La violencia machista que arrasa con las mujeres embera en Chocó
20 Abril 2023

La violencia machista que arrasa con las mujeres embera en Chocó

Representantes de casi 500 mujeres indígenas del Chocó llegaron a Bogotá a solicitar atención urgente a las violencias basadas en género que enfrentan en sus propios territorios.

Por: Maria F. Fitzgerald

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“Hubo un tiempo en el que fuimos las mujeres las que lideramos la defensa de nuestra comunidad –asegura Astrid, una indígena embera chamí que llegó hasta Bogotá, en una comisión de mujeres indígenas del Chocó, con un objetivo: solicitar que las instituciones atiendan las violencias basadas en género que ella y su comunidad están sufriendo–. Pero, ahora, ¿con qué fuerza vamos a defendernos, si son nuestros propios compañeros los que nos atacan?”. 

Estas mujeres han llevado registro de la violencia basada en género que han tenido que enfrentar tanto de actores internos, como de actores externos a su comunidad. Y la han clasificado en violencia psicológica, violencia física, violencia sexual y violencia feminicida. De todas ellas han sido víctimas en los últimos dos años. Con la información recolectada, han ido a solicitarle a la Fiscalía que tome acciones efectivas para protegerlas pues, aseguran, no podrían estar más desamparadas. 

 

La violencia interna 

Astrid explica que todo se debe a una contaminación de la comunidad. En el pasado, las mujeres emberas eran respetadas por sus compañeros, vistas en igualdad e, incluso, consideradas lideresas naturales: “Éramos nosotras las que siempre íbamos al frente. Nosotras, por ejemplo, liderábamos las caminatas por el campo y los hombres nos seguían. Hoy todo cambió y el trato que nos dan es excesivamente violento y machista”. 

Para ella, el contacto entre su comunidad y las comunidades de hombres blancos es lo que ha derivado en que ahora sean ellas las que sufren la doble violencia: la del conflicto armado y la de sus propios compañeros. 

“En mi comunidad hay mutilaciones, latigazos, golpizas e insultos hacia las mujeres. En algunas ocasiones, incluso se escudan en la justicia especial Indígena para justificar la forma en que nos tratan. Pero nosotras sabemos que nada lo justifica y que esto solo se trata de violencia machista en nuestra contra”, asegura Astrid, quien lleva dos años sin poder regresar a su cabildo, ubicado en el alto Atrato, pues sabe que no será bien recibida. 

Ella sabe que no es la única que sabe que esta violencia no está bien. Por eso, no la quieren en su comunidad: los hombres y algunas mujeres han saboteado su liderazgo y le han pedido que se vaya, algo especialmente doloroso para ella porque –recuerda– en el pasado eran ellas las que se unían para proteger a los hombres de la comunidad, para que no se los llevaran los armados, y para que no los asesinaran. Pero hoy ya no los pueden defender más. 

El Programa de Mujeres de la Mesa Permanente de Diálogo y Concertación de los Pueblos Indígenas del Chocó, ha logrado registrar 14 tipos de violencia de género enfrentados por las mujeres indígenas. Las que más les preocupan son: tres feminicidios; dos amenazas; cuatro casos de trata de personas; diez casos de explotación laboral a menores de edad; tres denuncias formales de acceso carnal violento y 14 casos de violencia intrafamiliar. En ninguno de los casos ha habido un acompañamiento efectivo de la Fiscalía; menos, de la Policía. 

 

Para profundizar

La violencia externa

De acuerdo con Astrid, las cosas serían diferentes si la violencia del conflicto armado no se hubiera vuelto a recrudecer en sus comunidades. El Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), ha detectado un fuerte incremento en la violencia ejercida por los grupos armados en la región. 

Allí, la lucha armada entre el Clan del Golfo y algunas facciones del ELN ha derivado en 860 victimizaciones por móviles políticos o de intolerancia social, 675 violaciones a los Derechos Humanos-DDHH y 203 infracciones al Derecho Internacional Humanitario. Por ello, el llamado tanto del Cinep, como del programa de mujeres, es porque se visibilice plenamente la realidad de lo que están enfrentando las personas en el territorio. Principalmente, las mujeres. 

Los hechos de violencia han derivado, en parte, a que más de 15 jóvenes indígenas hayan optado por suicidarse durante el último mes: cutro hombres y 11 mujeres. Para Astrid, la violencia general en el territorio, y la violencia machista en contra de ellas, ha sido la causa principal para esta oleada: “No tenemos territorios, no tenemos a nuestros mayores guiándonos, no tenemos tranquilidad. Es más que necesario que nos ayuden a atender toda la violencia que nos está arrasando”.

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