noticia".

A su vez, Coronell explica que las personas que conocen a Iván Velásquez "saben que es enemigo del plural mayestático: “hemos encontrado a los niños”, “nuestras fuerzas militares”. Ese no es su lenguaje. Tampoco es hombre de publicar banderas. Pero ningún obstáculo es capaz de detener la fe cuando alguien está enamorado de una idea".

Por otro lado, según lo reportado por el presidente "había encontrado algo parecido a una confirmación en un funcionario del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, que había oído la historia de un lanchero que llevaba los niños en su curiara hacia Cachiporro. El interlocutor del mandatario, aparentemente, mezcló lo uno con lo otro, quizás pensó con el deseo, y le dijo al presidente que había claros indicios de que los niños estaban vivos".

"Era la noticia que muchos colombianos querían oír. Era tan bello imaginar la feliz imagen de los pequeños con vida derrotando el accidente y la adversidad, pensar que esas diminutas heroínas indígenas de 13 y 9 años habían logrado salvar a su hermanito de 4 y al bebé de 11 meses, caminando 17 días por la selva", manifiesta Coronell.

Fue entonces cuando el mandatario puso su propio trino "usando un lenguaje francamente parecido al del fake": “Después de arduas labores de búsqueda de nuestras Fuerzas Militares, hemos encontrado con vida a los 4 niños que habían desaparecido por el accidente aéreo en Guaviare. Una alegría para el país”.

Al respecto, el periodista explica que luego del trino del presidente "llegó el vértigo de la chiva, la adrenalina busca clics hizo efecto. Los titulares revolvieron cálculos propios, especulaciones, deseos, sueños y, desde luego, sensacionalismo:

“Primicia: Milagro en la selva”.

“Los tres niños perdidos en la selva, incluido un bebé de 11 meses, fueron cuidados por su hermana de 13 años. Una historia de heroísmo”.

También el periodista comenta que "no contentos con especular en textos, empezaron a anunciar a los cuatro vientos que tenían las pruebas que no existían": “En imágenes: así sobrevivieron los niños y el bebé que cayeron en la selva”.

En virtud de ese clic y del todo vale, publicaron: “Los niños sobrevivientes de accidente de avioneta en Caquetá habían construido cambuches en la selva; así los encontraron”.

"Y mientras los departamentos creativos –y ya no los reporteros rigurosos– se daban el banquete de tráfico, algún periodista, como el niño del traje nuevo del emperador, empezó a preguntar por las pruebas en el Ministerio de Defensa y nadie daba respuesta", explica Coronell.

Por su lado, la Aeronáutica Civil no tenía ningún reporte de avistamiento por parte de las aeronaves que sobrevolaban la zona.

Además, en el reporte, Coronell expuso que: "los generales, como ustedes saben, ya quedan poquitos y los que quedan están muy amañados con sus soles y estrellas, no se atrevieron a contradecir al comandante supremo de las Fuerzas Armadas, jefe de Estado, jefe de Gobierno y primer magistrado de la Nación".

"Por lo menos, no se atrevieron a contradecirlo en voz alta, pero uno de ellos me contó, hacia las 5:00 de la tarde, que había hablado con el escuadrón de rescate y que ellos –humm– aún no habían visto nada", agregó.

Al respecto, sobre las 5:00 de la tarde algunos indigenistas dijeron que esos militares querían quedarse con el crédito del rescate de los sobrevivientes de la avioneta y que "los únicos héroes eran los niños y las comunidades indígenas que en inédita epopeya los habían arrancado de la selva y de la muerte, a machetazos y a punta de guarapo y mañoco", dijo Coronell.

Según el reporte, cuando la tarde del miércoles estaba terminando, el presidente Gustavo Petro y su jefa de gabinete, Laura Sarabia, recibieron mensajes de texto de un periodista contándoles que una fuente militar, habitualmente confiable, estaba diciendo que no había información sobre el rescate.

"La revista Cambio empezó tímidamente a asegurar que ni la Aerocivil ni el Puesto de Mando Unificado corroboraban que los niños hubieran aparecido. El volumen fue subiendo con las horas, quizás por eso muchos seguidores del presidente en las redes sociales se fueron lanza en ristre contra el medio porque se atrevía a dudar de la palabra del jefe de Estado", explicó Coronell.

A su vez, el periodista agregó que otros medios empezaron a preguntarse "qué estaba pasando mientras el más entusiasta de la tarde, se empezaba a devolver en triple salto mortal": “aunque el gobierno reportó que fueron hallados los cuatro niños perdidos en la selva, tras accidente de avioneta, la empresa dice que la búsqueda continúa”.

"El sí pero no, que abre siempre el discreto desfile a la reversa. A nadie le gusta reconocer que la embarró", enfatiza Coronell. 

Ya en la noche del miércoles, el presidente mantenía la fe del hallazgo de los niños, "y como acertadamente comentan los teólogos, fe es creer en lo que no se ve", comenta el periodista.

Según Coronell, "el jefe de Estado comentaba a esa hora que las Fuerzas Militares no habían podido entrar en contacto con los niños pero que el ICBF y los indígenas reportaban que estaban en Cachiporro y que las difíciles condiciones de tiempo impedían la llegada al lugar".

De acuerdo con los satélites del Centro Nacional de Meteorología de Estados Unidos, el miércoles 17 de mayo hizo un buen día en Cachiporro, Guaviare, y las precipitaciones aisladas solo empezaron a las 7:00 de la noche. 

Por otro lado, las familias de los ocupantes de la avioneta siniestrada emitieron un comunicado en estos términos: “Rechazamos la desinformación y manejo mediático que se le ha dado a la búsqueda de nuestros familiares”.

Los familiares exigieron respeto de los medios y de las entidades públicas, "le pidieron al presidente que mirara la precaria y costosa aviación que tiene que usar y agradecieron a las comunidades indígenas de Cachiporro por su ayuda para localizar a los siniestrados", expuso Coronell.

"¿El presidente se apresuró? Yo creo que sí. ¿Algunos medios hicieron un trabajo pobre? También lo creo: inflar un trino con ficción sin preocuparse por averiguar la verdad, hasta el punto de anunciar que tenían fotos de una situación no probada, muestra el escaso compromiso de algunos de ellos con la verdad más allá del tráfico", enfatizó el periodista.

En lo que agregó en el reporte la siguiente frase: "la credulidad es enemiga del periodismo. La credulidad es antónimo de credibilidad".

Finalmente, Daniel Coronell quiso hacer un homenaje a las familias indígenas que conservan vivas sus esperanzas y dijo: 

"Para ellos quiero recordar al cazador novato Rafael Martínez Arteaga, un gran recitador llanero. Entre muchas cosas que tomó prestadas para el poema ‘La verdad desnuda’ (originalmente de Ricardo García Curvelo), tomó un verso escrito en la bella lengua indígena sikuani que más o menos dice: “Pasi baticuani hapipisca sororoca perereca jamo”. Y traduce “Blanco no me jode a mí, yo tampoco lo molesto”.

"Ojalá aparezcan estos niños de la comunidad huitoto, perdidos en la espesa selva del Guaviare", concluyó el periodista. 

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